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I Was a Teenage Exocolonist

Análisis de I Was a Teenage Exocolonist

"El espacio, la última frontera..." Nos ponemos el mono espacial y nos preparamos porque toca cruzar la galaxia en pos de un futuro mejor en este nuevo juego de la desarrolladora Northway Games.

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Decir que que I was a teenage Exocolonist es un videojuego le hace a uno sentir que se está siendo injusto con él. Es más parecido a un viaje, una travesía en el tiempo en la vida de nuestro protagonista, en el que podremos disfrutar la experiencia de un colonizador espacial.

A través del agujero de gusano

Al igual que la aclamada película Interstellar, nuestra historia comienza en una nave espacial llena de colonos que atraviesan un agujero de gusano en busca de un futuro mejor. Al otro lado se encuentra el planeta Vertumna, un paraíso de fauna y flora que nuestra pequeña colonia ha elegido como su próximo hogar. Estos simpáticos colonos deberán afrontar los problemas del día a día con el fin de conseguir que el planeta sea habitable lo antes posible. Deberemos afrontar la escasez de alimentos, los problemas climáticos, los ataques de la fauna local y, sobre todo, los problemas derivados de la misma convivencia. Nosotros representamos a un joven de diez años que deberá determinar cuál es su sitio en esta peculiar colonia.

Como en una novela de Agatha Christie, la primera muerte puede suceder en el primer capítulo. Al instante de llegar al planeta los problemas se sucederán uno tras otros y deberemos decidir qué debemos hacer. Exacto DECIDIR, en negrita y con mayúsculas. Exocolonist es, en toda su amplia definición, un juego de rol que actuará como nuestro narrador y nosotros escribiremos nuestra propia historia. A lo largo de los distintos conflictos, trataremos de hacer lo correcto moviéndonos entre las clases, el trabajo, o pasar tiempo con nuestros amigos. Vertumna nos irá mostrando sus secretos según se los vayamos pidiendo y pronto nos hará decidir qué clase de persona queremos ser a lo largo de nuestros próximos diez años. Literalmente es como Star Trek, pero en plan adolescente.

I Was a Teenage Exocolonist

La libertad del futuro y el espacio

Desde un principio, Exocolonist nos permite elegir, desde nuestro nombre hasta nuestro género o aspecto, lejos de etiquetas de ningún tipo. Esa libertad se extenderá a nuestras amistades, nuestros intereses laborales y por supuesto amorosos. Las decisiones y sus consecuencias son prácticamente infinitas, y tendremos que afrontarlas dando por sentado que no hay marcha atrás. En ningún momento existe una mala decisión, sino un camino distinto por el que hemos optado.

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Tendremos diez años de nuestra vida para hacer en Vertumna lo que nos venga en gana. Podemos desde convertirnos en el héroe guerrero de la aldea, su mejor científico, o pasar los años de nuestra vida lo más tranquilo que se nos permitan. Literalmente no hay límites en lo que deseemos. El juego cuenta con una interfaz que incluye el compromiso que tenemos con nuestra colonia, de forma que podemos ser uno con la misma o los tipos más rebeldes.
Por supuesto en este paso de los años, nuestras habilidades irán creciendo, siempre en base a nuestros propios intereses. Este escalado de habilidades se lleva a cabo mediante enfrentamientos de cartas que representan nuestros propios recuerdos. Cuantas más experiencias vitales llevemos a cabo, también será mayor nuestra capacidad para superar estas barreras.

Para que nadie se lleve a engaño, hay que puntualizar que I was a Teenage Exocolonist es denso, bastante. No es un juego para todos los estómagos. Las aventuras de los exocolonos nos harán plantearnos cuál es nuestro papel en el mundo como la raza humana, y qué estamos haciendo con el planeta. Exocolonist es una crítica ecologista al uso masivo de los recursos planetarios y nos hace volver a una época más antigua, a la vez que nos lanza a un futuro probable y nada alentador.

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I Was a Teenage Exocolonist

En el juego no vas a encontrar secuencias de acción o disparos, pero eso no significa en absoluto que no vayas a tener emociones. No es Animal Crossing en el espacio. Exocolonist es como la cueva de Star Wars, solo encontrarás lo que lleves contigo. Si tus decisiones son violentas y agresivas, te encontrarás con una trama a dicha altura. Si por el contrario lo que te van son las relaciones románticas, podrás explorar el flirteo con varios de los protagonistas del juego, por ejemplo. Aun así, da igual que camino elijas, ninguno te dejará indiferente y siempre encontrarás escenas emotivas y para la reflexión.

El final de una aventura

Decir que hemos podido ver el final de Exocolonist es bastante injusto, porque podemos encontrar hasta cincuenta finales diferentes, lo que garantiza un número increíble de horas de juego, sobre todo si no alcanzas el final deseado a la primera. Podremos tratar de revivir una y otra vez esos diez años de nuestra vida tratando de llevar nuestras decisiones hacia lugares que no habíamos explorado en el primer intento. De hecho, el juego cuenta con galería tanto de finales como de escenas emblemáticas para que sepamos cuántas hemos visto hasta ahora.

Una de las mejores cosas que tiene este juego es la cantidad de decisiones que tiene, eso ya lo hemos dicho, pero eso incluye algo más, el texto. Vas a leer, y mucho. Exocolonist es la mezcla perfecta entre un juego de rol y una novela interactiva, eso nos deja un número incalculable de líneas de diálogo que, tristemente, solo están en inglés. Además, más vale tener un buen nivel porque ni tan siquiera es un inglés coloquial, es un inglés casi académico, cuidado y elegante. De modo que te sorprenderás a ti mismo buscando palabras en el diccionario que has entendido por el contexto pero que jamás habías oído.

I Was a Teenage Exocolonist

Algo que hemos echado muy en falta dentro del juego es la variedad en el escalado de habilidades. El juego de las cartas está bien, y desde luego es más accesible imposible, pero podemos llegar a jugar más de doscientas de estas batallas en nuestro primer intento (y eso son demasiados juegos de cartas). De hecho como el juego trata de ser muy accesible (su gran punto a favor), también se puede volver algo monótono ya que la única forma de variar esa dificultad es quitar las cartas, de modo que en raras ocasiones encontraréis un auténtico reto.

El arte del juego es magnífico, encontrando ciertas similitudes con el diseño de planetas y criaturas que pueden verse en series de animación actuales (como Rick y Morty, pero en plan para todos los públicos). El diseño de personajes explora en algunos momentos los diseños de la animación japonesa, con líneas de dibujo más suavizadas tendentes a las occidentales.
En lo referente a su rendimiento, hemos disfrutado de su aventura en una Nintendo Switch, pudiendo decir que el formato portátil le sienta genial.

I Was a Teenage Exocolonist va tan fluido que jamás notarás una bajada de la tasa de imágenes por segundo y probablemente funcione en casi todos los ordenadores. De hecho ha salido no solo en PC, sino también junto a versiones para PS4, PS5, Nintendo Switch, Mac e incluso Linux. Una aventura encantadora que todos disfrutarán.

I Was a Teenage Exocolonist
07 Gamereactor España
7 / 10
+
Su narrativa, la historia es preciosa y nos hará sumergirnos por completo. Su accesibilidad, verdaderamente es para todo el mundo.
-
El idioma, con tanto texto que leer será muy difícil de disfrutar si no se habla el idioma. El sistema de cartas y la falta de necesidad de superar cada juego hace que al final nos dé lo mismo ganarlo o no.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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I Was a Teenage Exocolonist

ANÁLISIS. Autor: Eduardo Corrochano

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