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Angry Birds VR: Isle of Pigs

Análisis de Angry Birds VR: Isle of Pigs

Meterse en la batalla de pájaros contra cerdos de lleno cambia mucho las cosas.

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La crisis de Rovio ha sido de las gordas. La compañía finlandesa creció sin parar al calor de un Angry Birds que parecía inmortal y tuvo que despedir a cientos de trabajadores cuando comprobó que nada es para siempre y fue incapaz de reciclarse. La idea de sus puzles basados en físicas sigue siendo atractivas, pero la gente se cansó de más de lo mismo y llegaron otras alternativas diferentes. En este renovarse o morir, este año han estrenado Angry Birds VR: Isle of Pigs, primero para headsets de Realidad Virtual y luego para móviles como juego de Realidad Aumentada.

Resolution Games es en realidad el estudio detrás de la idea de introducir la tercera dimensión, y de hacerlo a lo grande. Han cogido exactamente el mismo planteamiento del original, que no es otro que lanzar pájaros con un tirachinas contra una estructura para tumbarla y acabar con los cerdos verdes que en ella esperan. Lo que pasa es que con el volumen que han aplicado a los niveles, le da otro enfoque y, además, nos obliga a movernos y nos convierte así en una parte más activa de todo el proceso.

En Angry Birds VR eres el tirador en primera persona y te has desplazado hasta la isla en la que los cerdos veranean para cazarles en su propio terreno. Su estructura de piezas geométricas está siempre enfrente de ti, pero tienes una movilidad que no existía en los originales. Puedes moverte entre varios puntos a su alrededor previamente marcados y puestos ahí a conciencia, con un teletransporte rápido, y también puedes moverte a pie con la libertad que te dé tu headset y tu zona de juego. Tienes la opción de agacharte y disparar frontalmente y a ras de suelo a los pilares de la estructura o puedes acercarte al máximo y pegar un 'pajarazo' desde arriba con toda tu fuerza en su cabeza (algo que probablemente sea inútil para el puzle en cuestión pero que sirve para resarcirse cuando solo queda un enemigo y te vas a ir con una estrella de nada).

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Angry Birds VR: Isle of Pigs

Esta movilidad en torno a la zona central es lo más ha enriquecido la experiencia Angry Birds de todo lo que ofrece esta versión. Nosotros la hemos probado tanto para Oculus Rift como Quest, pero es lo mismo HTC Vive, PSVR y hasta en móviles, porque puedes girar a pie en torno a la estructura central par preparar el tiro. La diferencia está en ese efecto 3D en el que te metes de lleno en la Realidad Virtual, porque funciona. No es espectacular gráficamente, más bien es demasiado simple y poco arriesgado, pero te engancha y consigue que las pantallas vayan cayendo una detrás de otra, si es que consigues superarlas sin atascarte. Ha recuperado esa adicción tan característica.

Si la posibilidad de moverte en torno a los puzles tiene la mitad de la culpa, la otra mitad la tienen los propios niveles. Las pantallas de Angry Birds VR: La Isla de los cerdos son sorprendentemente fáciles o difíciles según cómo tengas el día. Como de costumbre, hay que estudiar los cuerpos, sus pesos y sus comportamientos físicos para saber dónde golpear y provocar un efecto dominó que se lleve todos los bichos por delante en la menor cantidad de disparos posible. Pero al tener más puntos de vista, a veces hasta 360º en torno a la figura, da cabida a más planteamientos y cavilaciones. No es un juego difícil, tres de los cuatro mundos se pueden desbloquear en un par de horas y el cuarto tampoco es un reto complicadísimo. Otra cosa es sacar las tres estrellas en cada fase, probar una, otra y otra vez a ver por dónde cae y acertar con el tiro, así que es bastante rejugable.

Angry Birds VR: Isle of Pigs
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Angry Birds VR: Isle of PigsAngry Birds VR: Isle of Pigs

No es que fallar sea lo habitual, o al menos no con la versión que nosotros hemos probado. Los mandos Oculus Touch de segunda generación permiten controlar el tirachinas como Bart Simpson, con alguna ida de olla excepcional que se solventa soltando y volviendo a cargar. Los controles son sencillísimos, como era de esperar en esta serie para todos los públicos, ya que se gestiona todo con un botón y el movimiento. Es un juego ideal para la introducción a la Realidad Virtual de personas no aficionadas a los videojuegos excepto de forma casual en móviles, el juego que pondrías a tu suegra.

Satisfechos con prácticamente todo lo que ofrece Angry Birds VR: Isle of Pigs, incluso con la inmersión visual pese a la simpleza gráfica y la escasez de melodías y sonidos variados, el dilema está en la cantidad-precio. En estos momentos, tras una expansión gratuita, consta de cuatro mundos de 12 pantallas más un jefe, y el modo de terror, que añade otras 13 pantallas con construcciones nuevas en los escenarios anteriores retocados y de noche. Se acaba más o menos pronto, pero también es cierto que es muy rejugable hasta conseguir todas las estrellas y que solo vale 12,50 euros en PC y 15 euros en PS4. Por ese precio o incluso con alguna oferta claro que merece la pena.

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Angry Birds VR: Isle of Pigs
08 Gamereactor España
8 / 10
+
El movimiento dentro de la pantalla para buscar ángulo, fácil de usar para todos los públicos, buen precio.
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Poco esmero en gráficos y en sonido.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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