Anno Online

Anno Online, la última producción de Bluebyte, difiere en varios aspectos de la serie principal. Nos convierte en planificadores urbanos de una civilización, mientras nuestros amigos virtuales se afanan en la construcción de un gigantesco monumento.

No obstante, hay algo de Anno en esta nueva entrega. Quedó meridiano tras los primeros minutos con su diseñador, Tom Bolton, quien constató que la esencia del juego sigue intacta. Sí, visité los estudios de Bluebyte en Düsseldorf para echar un vistazo a la primera incursión de la franquicia en el segmento free-to-play.

Anno Online nos invita a crear una nueva ciudad en la isla de New Port, la cual acabará repleta de pequeños edificios de madera. El apartado gráfico goza de un importante nivel de detalle, basándose por entero en el motor de Anno 1404, algo que a buen seguro habrá facilitado la labor de los programadores.

Tampoco hay muchos cambios en la jugabilidad. Comenzamos nuestras aventuras con el favor de la Corona para la exploración de áreas inéditas, en busca de riquezas. Como siempre, aunque desde nuestro navegador, deberemos hacer la vida comfortable a los nuevos residentes, proporcionándoles comida, bebida, ropa y entretenimiento. Construimos así pequeñas líneas de producción, como una granja de cáñamo que suministre material al sastre, el cual vestirá a nuestros residentes. Si obviamos sus necesidades, probablemente enfrentemos una revuelta.

Pero una vez alcanzados los 200 edificios, no nos limitaremos a cubrir las necesidades de nuestros habitantes, también procuraremos atraer a nuevos segmentos de población y construir inmensos monumentos como una gran catedral, uno de los mayores a que podremos aspirar. La ayuda de nuestros amigos virtuales, no obstante, facilitará tales tareas, acelerando la recolección de recursos. Esa es la base de Anno Online.

Aunque construyamos navíos para explorar islas foráneas, el free-to-play de Anno Online se centra en la interacción con otros jugadores. Los más avezados se obstinarán en ciertas cadenas de producción para fabricar aquello que los demás necesiten, intercambiándose por recursos o ingresos. Además, para un toque más personal, el juego nos permite crear un avatar que podremos personalizar con numerosas opciones a medida que el juego avance.

Pero el intercambio no es la única forma de interacción. Podemos cooperar con otros jugadores en ciertas misiones y eventos, uniéndonos a estos en gremios. También podemos hablarles a través del chat integrado. La edificación de la ciudad, eso sí, será cosa nuestra, limitándonos a visitar las de otros jugadores. Si podremos enfrentarnos a ellos, es algo que Bolton se negó a revelar. Habrá confrontaciones, nos dijo, pero muy diferentes a lo acostumbrado.

En lo que respecta al contenido descargable previo pago, disponemos de un banco virtual cuyas arcas engrosaremos bien con dinero real, bien con horas de juego. La primera opción resulta más rápida, claro está. Aún así, ciertos extras (islas y barcos) requerirán necesariamente un desembolso, explica el productor Markus Stark.

¿Qué incentivos aguarda Anno Online a los veteranos de la franquicia? Tanto la posibilidad de hacer trueques con otros jugadores como la competición en línea ya estaban presentes en Anno 1404 y Anno 2070. Como fan de la serie no encuentro incentivo alguno en edificar mi pueblo desde el navegador.

Esto no quiere decir que Anno Online resulte un fiasco, simplemente que no aporta nada nuevo. Mientras sus eventos supongan el suficiente reto y la interacción con otros jugadores no se limite a intercambios esporádicos, Anno Online puede ser uno de los mejores juegos de la escena free-to-play y también contentar a los aficionados de la serie.