Guía Kingdom Come: Deliverance de iniciación y supervivencia

El siglo XV fue una época complicada para el mundo occidental. Constantes guerras, enfermedades, hambre y miserias hacían la vida muy difícil para la gran mayoría de la población. Había que hacer uso de toda clase de artimañas y, en muchos casos, del filo de una espada para poder salir adelante. Kingdom Come Deliverance, nos trae una experiencia bastante fiable de lo que debía ser la vida en aquellos tiempos, es un RPG medieval realista y fiel.

Asumimos el papel de Henry de Skalice, el joven hijo de un herrero en una pequeña población de la región de Bohemia en 1403, lo que en la actualidad sería la República Checa. Es un momento especialmente agitado en la historia de Europa, tanto a nivel político como social, y para que sobrevivais a la experiencia que nos presenta la ambiciosa apuesta de Warhorse Studios, os presentamos nuestra Guía de Kingdom Come: Deliverance para principiantes, con algunos consejos y ejemplos para sobrevivir y triunfar en nuestra aventura.

Nº1: Paciencia, la maestría no es un camino corto ni fácil

Suena algo estúpido, pero para disfrutar de la experiencia que nos espera en esta aventura de rol en mundo abierto vamos tener que emplear mucho tiempo y esfuerzo si queremos salir adelante. Henry ha de aprender toda una serie de destrezas y mejorar sus habilidades si quiere llegar a su objetivo. No somos más que un campesino, nunca hemos salido de nuestro pueblo y apenas sabemos cómo sujetar una espada en los primeros compases del juego.

El novedoso sistema de combate resulta rompedor con el resto de juegos RPG, y llevará tiempo y práctica (y algo de sufrimiento) dominarlo. El ataque, las paradas y la posición de las armas son recreaciones reales basadas en el asesoramiento de historiadores militares y especialistas, no se trata simplemente de pulsar un botón y golpear. Hay que vigilar tanto la posición del contrincante como la altura y orientación del arma que llevemos ambos. Si recibimos un golpe perderemos el equilibrio, lo que puede resultar mortal, por ello aprender a esquivar y detener las estocadas enemigas y contratacar en el momento preciso se convierte en otra de las aptitudes básicas a dominar cuanto antes. Subir niveles de combate nos permitirá desbloquear nuevos movimientos y fintas con los que derrotar hasta a los caballeros con la armadura más pesada.

El arco será uno de los recursos más valiosos en las escaramuzas. A pesar de que su manejo está recreado de forma realista y tendremos que aprender a base de mucho ensayo y error, el daño que infringe es algo a tomar en cuenta cuando nos enfrentemos a pequeños grupos de enemigo o simplemente a algún rival poderoso. Además de las armas, debemos ir bien protegidos, con lo que es vital hacerse pronto con una buena equipación de armadura para resistir los golpes y mantenerla el buen estado.

Cada enfrentamiento presenta todo un desafío al que debemos ir dispuestos a ganarlo todo...o perder la vida.

Nº2: Honor ante todo...o no

En la Edad Media, el honor y la reputación propias eran lo más importante para la gente de a pie. En Kingdom Come: Deliverance existen muchas opciones para resolver cada situación, y la opinión que los personajes que nos vayamos encontrando tengan de nosotros influirá mucho en el tiempo y el riesgo de los encargos. Si nos pillan cometiendo algún crimen, además de la consecuente multa o pena de cárcel, la reputación entre la población local disminuirá, haciendo que sean más reticentes a darnos información y que los precios sean más caros al hacer negocios.

También el aseo personal y la elocuencia son factores a tener en cuenta. Si vamos manchados de sangre o tenemos la ropa sucia los aldeanos se asustarán o tendrán reservas en encomendarnos misiones, o nos mandarán a hacer las más peligrosas. Hay que ir presentables en la medida de lo posible.

Para expiar nuestros pecados, tendremos que realizar misiones locales como ayudar a la población con sus encargos: entregar medicinas, dar propinas al hacer compras o limpiar los caminos cercanos de bandidos. Una buena reputación te facilitará mucho la vida. Cada asentamiento cuenta con al menos una taberna donde nos ofrecen esta clase de actividades, no la perdáis de vista.

Nº 3: ¡Aprende rápido!

La historia principal de Kingdom Come: Deliverance nos lleva por el camino de Henry en su misión personal de venganza y honor, pero durante el camino encontraremos pequeñas aventuras que, si bien son totalmente opcionales, al completarlas obtendremos enormes ventajas para nuestro personaje.

Os pondremos un ejemplo. En cierto momento atravesaremos una ciudad y veremos un establecimiento de escribas. Al entrar y preguntarle al escriba en cuestión sobre su trabajo, nos explicará que él no tiene tiempo para atendernos, y que si lo que queremos es aprender a leer (es 1403, recordemos) nos enviará a visitar a otro escriba más anciano que vive en un pequeño poblado retirado. Si nos acercamos por allí y hacemos su pequeña submisión, aprenderemos a leer y descifrar libros. Ésta misión que a priori no parece marcar nada representa un salto enorme en la evolución de las habilidades de Henry, ya que desde ahora podremos leer los libros esparcidos por las casas del mundo y obtener extras en habilidades (como elocuencia, sigilo o equitación).

Otra misión en principio opcional pero que abre nuevos (y provechosos) caminos es cómo aprender a ser ladrón. En cierto momento, al principio de la historia, Henry habrá contraído una deuda con un molinero a causa de unas facturas de las que se hizo cargo. A cambio de asumir los gastos, el molinero nos encarga recoger un anillo de una tumba cercana, donde el verdugo ejecuta a los criminales. Tras hacer uso de toda nuestra astucia para hacernos con el dichoso anillo, resulta que no es más que una prueba para poder ingresar en una especie de "círculo de confianza" con el sindicato de molineros, que además son los peristas de los objetos "extraviados" por la gente. Este molinero, además de comprarnos objetos, nos enseña a abrir cerraduras y nos venderá las ganzúas para ello.

Abrir cerraduras ha resultado (al menos para nosotros) una de las mecánicas más difíciles de dominar de todo el juego, por lo que hacer esta misión y aprender el manejo lo antes posible nos dará una libertad económica muy agradecida, especialmente si queremos mejorar nuestra armadura y arsenal con las mejores piezas. En muchas ocasiones, nuestra elocuencia y carisma no serán suficientes para convencer a ciertos personajes o la suerte no nos acompañará a la hora de conseguir un objeto en una zona prohibida...con lo que mejor desarrollar nuestras habilidades de sigilo para ese momento.

Por tanto, las misiones secundarias afectan no solo al tiempo que estemos entretenidos en ellas, sino que además modifican toda la experiencia de juego posterior, algo a tener muy en cuenta.

Nº 4: Siempre alerta, nunca sabes dónde está una buena historia

A lo largo de nuestro viaje por la región de Bohemia, siempre solitario, debemos estar preparados para cualquier eventualidad que nos surja en el camino. Desde ataques de bandidos, a situaciones tales como encuentros con furtivos o comerciantes donde tendremos una oportunidad única de conseguir algunos bienes raros.

Pero la casualidad también influye en las misiones y especialmente en como vayamos preparados para lo que nos venga, ya que con frecuencia no suelen salir como teníamos planeado y tenemos que improvisar. Y para ilustrarlo nada mejor que otro ejemplo: En cierto momento se nos pide interrogar a los habitantes de un pueblo acerca de la vida de un bandolero local. De todos ellos el único que tenía trato con él era el cura de la iglesia, pero el tipo es muy desconfiado y se niega a darnos la información alegando que es "secreto de confesión". Sin embargo, nos cita en la taberna esa noche para que le narremos nuestras aventuras y tomarnos unas cervezas. Al sacerdote se le va bajando la guardia cerveza tras cerveza y nos asegura que si pasamos la noche de fiesta con él, nos creerá justos y nos contará todo lo que sabe. Tras una noche de embriaguez y desenfreno, al día siguiente ambos tendremos una tremenda resaca (porque sí, en este juego el alcohol afecta significativamente no solo a las habilidades que tengamos, sino que sus efectos adversos se notan bastante) y especialmente el cura, con lo que nos saldrá con que si queremos ahora la información tendremos que dar el sermón de la misa por él.

Al ser situaciones con límite de tiempo, no tenemos margen para prepararnos ninguna poción o dormir para que los efectos de la resaca se pasen, así que solo nos queda confiar en que tengamos alguna poción o un bonificador de carisma y elocuencia elevado para poder salvar la situación frente a los feligreses. Nosotros no tuvimos suerte y tras el desastre de misa hubo que buscar la información en otra parte, pero sin duda aprendimos una valiosa lección: nunca está de más alguna poción para los momentos en que necesitemos ese "pequeño plus" para tener éxito, o simplemente llevar algún remedio contra la resaca. ¡Creednos, nunca está de más!

Esperamos que esta pequeña guía por los aspectos más básicos y relevantes de Kingdom Come: Deliverance os sea de gran ayuda en vuestro periplo por la Bohemia medieval del siglo XV, y que disfrutéis de las cientos de horas que el juego nos propone. Bienvenidos al Medievo.