Bioshock Infinite: Panteón Marino

El gran Bioshock Infinite tiene otro misterio que revelar. Tres, de hecho, ya que nos hemos ido a las nubes (y bajamos de ellas para aterrizar en Boston) para hablar con los creadores de lo que el pase de temporada del juego ofrecerá a los usuarios del mismo, y de paso descubrir que el primer contenido se lanzó anteayer, con dos nuevos paquetes de contenido descargable previstos para más adelante.

El primero es Enfrentamiento en las nubes. Un modo de juego tipo arena en el que nos enfrentamos a varias oleadas de enemigos es algo difícil de tragar, algo que no hace justicia a una obra maestra que se basaba tanto en la historia como lo hacía en el combate. Pero cierto es que los raíles, los vigores y las armas ofrecen unas posibilidades de juego únicas, y una oportunidad para combatir sin más tampoco es algo a lo que le hagamos ascos.

Uno de los defectos de Bioshock Infinite era su relativamente escasa dificultad (para quienes no jugaban en el modo 1999), pero Enfrentamiento en las nubes ofrece por fin un auténtico desafío. Tendrás que estar bien versado en esquivar balas y habilidades, así como ser un experto en la eliminación de Handyman.

En cada uno de los cuatro mapas, aprenderse el terreno supone una gran ventaja. Deberás usar los raíles y los desgarros para sobrevivir a las quince oleadas de enemigos que te atacarán. Pero además, entre ataques, el mapa cambiará poco a poco: los edificios flotantes se moverán, los raíles aparecerán y desaparecerán, los desgarros cambiarán... Como siempre, Elizabeth estará a tu lado.

Forrest Dowling, diseñador de niveles, explica el nuevo sistema de puntos, con el que cambiamos nuestro dinero por equipo o habilidades superiores. Los desafíos Blue Ribbon requieren un uso diferente de los ataques, ya sea cambiando vigores o acumulando rachas de muertes, por no hablar de alterar las reglas del juego; a ver si eres capaz de acabar con tres Handymen a la vez sin dispararles a la cabeza ni al corazón.

Los dólares conseguidos se pueden acumular en la Sociedad Arqueológica (la feria de Infinite) para desbloquear películas en el kinetoscopio, imágenes y modelos, o incluso voxáfonos. Merece la pena entrar aunque sea solo por la versión Columbia de Tainted Love.

Hay cuatro niveles de dificultad, pero gracias a la gran cantidad de dinero que tendremos será fácil tener a Booker bien equipado. Entre oleadas, podremos aprovisionarnos bien del gigantesco arsenal de Infinite.

Enfrentamiento en las nubes no es un contenido innovador, pero resulta interesante gracias a tener que desbloquear logros y trofeos, luchar por colocarnos lo más alto posible en los marcadores y por conseguir esos desafíos Blue Ribbon. Es un juego prometedor, pero no es lo más asombroso que hayamos visto.

Bioshock Infinite: Panteón Marino está dividido en dos episodios, y nos presenta a Booker DeWitt y Elizabeth bajo el mar, en Rapture, en torno al año 1958, cuando la ciudad submarina estaba en todo su esplendor.

Se sugiere que se trata de las versiones de Booker y Elizabeth en otra realidad, que no son los mismos que los de Infinite. Sin duda, el breve tráiler que vemos va acorde con esa idea, ya que nos enseña al agente de Pinkerton Booker en el papel del clásico detective tipo duro que se encuentra a Elizabeth, la misteriosa belleza extranjera con problemas.

Ken Levine solo nos ofrece pinceladas de la historia y de lo que da sentido a este primer episodio. Nos cuenta que el todavía intacto mundo de Rapture ha sido creado desde cero, y que nos encontraremos con viejos conocidos pero también con caras nuevas; además, se fusionará lo mejor de Bioshock con lo mejor de Bioshock Infinite. Además de toda la acción, podremos explorar Rapture tranquilamente y descubriremos por qué Booker y Elizabeth están allí, explorando un mundo submarino.

Eso es el Episodio 1. En el Episodio 2 veremos un gran cambio en la jugabilidad, dado que controlaremos a Elizabeth. Aunque no está indefensa, tendremos que usar el cerebro (y hacer un uso estratégico de los desgarros) en vez de recurrir a la fuerza bruta para enfrentarnos a los enemigos.

Los episodios de Bioshock Infinite: Panteón Marino costarán unos quince euros cada uno. Todavía no hay una fecha de lanzamiento para el Episodio 1, pero la beta ya casi está terminada.

Sin duda, esta historia en dos partes redime a la compañía por la ligera decepción de Enfrentamiento en las nubes. La sorpresa final de Infinite, con las diversas realidad, puede funcionar muy bien aquí, ya que permite que el contenido descargable tenga historia, y que podamos seguir disfrutando de Booker y Elizabeth (y disfrutar viendo cómo cambian de lugar y de papeles) sin afectar al final de Infinite.

Con esto no queremos decir que los combates no sean divertidos. Sin embargo, es un estilo de juego que no pega con la calidad a la que estamos acostumbrados con Irrational Games. Pero dado que el pase de temporada ofrece Panteón Marino a un precio mucho más reducido (con Enfrentamiento en las nubes en el mismo paquete) será casi imposible no darle al menos una oportunidad a este contenido descargable orientado a la acción. Pero, sin duda, Panteón Marino es la mayor alegría del anuncio que nos ha hecho Irrational.