Tras un año vagando por el desierto, casi literal si nos atenemos a la población de sus servidores, Valve sigue buscando la forma de reflotar Artifact, el juego de cartas estratégico nacido del universo de Dota 2. Este "reboot" conocido como Artifact 2.0 está todavía en fase de beta cerrada y, como tal, pasando por una serie de actualizaciones y ampliaciones que den consistencia y contenido a las partidas.
Pero todavía no convence en las altas estancias de la compañía, como ha reconocido el propio Gabe Newell, y por eso toca otro cambio sustancial. El doble objetivo es que sea más fácil atraer e integrar a jugadores nuevos y reformular su gameplay. Para hacerlo, Valve ha decidido cambiar el sistema de monetización de Artifact y dejar de vender cartas. De esta forma, nadie podrá conseguir un mazo demoledor a base de gastar más que otra persona y arrollar. La forma de construir mazos será mediante un reparto que han llamado Hero Draft.
Estas medidas se van a ir poniendo a prueba poco a poco, pero cada vez con más gente, pues su intención es ir abriendo la beta más y más en los próximos meses, hasta llegar a la situación de beta abierta. Todos su planes están explicados al detalle aquí.