Al parecer, sí que se puede tener demasiado de una cosa buena. Tras los numerosos lanzamientos con el paso de los años, la franquicia principal de Ubisoft, Assassin's Creed, empezó a deslustrarse. La serie perdió el norte y el vínculo actual con los usuarios está muy lejos de aquel punto álgido que habían alcanzado con la trilogía de Ezio Auditore. Además, la situación empeoró drásticamente el año pasado, con el lanzamiento de Assassin's Creed: Unity: un título prometedor, pero repleto de errores y fallos. Es cierto que las actualizaciones posteriores y el contenido gratuito ha ayudado a arreglar un poco la situación, pero muchos podrían decir que fue demasiado poco y demasiado tarde.
Por eso, para Ubisoft era fundamental que las cosas se hiciesen bien este año, sobre todo si querían justificar el ritmo de lanzamiento anual. Ubisoft Quebec (el primer estudio en trabajar en uno de los títulos, además del habitual Ubisoft Montreal) lo sabía y estaba dispuesto a devolver a la franquicia esa experiencia esencial que cautivó a los fans en su momento. Así, las aplicaciones para móvil, los modos online y los programas extra de Initiates desaparecieron por completo, y el resultado es un juego mucho más centrado, sólido y divertido. Los personajes, particularmente los gemelos Frye, son interesantes; la historia fluye bien y con un ritmo adecuado; las actividades extra son variadas y están bien integradas, y muchos de los errores y problemas técnicos que había antes son justamente eso, cosas del pasado. Por desgracia, sigue habiendo microtransacciones, contenido que hay que reservar, misiones exclusivas y todos esos incordios, pero es bueno saber que los desarrolladores se centran en lo que de verdad importa.
Esta nueva aventura que nos atañe se sitúa en el Londres del siglo XIX, durante el reinado de la Reina Victoria, y se centra en los gemelos Frye: Jacob y Evie. Ambos nacieron en una familia de asesinos y, cuando el juego comienza, ya están metidos de lleno en el credo. Esto implica que Syndicate no pierde el tiempo con preliminares y, en vez de eso, se interna directo en la acción. Los templarios tienen el control de esta era y su presencia en Londres no tiene rival. Mientras que el poder político y las fuerzas de seguridad están gobernados por figuras clave de la organización secreta, las clases trabajadoras y los ciudadanos normales tiemblan ante la presencia de la banda más malvada de la ciudad, los Blighters (que también están controlados por los templarios).
No obstante, Evie y Jacob están preparados para desafiar al status quo que reina en la sociedad y, por eso, unen fuerzas con Henry Green, el asesino encargado de controlar las operaciones en Londres. Y todo esto yendo en contra de las órdenes del credo. Mientras que Jacob planea reconquistar las calles con su propia banda, los Rooks, Evie se preocupa más por encontrar el nuevo fragmento de Edén que los templarios han encontrado. Además, también hay una historia paralela en el presente, posterior a lo ocurrido en Unity, que incluye la participación de algunas caras familiares.
Aprovechándose de la revolución industrial que reinaba en el momento, Ubisoft Quebec ha conseguido modernizar algunos elementos de la experiencia de Assassin's Creed. Durante esta época, por ejemplo, nadie llevaba armas a simple vista, y mucho menos espadas o hachas. Esto implica que las luchas se llevaban a cabo con otras armas más discretas, y por eso tendrás a tu disposición puños americanos, dagas y cuchillos ocultos y sus múltiples variaciones. También podrás acceder a pistolas, granadas de humo, dardos envenenados y, evidentemente, la icónica hoja oculta.
Además, se pueden mejorar todas las armas con dinero e incluso podréis encontrar esquemas para crear más armas y nuevo equipamiento. También podréis mejorar a Jacob y a Evie a través de tres árboles de habilidad: combate, sigilo y habilidades generales. Es decir, que podrás evolucionarlos como quieras, pero tiene más sentido mejorar las características de sigilo de Evie y las capacidades de combate de Jacob, ya que las mejores habilidades de cada árbol son únicas para cada personaje. Entre otras cosas, al principio de la experiencia, desbloquearás un cuartel general, es decir, un tren en movimiento. Desde él, podrás desarrollar los aspectos de la hermandad y, sobre todo, a los Rooks, la banda de Jacob.
Por otra parte, Londres también es muy diferente del París de Unity. En vez de esas calles claustrofóbicas y repletas de gente, Londres tiene amplias avenidas y edificios enormes, lo que forzó la introducción de nuevas herramientas para mantener el movimiento de la experiencia. Ahora, en la calles, podrás conducir carruajes, que funcionan como coches (hasta se puede derrapar) y, para subirse a los edificios, dispondrás de un gancho, que está conectado a muchos otros puntos del mundo, lo que permite que el usuario se desplace rápidamente. La carreras libres siguen la idea de Unity, pero han refinado sus mecánicas (ahora hay menos probabilidades de que te subas a donde no quieres y hay un botón específico para entrar por la ventana). De hecho, con la introducción del gancho y las carreras libres mejoradas, Syndicate casi se parece a un simulador de Spiderman en la era victoriana.
No obstante, los problemas más importantes surgieron en el combate. Aunque el sigilo funciona mejor que nunca, Assassin's Creed empieza a mostrar su edad a la hora de enfrentarse directamente a los enemigos y, mecánicamente, el combate está muy poco inspirado: ahora es mucho más rápido y se basa en combinar golpes, pero las animaciones no son firmes y las reacciones de los enemigos son francamente pobres. Todo es demasiado rápido y torpe y no hay un impacto tangible con cada ataque. Es cierto que el gameplay de sigilo es mucho más satisfactorio, pero las animaciones de asesinatos sufren del mismo problema.
Nosotros probamos Assassin's Creed: Syndicate en PS4, con la última actualización ya instalada. En primer lugar, los fallos gordos de framerate que tenía el título anterior han desaparecido casi por completo y muy pocas veces notamos que se cayera la tasa. Los 'pop-up' de personajes y objetos también son muchos menos frecuentes y solo ocurrieron cuando íbamos a gran velocidad. En el apartado técnico, Syndicate ya es una experiencia mucho más sólida de lo que Unity fue nunca. Dicho esto, parece haber una reducción gráfica desde el año pasado. En términos de iluminación y detalle, Unity parecía mucho más rico, sobre todo en las escenas de corte. Syndicate es muy consistente y puede ser muy bello en ciertas ocasiones, pero está lejos de alcanzar el nivel de calidad que ya hemos visto en otros títulos de esta generación, incluyendo Unity. Asumimos que este era el precio que había que pagar si queríamos tener unos fps constantes.
Además, Londres está lleno hasta los topes de contenido para el usuario. Hay que conquistar cada distrito para la banda y eso solo es posible con las pequeñas misiones de cada uno. Habrá que secuestrar a individuos concretos (una nueva mecánica), asesinar a objetivos sigilosamente y liberar a algunos miembros de los Rooks. Cuando hayas liberado todas las zonas, os enfrentaréis al líder del distrito en una gran batalla entre bandas, sin olvidarnos también de los coleccionables que hay que descubrir y las misiones secundarias con personajes históricos.
Al respecto, tenemos que lamentar que hayan excluido cierto contenido de la experiencia. La copia que recibimos tenía todos los DLC disponibles, incluidas las misiones exclusivas de PS4 y el contenido de reserva. Ambas cosas le dan más actividades de calidad al título, ya sea investigando crímenes (una gran evolución desde Unity) o enfrentándose a varios casos 'sobrenaturales'. Lo cierto es que nos sentimos mal por aquellos que no tengan acceso a este contenido. Por ejemplo, un usuario de Xbox One o de PC, que habitualmente se compra el juego tras el lanzamiento, no podrá disfrutar de ninguna de estas misiones, pero, por desgracia, así funciona la industria de los videojuegos en la actualidad.
En definitiva, Assassin's Creed: Syndicate es un buen juego y es muy sólido. Además, es mejor que Unity (aunque gráficamente no sea tan bonito) y proporciona una aventura entretenida que permanece estable la mayor parte del tiempo y que no revela grandes fallos. A pesar de haber mejorado desde el año pasado, como ya dijimos al principio, la franquicia empieza a estar un poco desgastada y algunos elementos parecen un pelín pasados de moda. Dicho esto, por lo menos es bueno saber que Assassin's Creed está de nuevo en el buen camino, pero, hasta el momento, con el flujo continuo de lanzamiento anuales, quizás "bueno" es a lo único que puede aspirar la franquicia. Por desgracia, aquellos tiempos en los que el nombre de Assassin's Creed prometía algo verdaderamente especial han quedado muy atrás.