1-2-Switch - impresiones

Uno de los títulos que más atención y mimo recibió durante la presentación de la nueva consola de Nintendo fue 1-2-Switch. Esta colección de minijuegos breves que lleva el mismo nombre que la máquina han sido creados, de hecho, con el único objetivo de demostrar de lo que son capaces los mandos Joy-Con y su sorprendente vibración HD.

Durante la sesión de pruebas de Nintendo Switch de Londres pudimos probar algunos de los más de 30 habrá en la versión final. El número concreto no ha sido aún revelado. En el mismo tráiler de presentación hemos podido ver un duelo cara a cara, conjuro, guitarras, deportes en la playa, señalizaciones marítimas, yoga, ordeño de vacas, duelos de espadas, ladrones, boxeo, ping-pong y algún baile. En conclusión, que temáticamente no tienen nada que ver unos con otros.

Será un título de lanzamiento, de los que acompañen a la máquina el próximo 3 de marzo de 2017. Y dado lo bien que encaja con el propio hardware y la falta de profundidad, lo que nos ha sorprendido es que no sea parte del paquete de lanzamiento, especialmente dado que el precio de Switch en España será de 330 euros y que estamos acostumbrados a que Nintendo deje algo para probar sus sistemas en la caja. Desde nuestro punto de vista, 1, 2 Switch hubiera sido el idóneo.

De todo ese repertorio que habrá en la versión final, solo podemos ofreceros las sensaciones con seis de ellos, que son los que Nintendo ha seleccionado como demostración de su potencial. Lo primero que nos repetían los responsables de mostrarlo es que "estamos intentando que la gente se aparte de la pantalla", y es que a este título se juega mirando a la cara del rival y no a las imágenes de la consola. La interacción se produce directamente con los propios mandos y, como referencia, con el sonido que emiten los altavoces para ir preparándose o empezar la actividad.

Los Joy-Con, por si aún no los conoces, son los mandos básicos de Nintendo Switch, aunque también se vende por separado un mando común llamado Pro. Son dos pequeños aparatos que se conectan a los lados de la consola-tablet formando un todo para jugar en ella como una portátil, o que se conectan juntos entre ellos apoyados en un pequeño soporte (incluido en la caja) para construir un mando normal y corriente, con dos sticks clicables, un d-pad, cuatro botones básicos y cuatro gatillos. Aunque son pequeños, el diseño hace que encajen muy bien en la mano y el miedo a que falte tamaño desaparece. Incluyen todo tipo de extras como un sensor de vibrador de nueva generación que nos ha parecido espectacular, sensores de movimiento de alta precisión, una cámara de infrarrojos, lector NFC y botón share.

1-2-Switch utiliza prácticamente todas esas funciones de una forma u otra. Nos estrenamos con algo clásico, un duelo de espadas kendo en la que un jugador ataca y el otro debe responder cazando el filo antes de que impacte con su cuerpo, sobre su cabeza. Solo un gesto por cada parte, mover los brazos en horizontal o en vertical, para comprobar que la velocidad de respuesta de los sensores de movimiento es muy buena.

Pero lo que más nos gustó es la vibración HD, que pudimos poner a prueba en un par de minijuegos. En uno de ellos, éramos ladronzuelos tratando de abrir una caja fuerte al tacto. Había que mover los mandos hasta sentir el punto correcto de la rueda, muy parecido a lo que tenemos que hacer en Skyrim o en Oblivion, pero mucho más preciso gracias a la respuesta física que ofrece este hardware. Igual de inmersivo es la prueba de contar canicas ocultas dentro de una caja de madera. Teníamos que moverla en todas las direcciones para sentir cómo rodaban en su interior y después decir cuántas había. En serio, la vibración Rumble HD punto a punto de los Joy-Con se hace notar como que las canicas bajan rodando por el mando una detrás de otra, algo impresionante.

Después nos pasamos al baile. En esta prueba, un jugador tiene que hacer una pose y el otro debe imitarla para que la máquina después decida quién lo ha hecho mejor. Para nosotros no decía mucho, pero esto debe marcar la diferencia en Just Dance, porque con los Joy-Con es más fácil que Ubi te obligue a hacer los movimientos completos y largos como en las versiones que dependen de una cámara, pero sin necesidad de tenerla.

Y pasamos al más raro de todos, pero con el que nos reímos muchos: el ordeño de vacas. Nos sentamos frente a frente con el sombrero de paja para tirar de las ubres y conseguir la mayor cantidad de leche posible. Aquí entran en juego los dos gatillos interiores de cada mando, ocultos cuando están unidos, y también el buen hacer moviendo el brazo arriba y abajo. El sensor de movimiento determina quién sube y baja a la velocidad y con la fuerza adecuada.

El último es el que mejor conoceréis si habéis seguido las promociones de Nintendo, porque es ese duelo vaquero con pistolas. Cara a cara, esperando con la brisa en la cara y la mano en la cartuchera a que la máquina dé la señal de fuego. En ese momento hay que levantarlo al frente, apuntar y disparar. Si no lo mueves bien te pegarás un tiro en el pie. Una y otra vez, cuestión de milisegundos. ¿Será este el juego de los chupitos de 2017? De momento, para muchos, una evidente referencia al clásico Wild Gunman de la NES.

Si estos seis juegos sirven para saber realmente lo que se puede esperar de los otros 30 que faltan aproximadamente, le damos nuestro visto bueno. Es una muestra de innovación muy entretenida que, sin embargo, no creemos que dé para que una misma persona esté demasiado tiempo delante de Nintendo Switch en solitario o en escasa compañía. Por eso, los 45 o 50 euros que va a costar se antojan bastante pasados de rosca. Será algo que tengamos que juzgar en poco más de un mes, cuando tengamos la versión final del título y los probemos todos. Nos quedamos con la sensación de que 1-2-Switch hubiera ido genial dentro de la caja, porque divertido sí que es.