Final Fantasy XV - impresiones de Hermanos de armas y Monster of the Deep

Se nota que Square Enix y su estudio Business Division 2 se han tomado Final Fantasy XV como un proyecto con el que ir experimentando y probando conceptos, y no hablamos solo de los cambios en el gameplay o en el diseño del mundo. Antes de que se estrenase, Hajime Tabata dijo que si no triunfaba quizá supusiera el fin de la franquicia. Pero las cuentas salieron, superó las expectativas y ha seguido evolucionando hasta ahora. Dijeron que a la historia principal le faltaba miga y que había algunas decisiones de diseño poco acertadas como la conducción a lo Scalextric o los cambios de ritmo.

De cualquier forma, los de Tabata han seguido adelante tras parchear todo lo que se pudiera, incluso un trozo de la trama. Han lanzado y van a lanzar multitud de expansiones que llevan el juego de un lado para otro, desde las historias personales de los compañeros a una versión chibi para móviles. En el calendario próximo también aparecen dos conceptos muy distintos, el modo multijugador Hermanos de Armas y el spin-off en Realidad Virtual, Monster of the Deep. Ambos han pasado por nuestras manos recientemente.

Empecemos por la expansión del juego base, que probablemente sea la que más gente acabe adquiriendo. Evitando todo lo posible caer en el spoiler, hay que contar que encaja cronológicamente en la segunda mitad de la historia principal, cuando unos sucesos con el Rey Noctis Lucis Caelum provocan que el mundo se sumerja en la oscuridad. No controlamos al protagonista, sino a un soldado Kingsglaive que trabaja con el resto para evitar la destrucción inminente de Eos.

En esta demo no podíamos dar la forma que quisiéramos al soldado, pero al menos Square Enix dejó predefinidos unos cuantos entre los que escoger. De ahí saltamos directamente a un campamento que funcionaba como hub en el que encontrarse con otros jugadores antes de salir de aventura por las tierras devastadas. El mapa tiene un aspecto que va a encantar a los fans de Final Fantasy VI y a quienes disfrutaron del Mundo en ruinas de FFXV, con unos escenarios de destrucción espectaculares. No nos quedó claro si aquí habrá mundo abierto o solo se podrá salir con una misión fija, parece que será esto último.

Esta tarea era sencilla, acabar con todos los enemigos que había por una carretera de Duscae en compañía de otras tres personas, una misión clásica. Los cambios empiezan desde el momento que tomas el control del personaje, porque no se maneja ni como Noctis ni como los demás miembros de su pandilla. Estamos ante un sistema de clases que además exige al grupo formado coordinarse para equilibrar las capacidades conjuntas de ataque, defensa y curación, o será prácticamente imposible acabar con las oleadas enemigas. Se mantienen el sistema de armas variadas, pero no el de magia tal cual, ya que el de aquí se parece más a los Final Fantasy de antes.

Ya no hay que ir buscando orbes por las rocas y las piedras, hay una serie de puntos de magia para gastar en conjuros tradicionales, y no en habilidades modernas como granadas sobrenaturales. Los hechizos de rayo son idénticos a los del Rey Regis en Final Fantasy XV: Kingsglaive, y también se puede usar la barrera defensiva. Los de ventisca tienen un aspecto increíble y la posibilidad de usar conjuros curativos en lugar de pociones u otros para potenciar el ataque es bienvenido.

Jugar a FFXV: Hermanos de Armas con otra gente es bastante distinto al juego base, pero también muy divertido. Esperemos que tengan preparado una buena dosis de contenido o que al menos lo vayan reponiendo cada cierto tiempo y no lo dejen como un lanzamiento único.

Por otro lado está Monster of the Deep: Final Fantasy XV, que para ciertos sectores fue la decepción del TGS 17 porque es, en realidad, un juego de pesca en Realidad Virtual. Aquí vuelven a tomar el protagonismo los cuatro personajes del inicio, Noctis, Prompto, Ignis y Gladiolus, para comportarse como de ellos se espera. El jovenzuelo se pasa el rato dando vueltas y haciendo fotos, Noctis es el que pesca y después Ignis lo cocina. Aquí también tienes que crearte un avatar para entrar a su mundo y comenzar a interactuar con ellos (no nos aclararon si se podrá usar el mismo que en el DLC multijugador).

El gameplay es lo más simple que se os pase por la cabeza, porque en realidad no es más que una excursión de pesca en la que todo se ejecutiva con el sensor de movimiento y en primera persona. Es como una construcción sobre el minijuego del propio título original a la que le han añadido esos dos elementos, pero no hay mucho más en cuanto a mecánicas o presentación. Es cierto que, sobre todo en Japón, hay mucha afición por los títulos de pesca y puede que contente a quienes se han pasado ya horas en sus aguas.

Eso sí, Monster of the Deep es uno de los juegos con mejor acabado visual de todo el catálogo actual de PlayStation VR, así que al menos eso sí lo lleva. Los entornos de Eos lucen de una forma espectacular, sin sufrir los bajones de otros juegos al pasar a la VR, y conserva el nivel de detalle que con esta tecnología merece la pena observar las primeras veces que conectas.

Lo que nos ha dejado claro es que Square Enix sigue tomándose tan en serio Final Fantasy XV como durante esos 10 largos años de su desarrollo principal. Estas dos expansiones tratan de relajar el ambiente después de tanto modo historia con los cuatro personajes. Hermanos de Armas entra dentro del pase de temporada pero Monster of the Deep cuesta 29,99 euros.

Imágenes de FFXV: Monster of the Deep