Soul Calibur VI - impresiones E3

Las sagas de lucha como Street Fighter, Tekken o Virtua Fighter están entre las pioneras del género y, si se busca, se puede encontrar a cada una un foco de acción. La de Capcom es la precoz, la de Sega representa la maestría en el combate y la de Bandai Namco es el éxito accesible. Un tanto escondida entre estas con más nombre ha esta siempre la hermana pequeña y bien armada de Tekken, Soul Calibur. Una franquicia que se ha alineado más con el combate arcade, pero que no ha dejado de lado nunca ni un trasfondo melodramático ni una buena gama de opciones de personalización. Tras un parón bastante largo en el que parecía haber caído en el olvido, está casi lista para volver.

¿Será Soul Calibur VI esa entrega que logre colocar su nombre a la altura de los más grandes? La respuesta, después de jugarlo de nuevo este E3 2018 (tras aquellas primeras impresiones en Navidad), es que quizá. Una frase un tanto vaga que bien merece una explicación de los pros y de los contras con los que nos hemos cruzado.

El equipo encargado de estos juegos siempre ha tenido claro que debía dar mucho peso a la trama, para lo bueno y para lo malo. Eso no cambia en esta sexta entrega, que está compuesta por varias capas narrativas y que contiene mucho relato. Hasta donde hemos podido ver, primero está la historia de Kilik y su búsqueda de la mítica Soul Edge, con la que espera eliminar el mal del mundo. En En segundo lugar, cada personaje tendrá su propia aventura, directamente relacionada con las entregas previas. Por último, una ilustración a lo Max Payne va a ser como guía cronológica. En otras palabras, el nuevo Soul Calibur lleva más componente de historia en su interior que cualquier otro juego de lucha del momento.

Otro aspecto típico es la inclusión de personajes externos a la franquicia que estén bien representados por un arma. Vimos a Link de The Legend of Zelda en el segundo, a Darth Vader y a Yoda de Star Wars en la cuarta y ya sabemos que aquí estará al menos Geralt de Rivia de The Witcher, que es lo que está ahora de moda. Llega con un repertorio de ataques de espada y mágicos que encaja a la perfección en el juego y sus animaciones son muy representativas de como le hemos conocido hasta ahora, en manos de CD Projekt Red. Usar a Geralt en las partidas ha sido una pasada.

El equipo que Bandai Namco ha designado para este proyecto incidió especialmente en el apartado gráfico. Soul Calibur 6 ha nacido desde cero a partir del motor Unreal Engine 4 y para ellos es todo un orgullo haber logrado que se vea como lo hace. Desde nuestro punto de vista, y sabiendo que aún no es versión final, exageraron demasiado. Las texturas no están limpias, las animaciones faciales son tosca, simples, y sus buenos efectos visuales no pueden justificar por sí solos tanta alabanza.

Pero lo importante para un título de este estilo es lo que se siente al jugar. Ni solemos prestar mucha atención a toda esa historia ni se mantiene el mismo nivel de exigencia gráfica que en otros géneros si la imagen va bien fluida. Lo que le pedimos es que el combate sea ágil, intuitivo y divertido. Y nuestras impresiones aquí no han podido ser mejores. La primera razón es que los controles responden con una fineza nunca antes vista en esta serie, que siempre ha usado los automatismos para tapar sus rigideces. La segunda, que incluye una serie de novedades rica y variada.

Los que más nos han gustado son los ataques de espaldas. Si un enemigo acumula suficientes puntos puede ejecutar movimientos 'finishers' de fuerza desmedida, pero pueden ser detenidos con una secuencia que dispara un duelo de espadas muy intenso. Es en este tipo de situaciones cuando Soul Calibur deja de ser "un Tekken con espadas" para convertirse en algo único, repleto de personalidad. Y cuando no estamos ante estos momentos de acción máxima, se presenta como un juego de lucha equilibrado y afinado. Se ve, sobre todo, en el toma y daca entre personajes, cómo cada combinación obliga a adaptar la mentalidad y el estilo en función de lo que ofrece cada rival sobre el escenario, algo que solo se consigue construyendo luchadores únicos.

Así que, a cuatro meses del lanzamiento, ¿pensamos que Soul Calibur VI puede plantar cara o superar a sus rivales? Pues no tenemos aún la respuesta, todavía nos queda mucho que jugar. Está claro que hay elementos que no van a ser punteros como los gráficos, pero su jugabilidad sí es de primer nivel y queremos ver cómo acaba influyendo tanto esfuerzo en su historia. Pues eso, quizás.