Tokyo Mirage Sessions #FE Encore - impresiones

Tokyo Mirage Sessions #FE es un RPG japonés creado por Atlus en colaboración con el estudio Intelligent Systems de Nintendo con la intención original de fusionar Shin Megami Tensei con Fire Emblem. Dos grandes del género se unieron en una exclusiva para Wii U que tuvo una gran acogida en la crítica pero que quedó muy descolgada en las ventas porque llegó a finales de 2015, cuando la consola ya estaba condenada. Quedó la sensación de que era un gran trabajo no aprovechado y por eso lo han repescado para Nintendo Switch.

Con el nombre retocado a Tokyo Mirage Sessions #FE Encore, llega este 17 de enero como primer lanzamiento first-party del año, y mientras trabajamos en nuestro análisis con la versión final, hemos decidido hacer un alto para contaros qué nos está pareciendo tras unas cuantas horas.

El protagonista es Itsuki, un joven que llama la atención especialmente por su incapacidad para darse cuenta de todos los progresos que hacen ese grupo de personajes femeninos que lo rodean en este mundo del espectáculo. Hasta que, un día, aparece en un mundo paralelo en el que tiene que aprender a combatir y a controlar criaturas mágicas, los Mirages, para salvar a sus amigos. Se convierte de repente en un héroe que debe ayudar a los demás, aunque eso de ser líder es otro tema.

Importa muchos elementos del universo SMT, especialmente el sistema de combates por turnos. Utilizando una serie de habilidades y poderes que no para de crecer, la idea es ir a por los enemigos por sus puntos débiles y crear combos con el grupo siempre y cuando tengan el talento necesario. Las cadenas de ataques son esenciales para hacer más daño, y también para aumentar otros beneficios como componentes para armas y dinero conseguido.

No es del todo sencillo, porque tras unas 20 horas de juego, todavía no tenemos del todo claro cómo se calcula el daño matemáticamente. Tokyo Mirage Sessions #FE Encore, por otra parte, incluye algunas mecánicas que reducen el típico grindeo del género y otros aspectos de la progresión de personajes. Algunos de estos aspectos fueron DLC de pago en el original, aquí ya están integrados. Esos avances quedan bien trasladados al componente social del juego y viceversa. En la mayor parte de las misiones secundarias, Itsuki apoya a sus amigos para que puedan descubrir otros rasgos de su personalidad, que después se convierte en habilidades con mucho potencial.

Todos esos atributos permean en el marco narrativo de este título y eso es lo que le da un estilo único. Nuestro grupo está formado por novatos y recién llegados al mundo del espectáculo, así que la rutina gira en torno a varios tipos de bolos, entrevistas, conciertos o sesiones fotográficas. Es una temática poco habitual, pero queda reflejada en el combate a través de las animaciones o los equipos. El tema es claro, así que si lo de los pop idols asiáticos no es lo tuyo, te va a costar digerirlo.

En cuanto a la nueva edición de Nintendo Switch, viene con contenido exclusivo y de este ya hemos tenido la oportunidad de probar las llamadas mazmorras EX de la parte EX Story. De momento, nuestra impresión es que son laberintos con historias cortas no muy espectaculares, pero que dejan botines bastante útiles. Y también hemos encontrado nuestros trajes basados en Fire Emblem: Three Houses.

Otra sensación que nos traemos es que Tokyo Mirage Sessions #FE Encore es de esos juegos que se juegan bien (o mejor) en modo portátil, así que le viene como un guante a Nintendo Switch Lite, gracias a un diseño nada complejo de los escenarios. Sin embargo, las escenas anime que hacen avanzar la historia sí que las disfrutamos más a pantalla completa. Atlus ha logrado hacernos sentir estrellas del espectáculo mediante estos montajes y su banda sonora de pop nipón.

A partir de aquí, seguimos adelante con nuestra partida en busca de un final que esperamos que suba un poco el tono y sea algo más espectacular. Atlus creó un juego con mucho carismo y mucho contenido que encaja en el género y Nintendo Switch le va a ofrecer la segunda oportunidad que se merece. Volvemos con el análisis en unos días.