Análisis de Battlestar Galactica Deadlock para Nintendo Switch

Es increíble lo mal representada que está Battlestar Galactica en los videojuegos, partiendo de su temática y del público que arrastra desde hace 40 años. Mientras que otras odiseas espaciales con mucho tirón como Star Wars o Star Treck sí han tenido sus títulos, unos mejores y otros peores, BSG siempre ha estado a un lado, bastante ignorada. Pero eso ha cambiado gracias a Battlestar Galactica Deadlock, que se ha estrenado en Nintendo Switch tras pasar bastante desapercibido estos dos años que lleva en PC, Xbox One y PS4.

Para quienes no estén muy puestos, el resumen sería así. Había 12 colonias en 12 planetas, Las doce colonias de Kobol, con nombres adaptados de signos del zodiaco. Cada una de ellas poseía sus grandes flotas estelares, formadas por naves principales llamadas Battlestars y por cazas Viper. Construyeron robots llamados Cylons que, a la larga, se revolvieron contra los humanos. Hubo dos grandes guerras: la segunda es la que se ha contado en la serie, y la primera es en la que se basa este videojuego.

Este viaje al pasado es un detalle que los aficionados de siempre van a agradecer, ya que se ha hecho con multitud de elementos conocidos que hacen que la adaptación sea rápida. Pero también es un videojuego abierto a quienes apenas conocen este universo e incluso para quienes no saben nada pero disfrutan de la ciencia ficción interestelar.

Battlestar Galactica Deadlock es un juego de estrategia en el espacio y gestión de recursos muy divertido que destaca especialmente por los combates. Nada de meterse en una nave en primera o en tercera persona y destruir todo lo que se ponga por delante, esto es una batalla aérea para mentes tácticas. Preparaos bien para enfrentamientos por turnos en los que toca planificar bien los movimientos con bastante antelación, definir bien la ruta, tener en cuenta las distancias y distribuir bien las unidades pensando en lo que vendrá después.

Te ofrece un par de opciones tácticas en combate. Por ejemplo, las Battlestars son lentas y poco manejables tienen mucha potencia de fuego, aunque también ah otras naves más pequeñas y cómodas. Tienes que decidir si jugar agresivo o defensivo, pero si vas demasiado rápido muy probablemente te ciegue un ataque Cylon. Una vez que está todo listo y pulsas el botón se ejecuta el turno completo, tanto por tu parte como por la del rival, con animaciones y efectos de sonido extraídos de la propia serie de televisión.

Después están los cazas, que también tienen su peso en todo esto. Los lanzas desde las estaciones y las Battlestars esperando que provoquen un buen lío. Es útil que te permita agruparlos como escuadrón para que sea más fácil asignar un objetivo.

Esa es la capa más básica de las dinámicas de Battlestar Galactica Deadlock, porque hay muchos otros elementos a tener en cuenta que enriquecen las partidas. Por ejemplo, en cada turno se abre una ventana para realizar reparaciones, si tienes desbloqueado ese saber. O para lanzar unos torpedos que se gastan rápido y tardan mucho en recargarse.

La verticalidad es una de las grandes diferencias entre este juego y sus semejantes. No solo hay una plano 2D sobre el que mover la unidades, sino que entran en el espacio tridimensional al poder elevarse o descender y así evitar colisiones. Transmite de verdad esa sensación 3D que no hay en la mayoría de títulos espaciales tácticos. Aporta un factor más a este ajedrez galáctico en el que cada movimiento cuenta de verdad. Además, después puede revistar tus partidas con la cámara automática.

Negativo, por señalar un punto, es que hay combates que se alargan y pueden ponerse un poco repetitivos y aburridos. Junto a la misión principal se abren también algunas secundarias, aportando aún más a algo ya profundo y pleno. Después está toda la parte de gestión que hay que atender entre combate y combate, pues obliga a plantearse si gastar en naves nuevas e influye en tu forma de jugar y en lo conservador que vayas a ser durante la partida. Gestionar mal la economía o derrochar se puede volver en contra más pronto de lo que parece.

Como decíamos, no hace faltar estar al día en la historia para poder jugar a Deadlock. Pero ayuda y hace que todo sea más ameno. Quien haya visto la serie va a captar más rápido para qué se debe usar cada nave y va a estar más enganchado a los diálogos. Habrá ciertos comentarios y referencias que consigan sacar alguna sonrisa.

El audio viene en esa dirección nostálgica y por eso nos ha convencido. Y también nos han gustado los gráficos. No hay mucho a lo que mirar en la profundidad del espacio, pero al menos las naves se ven bastante bien desde una distancia considerable. Sobre todo funciona bien el estilo general escogido y el respeto por los materiales. Aunque si lo miras todo desde cerca se les nota el acabado algo más cutre. También estamos satisfechos con una interfaz cómoda, menos complicada de gestionar de lo que puede parecer a primera vista. Se controlaba bien con teclado y ratón y la adaptación a los mandos de botones y palancas también es muy agradable, y eso es un plus.

Para quienes quieran practicar el arte de la guerra hay un modo secundario de combate puro, sin gestión de recursos. La verdad es que a nosotros nos ha parecido que así no tiene ninguna gracia y le hemos hecho poco caso.

Nos quedamos con todo lo demás, en su conjunto. Battlestar Galactica Deadlock es esa adaptación al videojuego que un fan de la serie puede disfrutar sin pensar si está ante la superproducción que le gustaría ver. Es fiel, pero también libre. Está bien trabajada y es profunda como juego de estrategia, pero es accesible a todo el mundo, sobre todo para quienes han soñado con grandes batallas en el espacio.