Análisis de BattleTech - Heavy Metal

Battletech es una experiencia táctica muy amplia. Cambia tanto la cosa entre cada partida en el modo Carrera, ya sea por los mecas a los que te enfrentas, las armas que vas consiguiendo o por los avatares que ocurren y cambian el destino de tu partida por los pelos. Desde que analizamos el juego base han ido llegando actualizaciones de bastante peso como Urban Warfare o Flashpoint, y ahora volvemos a él porque recientemente ha quedado publicado un DLC llamado Heavy Metal que viene repleto de contenido: ocho robots más, varios sistemas de armamento e incluso una minicampaña Flashpoint.

El título ya lo dice todo, esto va de acero y chapa. Los recién llegados son Flea, Rifleman, Archer, Assassin, Vulcan, Phoenix Hawk, Annihilator y Bull Shark, este último, un especial que se consigue mediante el DLC de historias cortas. Gracias a una actualización gratuita también puedes llevarte otros dos, llamados Warhammer y Marauder. Para tenerlos bien equipados llega un buen arsenal adicional, como el nuevo mortero, que tienen un efecto ampliado novedoso. Lo trataremos más adelante.

De los ocho robots, siete son históricos de la serie BattleTech y uno es completamente nuevo, el citado Bull Shark. Es un LosTech de la era Star League con muchos puntos de armamento, pero que se calienta cosa mala. Como decíamos, viene asociado a su Flashpoint, pero esta minicampaña no lo es tal y nos va a costar bastantes horas de partida, porque hay que completar contratos y bajas entre misión y misión. Nos va a permitir enfrentarnos a dos históricos como Bounty Hunter y Black Widow.

Bull Shark puede cargar todo muchísimo armamento y es capaz de hacer daño superior a 500 puntos, lo nunca visto (al menos por nosotros), pero como se calienta tanto tuvimos que hacer algunos ajustes y sustituir algunas de las armas básicas por raras (+++ o mejores) para instalar nuevos disipadores térmicos. Perdimos fuego de ataque, pero es más utilizable y, aún así, conservamos el mortero. Esta es la mayor novedad de combate pues hace daño en una área amplia a todas las unidades allí presentes, entre 10 y 50 puntos, y tiene alcance a zonas no visibles, pero conocidas por el radar. Su punto negativo es que admite una carga por misión. Es ideal para combinarlo con otros mecas más ágiles.

En cuanto a los otros siete introducidos en Heavy Metal, traen una combinación de estilos. Desde los ágiles y rápidos como Flea o Assassin al especialista en misiles contra pesados Archer. Si te pones a repasar uno a uno, compruebas que el estudio ha querido tocar todos los palos, por lo que son muy combinables con tu equipo anterior. Flea, además, es ideal para la otra nueva arma, el rayo COIL Beam, cuyo poder se multiplica por la capacidad de evasión del usuario. Es muy útil en áreas abiertas pero te deja muy vendido.

Tras muchas horas de partida, la gran pregunta es si este DLC, que cuesta 19,99 euros por separado, merece la pena. La respuesta es un rotundo sí. Tenemos una serie de Flashpoints en los que enfrentar a dos mecas legendarios, y ganamos un nuevo super-meca. Hay tres de los nuevos a elegir que nos han gustado especialmente. Las novedades en armamento abren un abanico estratégico en los robots pesados y, gracias al COIL Beam, también en los ligeros, que en el end-game estaban quedando bastante de lado.

Lo mejor es que el contenido de Heavy Metal ha quedado muy bien integrado en BattleTech, y funciona tanto empezando una nueva carrera como si ya la tienes avanzada. Para quienes quieren un poco más de acción, es el DLC ideal.