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Bendy and the Ink Machine

Análisis de Bendy and the Ink Machine

Los muñecos de goma nunca habían dado tanto miedo.

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La animación de muñecos que parecen de goma y el estilo de los dibujos de principios de siglo XX han vuelto a ponerse de moda en el mundo de los videojuegos, con títulos como Epic Mickey y, más recientemente, Cuphead. Ahora toca coger ese tipo de animación y aplicarlo al mundo del terror, que es exactamente lo que ha hecho theMeatly Games Ltd. Con Bendy and the Ink Machine. Tras sacar progresivamente cada capítulo desde febrero del año pasado, han lanzado una edición completa que nos sirve para cocinar este análisis con todo.

Este estilo antiguo de animación es el pilar central de la experiencia, ya que entras a Joey Drew Studios como excompañero de Drew, que te ha invitado a que eches un vistazo a algo que dice que necesitas ver. Al llegar te das cuenta de que todo está vacío y de que estás solo vagando por esas habitaciones... o no.

El título del juego se refiere al personaje por el que estudio es famoso: Bendy, su versión de Mickey Mouse. Por eso verás dibujos, recortes de cartón, vídeos y más de Bendy allá donde mires, con su sonrisa pícara e inconfundible que esconde algo de siniestro tras esa fachada. De hecho, el inquietante silencio del estudio te sumerge en un ambiente amenazante desde el principio, aunque hasta que los recortes no empiezan a moverse no te entra un poco de 'cague'.

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En el primer capítulo los sustos son moderados pero tienen un gran efecto y, en su mayoría, la aventura consiste en moverte por ahí, resolver pequeños puzles y averiguar cómo avanzar más por las instalaciones. Después de un rato jugando, cambia la forma de jugar, ya que el ritmo lento y tranquilo deja paso al alboroto cuando entras en contacto directo con los enemigos, a los que tienes que vencer con armas. Hace un bueno uso y planteamiento de su utilidad para meter algo de variedad sin llegar a convertirse nunca en un un jugo de combate.

Bendy and the Ink Machine

Los monstruos a los que te enfrentas varían. Hay un enemigo dominante que no puedes matar y del que te verás obligado a esconderte cuando aparezca (como en Alien: Isolation), pero por lo general estarás machacando bichos monstruosos hechos de tinta. Mueren bastante rápido y no suponen un obstáculo, pero considerando que pueden aparecer en cualquier momento haciendo mucho ruido (especialmente El Proyeccionista), provocan un gran sobresalto mientras vagas por las habitaciones. Dicho esto, conseguir golpear a algunos de ellos fue frustrante a veces, ya que es difícil acertar aun apuntando bien.

El juego sacrifica parte de ese aspecto de terror al exponerse más y cambiar a un rol activo con armas, pero nunca pierde el tono. Las cosas se vuelven más y más perturbadoras a medida que avanzas a través del desastre entintado en el que se ha hundido el estudio y siguen habiendo momentos de sobra a causa del excelente diseño de sonido. La tensión nunca se alarga demasiado; de hecho, nada se alarga mucho, ya que nunca pasarás demasiado tiempo en una zona, en un puzle o al luchar con un enemigo. Bendy ha logrado evitar esos momentos que te sacan tanto de punto al tirar siempre para adelante.

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Como siempre está avanzando, puede parecerte que se acaba bastante deprisa (vimos los créditos en poco más de tres horas y media), pero los puzles que te encuentras son variados y frescos. Algunos te piden intentar ganar en pruebas de feria, mientras que en otros tienes que moldear tuberías de tinta, todo mientras andas con pies de plomo con las amenazas que te esperan. Todo es muy simple, pero sin llegar a ser aburrido, y no sufre del crónico caso de "andar lento da más miedo"

Bendy and the Ink Machine
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No nos hemos olvidado del estilo, pero es mejor mencionarlo lo último porque es lo más sobresaliente de toda la experiencia. Hoy en día, vemos los dibujos de principios de siglo XX con algo de recelo por su rareza y cierto enfoques cuestionables de algunos temas (por ejemplo, caricaturizar a las minorías), y lo que ha hecho theMeatly Games es, efectivamente, extraer esa inquietud, ese sentimiento siniestro que nos da cuando vemos estos dibujos, y juntarlo todo para hacerlo terrorífico.

Nada en el estudio es seguro y adorable, que es lo que se espera con los dibujos, ya que todo es una máscara (también literalmente, aunque no os haremos spoiler) de la naturaleza claramente corrompida del lugar. Símbolos satánicos y garabatos fruto de la ansiedad se juntan con el desastre del abandono que ha sufrido el estudio, y está claro que los dibujos están detrás de todo esto. Al fin y al cabo, una máquina de tinta es responsable de inundar el edificio.

Es fácil centrarse en los dibujos como lo mejor de la parte visual, pero también hay algo único en lla manera en la que el mundo está planteado. Como puedes ver en las capturas de pantalla y los vídeos que acompañan, todo tiene un tinte amarillento y más de cerca puedes incluso apreciar detalles más delicados, como si los hubieran dibujado a mano.

Bendy and the Ink Machine

En la primera media hora de juego nos recordó muchísimo a Bioshock, y si eres fan de ese clásico hay una gran probabilidad de que te encante este también. Gran parte del parecido es por el toque vintage, pero también apreciamos el mismo uso de la narrativa ambiental con diarios de voz para aportarle un extra. acentos antiguos muy exagerados dan voz a lo que va ocurriendo y transmiten una sensación más escalofriante de los desastres que han tenido lugar. Es la clave para conseguir esa atmósfera que se busca desde el principio e incluso sirve para dar pistas sobre qué hacer o adónde ir.

Esta no es la única cosa 'Bioshockesca' en Bendy. Muchos personajes son muy específicos de su tiempo, como vimos en Rapture, pero también existe un aislamiento como protagonista. Henry (nuestro héroe) se parece mucho a Jack en el sentido de que no tiene cara y que se deja llevar por la voluntad de los que le rodean, y solo puede desplazarse al completar tareas de parte de los que controlan el edificio. Es tanto la persona que puede salvar el mundo como a la que se le quitó todo lo que tenía.

Bendy and the Ink MachineBendy and the Ink Machine
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Con todos estos logros, desafortunadamente, hay un par de pegas que poner a Bendy and the Ink Machine. Lo jugamos en Xbox One, y aunque podemos perdonar un par de caídas de fps y largos tiempos de espera para cargar, nos decepcionó mucho que se nos impidiera el paso en el capítulo Archivos (que se desbloquea tras acabar el juego para desvelar el concept art) porque la pantalla de carga nunca desaparecía, aunque podías escuchar a nuestro personaje saltar y moverse por ahí.

Eso no quita el hecho de que no solo Bendy es una de las experiencias de terror más únicas que hemos jugado recientemente, sino que hace uso de las ideas de una manera tan efectiva que siempre invista a seguir adelante para ver qué viene después. La comparación con Bioshock nunca puede ser mala, especialmente en cuanto a la construcción del mundo, e incluso le vendría bien un poco más de pulido, pero se lo recomendaríamos a todo el mundo, hasta a los gamers más peques. Al fin y al cabo, está admitido para mayores de 12 años, así que mientras puedas soportar los sustos, te espera un buen viaje.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Buen ritmo, nada hace que sea frustrante, mundo y ambientación increíbles, puzles variados, concepto creativo, el estilo es un soplo de aire fresco.
-
Cuesta darle a ciertos enemigos, caídas de fps, tiempos de carga, el capítulo opcional se nos bugueó.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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