Bioshock: The Collection para Nintendo Switch

La trilogía Bioshock por fin se estrena en una plataforma de Nintendo con la salida de Bioshock: The Collection como parte de la iniciativa 2K ♥ Switch. Esta colección recopila los clásicos Bioshock (2007), Bioshock 2 (2010), y Bioshock Infinite (2013), con sus respectivos DLC y expansiones (salvo, lógicamente, el contenido online del título intermedio). En realidad, cada juego se puede comprar por separado digitalmente por 19.99 € o como parte de la trilogía completa por 49.99 € (físico o descarga). Por ejemplo, nosotros hemos metido el cartucho y te permite instalar los tres juegos por separado. Parece un precio justo, teniendo en cuenta la calidad de los originales... y también del trabajo de adaptación a la consola híbrida.

Los juegos en sí son de sobra conocidos como exponentes de los shooters inmersivos en primera persona. Cada aventura motiva a los jugadores a explorar sus mundos, sus temáticas y sus historias apoyadas en sorprendentes giros narrativos. Por lo tanto, en lugar de destriparos esas tramas a los que aprovecháis esta versión para jugarlos por fin, la curiosidad de este análisis se centra en qué tal funcionan las nuevas versiones en Nintendo Switch. Dicho esto, he aquí una breve introducción a cada juego:

Bioshock

El sucesor espiritual de System Shock sorprendió a propios y extraños la generación pasada con una aventura en primera persona repleta de momentos memorables, una ambientación fantástica y varias mecánicas de juego adelantadas a su tiempo. El juego sucede en Rapture, una ciudad subacuática que se construyó en las décadas de los años 40 y 50 para escapar de las restricciones de la sociedad. Su propuesta combina tiroteos y habilidades especiales, pero sobre todo introduce personajes y situaciones que se quedan grabados en su imaginación colectiva, incluyendo los enigmáticos Big Daddies y Little Sisters. Bioshock también se saca de la manga uno de los mayores giros de la historia de los videojuegos, uno que dejó a millones de seguidores, bueno, en 'shock' con su alucinante revelación.

Bioshock 2

Mientras que Ken Levine, creador de la serie, ya estaba manos a la obra con Bioshock Infinite, otro equipo estaba cociendo esta secuela directa, la que se suele ver como la oveja negra de la trilogía. Bueno, nosotros creemos que esa calificación es un poco injusta, pues si bien no está al nivel (ni mucho menos la originalidad) de los otros episodios, Bioshock 2 sigue teniendo mucho que ofrecer y merece una exploración de cabo a rabo. Es cierto que la narrativa no consigue el mismo impacto que su predecesor, pero supo destacar al poner al jugador en el papel de un Big Daddy, lo que permitió al equipo de desarrollo generar varias situaciones acuáticas muy curiosas. Y aunque copiaba el estilo y varias ideas del primer juego, Bioshock 2 también nos presentó a la Big Sister, lo que generaba un interesante conflicto entre protagonista y antagonista.

Bioshock Infinite

Incluso bajo los estándares de hoy día, Bioshock Infinite sigue siendo un juego fenomenal. Ken Levine cogió el concepto de la primera aventura y le dio la vuelta literalmente, mandando al jugador a Columbia, una ciudad en las nubes donde todo era colorido y grandilocuente. Como Booker DeWitt, el primer protagonista parlante de la serie, toca buscar y rescatar a Elizabeth, una chica misteriosa con poderes excepcionales. Lo que sigue a raíz de esta premisa es un viaje muy singular que sabe lidiar con temas como el racismo, el fundamentalismo religioso o el excepcionalismo estadounidense, todo personificado de forma brillante en el antagonista, el Padre Comstock. También se guarda sus ases debajo de la manga en forma de giros geniales de guion y aporta dos expansiones para conectar la saga como un todo, así que Bioshock Infinite sigue siendo uno de los juegos más impresionantes y memorables de la última década.

Tras poneros al día a los nuevos jugadores o curiosos, ¿qué tal funciona BioShock: The Collection en Nintendo Switch? Quizá la forma más sencilla de describirlo sería diciendo que lucen como versiones ligeramente superiores de los originales de Xbox 360 y PS3. Si bien las remasterizaciones que llegaron a Xbox One y PS4 van a 60 imágenes por segundo, la versión de Switch se limita a 30 fps, y a veces tampoco puede mantenerlos fijos. Los tres juegos, pero sobre todo Infinite, también se ven menos definidos y espectaculares que en las versiones más modernas para el hardware superior, lo que sinceramente era tan esperable como aceptable.

Por lo tanto, aunque no alcancen el nivel de las otras consolas actuales, esta adaptación es una gran novedad en el catálogo de Nintendo Switch en tanto que mantiene la esencia inmaculada, no estropea en nada los excelentes originales y resulta muy funcional. Los que no os hayáis pasado ya Doom o Wolfenstein en Switch quizá no estéis tan cómodos con los mandos Joy-Con o los controles de Nintendo Switch Lite en este género, y el formato portátil agradecería una adaptación más efectiva en cuanto a tamaño de fuente y diseño de interfaz, pero es ponerse quisquillosos con cosas que no afectan realmente a las experiencias originales, que siguen siendo tan fantásticas como siempre. Si nunca has jugado a los Bioshock, hazte un favor y consigue esta asombrosa trilogía que ahora puedes llevar a cualquier lugar. Desde bajo el agua hasta el cielo.