Análisis de Black Mesa 1.0

No hace falta decir nada del Half-Life original, ya se ha dicho todo. El shooter de Valve pasó a la historia como uno de los juegos más icónicos, al igual que su secuela. Y no solo eso, también sirvió como modelo para otras tantas campañas individuales y lineales que le siguieron y acabaron haciéndose famosas. Así pues, el clásico se convirtió en una especie de figura paterna en muchos sentidos para todos aquellos que llegaron después de él, y esto no es algo que suela pasar con muchos juegos.

Sin embargo, hay que admitir que últimamente hay mucha actividad con Half-Life, lo cual es bastante emocionante ya que la saga ha estado inactiva durante tantos años al destinar Valve su tiempo y recursos a otros proyectos. Todo esto cambiará a finales de este mes, cuando la serie continúe con el juego exclusivo para realidad virtual Half-Life: Alyx. Pero, antes de eso, y tras cinco años de desarrollo, el ambicioso remake desarrollado por fans, Black Mesa, ya no se encuentra en acceso anticipado, lo que quiere decir que por fin está acabado y en versión 1.0.

Pero... ¿Qué es Black Mesa? Es un juego que empezó como un proyecto creado por fans por amor a la serie. En 2012 se creó un mod llamado Black Mesa: Source, que intentaba recrear el juego original pero utilizando una versión más moderna del motor gráfico, el Source Engine. Sin embargo, este tipo de proyectos aparecen cada dos por tres, así que podrías preguntaros por qué este en concreto es diferente. Pues bien, porque en lugar de cancelar el proyecto al ser extraoficial, Valve dio luz verde al juego para que se vendiera y, gracias a esto, empezó un proceso de desarrollo que duró ocho años, cinco de los cuales se mantuvo en acceso anticipado, y que contó con miles de horas de trabajo voluntario que finalmente han dado como resultado un lanzamiento oficial y definitivo en Steam.

Por supuesto, el juego incluye todos los capítulos del original además de algunas actualizaciones visuales muy importantes. Por no hablar de que el equipo, que trabajaba bajo el nombre de Crowbar Collective, también retocó aquellas partes que en su momento no gustaron demasiado, en concreto, el final del juego, también conocido como la parte Xen. Así pues, podríamos decir que el remake ha modificado y mejorado el original. La verdad es que el equipo no tuvo acceso a los archivos originales, pero en la práctica se asemeja bastante más a lo que se conoce como un remáster. En definitiva, es una clara pero no completa modernización del icónico Half-Life.

Y sin más preámbulos, la pregunta que os estaréis haciendo todos, ¿deberíais comprarlo? Bueno, es una pregunta algo difícil de responder, pero, nuestra primera respuesta nada más pasárnoslo sería un "SÍ" rotundo. ¿Por qué? Pues porque Black Mesa, a pesar de que no sea el salto cuántico visual que muchos soñaban (o un remake AAA al estilo de Resident Evil 2 y Final Fantasy VII: Remake), es la versión más actualizada, fluida y satisfactoria de Half-Life que se puede jugar. Incluso después de todos estos años, sigue siendo un juego increíblemente bien diseñado, lleno de grandes secuencias, una buena narrativa y mucha acción.

Está claro que todavía tiene muchos fallos técnicos, incluso en la versión final. Nos encontraremos con reacciones físicas extrañas por aquí y por allá o incluso nos enfrentaremos ante pausas recurrentes en las que leeremos "Cargando..." durante cinco segundos antes de que podamos continuar. Sin embargo, aparte de todo esto, el juego funciona bastante bien de principio a fin y es fácil adentrarse en este mundo y experimentar la pesadilla de Gordon Freeman y su viaje por las oficinas infestadas de alienígenas. Estamos seguros de que ahora sería mucho más difícil meternos en la historia si hubiéramos empezado el original después de todos estos años.

Si al final decidís tomaros Black Mesa como una forma de revivir la experiencia, entonces el trabajo de Crowbar Collective será más que suficiente y haréis una buena compra por unos 17 euros. Sin embargo, no debéis esperar un "remake" como tal, ya que si tenéis esa idea en mente puede que lo comparéis con títulos como MediEvil, Final Fantasy VII: Remake, Crash Bandicoot: Nsane Trilogy o Resident Evil 2 y esto no dejaría a Black Mesa en muy buen lugar. Sí, técnicamente es un remake, pero realmente se comporta como un remáster. Sea como sea, hablamos del regreso de una obra maestra, y esto hay que tenerlo en cuenta.

Dicho esto, si al final compráis Black Mesa, podéis esperar una maravillosa campaña individual llena de misterio, con una música magnífica, una gran ambientación e intensos duelos de disparos. Puede que notéis que el juego tiene una edad, pero también os daréis cuenta enseguida de la influencia que ha tenido para el resto de shooter modernos.

Black Mesa está hecho con mucho amor y es el producto del amor incondicional por Half-Life, lo notaréis conforme vayáis jugando. Por suerte, es como si fuera una edición definitiva, la manera definitiva de vivir un clásico. Sin embargo, es cierto que no podemos ignorar por completo los pequeños errores técnicos y, como ya hemos dicho, si lo probáis esperando un remake, puede que os decepcione un poco que Crowbar Collective no haya sido capaz de ir más allá en 2020.