Análisis de los earbuds Bowers & Wilkins Pi6

Ahora es casi imposible que un fabricante de intraauriculares produzca y diseñe un producto que destaque directamente en el mercado. Ya se trate de materiales específicos, compatibilidad con determinados códecs o tamaño de la carcasa y duración de la batería, lo hemos visto todo, y el mercado se ha puesto de acuerdo en una especie de estándar de diseño universal del que las desviaciones son raras, si es que aparecen.

Por eso es fácil descartar a un fabricante tradicional de alta fidelidad de gama alta como Bowers & Wilkins, que puede hacer grandes cosas, pero se enorgullece de su anonimato.

Es incluso "peor" cuando los últimos Pi6 son una especie de intermedio, diseñados para ser una alternativa ligeramente más barata que los Pi8. Dicho esto, siguen costando alrededor de 250 euros, lo que las sitúa junto a las competidoras más caras: AirPods Pro, Sony WF-1000XM5 y Samsung Galaxy Buds3 Pro.

¿Qué tenemos aquí? Bueno, por este dinero obtienes la certificación IP54, unas 7-8 horas de reproducción con ANC y 24 horas combinadas con las cargas ocultas en la carcasa, Bluetooth 5.4 y compatibilidad con códecs como SBC, AAC y aptX Classic y Adaptive. Por supuesto, hay cancelación de ruido activa avanzada, varios micrófonos para conversaciones cristalinas y materiales que, por supuesto a este precio, telegrafían con bastante claridad que se trata de un producto de gama alta.

Pero también hay problemas desde el principio. No hay carga Qi para la funda, lo que considero casi un motivo de ruptura, especialmente a este precio. Sí, es importante crear una diferenciación entre estos y los Pi8 más caros, pero esto es francamente absurdo. Además, tuvimos bastantes problemas con los controles táctiles de la superficie de cada dispositivo. Aún no estamos seguros de si esto se refleja en otras reseñas de la Pi6 o si podría ser un defecto, pero en muchísimos casos la Pi6 requirió múltiples intentos para invocar a un asistente inteligente o coger una llamada con un solo toque. Además, la activación automática como "Oye, Google" está completamente ausente.

También probamos la aplicación que lo acompaña. Es bastante elegante y proporciona acceso a ajustes rudimentarios como los modos ANC y un pequeño ecualizador. No parece tan acabada como el propio hardware y, junto con los defectos mencionados, hay algunos problemas de optimización que no esperábamos ver a este precio.

Afortunadamente, el Pi6 cumple donde hace falta. Los transductores de 12 milímetros pueden utilizar 24 bits y el mencionado aptX Adaptive, y tanto si escuchas audiolibros y podcasts, como sintetizadores pesados de James Blake o la banda sonora polifacética de Dune: Segunda Parte, aquí es donde Bowers & Wilkins vuelve a brillar. Hay profundidad, hay amplitud, y aunque este aspecto de una experiencia intraauricular siempre es difícil de describir, siempre fue la mejor parte de la tarea de revisión. Hay que decir que el ANC dista mucho de ser el más eficaz del mercado, ya que tanto Apple como especialmente Sony ofrecen una cancelación del ruido mucho más adaptable y dinámica, capaz de adaptarse más fácilmente a las circunstancias cambiantes. Pero la experiencia de sonido no tiene rival, incluso a este precio.

La cuestión es si puedes "vivir" con la falta de optimización en otros aspectos. El Pi6 suena bien, muy bien, pero a 220 £, como consumidor deberías poder esperar algo más completo, sobre todo cuando la competencia ofrece precisamente eso. Por lo tanto, esta es una recomendación algo tibia, que debería terminar diciendo que Bowers & Wilkins aún puede ofrecer sonido de alta fidelidad en un paquete de consumo como pocos; solo que parece que el trabajo específico de eliminar o rebajar funciones para convertir un Pi7 o Pi8 en un Pi6 ha sido más importante que la visión de un producto más completo y acabado.