Análisis de Cadence of Hyrule - Crypt of the NecroDancer Feat. The Legend of Zelda

Antes de nada aclaramos que a partir de ahora nos vamos a referir al título como Cadence of Hyrule, en lugar del trabalenguas que es Cadence of Hyrule - Crypt of the NecroDancer Feat. The Legens of Zelda (intenta decirlo cantando, encima). Aunque en términos de SEO cumple con las condiciones, nos resulta un poco engorroso para una reseña escrita, así que hemos decidido optar por la taquigrafía en esta ocasión.

Se trata de un crossover basado en los fundamentos de Crypt of the Necrodancer con una maravillosa ambientación de Legend of Zelda que seguro que los fans de Nintendo agradecerán. Crypt of the Necrodancer es un título sobresaliente que ya hemos probado anteriormente en múltiples plataformas, y esta interpretación de la fórmula al estilo de Zelda es una mezcla de temática y sistemas de juego superior a todo lo que hemos visto en los últimos días.

En esencia, Cadence of Hyrule es un juego de aventuras roguelite en el que tenemos que explorar niveles, encontrar tesoros y derrotar a enemigos. Al igual que en CotN, Brace Yourself Games ha cogido el sistema de juego de 'paso a paso' del Rogue original y le ha dado un aire totalmente nuevo, por ejemplo, mediante la introducción de música y la opción de recibir recompensas por movernos al ritmo de la misma. Concretamente, recibimos diamantes extra si acabamos con todos los monstruos de una zona sin perder el ritmo.

Por su sistema de juego, se parece más al Rogue original que la inmensa mayoría de títulos que se hacen llamar 'roguelike', pero es más bien un roguelite porque la progresión es realmente sencilla (no obstante, dispone también de un modo de muerte permanente). Al igual que en CotN, si morimos debemos empezar de nuevo, pero la acumulación de riqueza se mantiene más allá de cada vida individual y de la permadeath. De hecho, Cadence of Hyrule es aún más generoso en este sentido. Abundan los diamantes que podemos utilizar para comprar nuevos objetos para la aventura, y aunque obviamente perdemos algunos objetos, al menos se conservan las armas que encontramos en nuestro camino.

Se puede jugar con un generador aleatorio, pero nosotros decidimos hacerlo con el mapa original diseñado por los desarrolladores. El mapa está formado por diferentes áreas, cada una con múltiples objetos que recoger y enemigos a los que derrotar, que tienen relación con Hyrule y están inspiradas en aventuras anteriores. Muchos niveles poseen áreas desbloqueables con botines aún más tentadores (si es que disponemos del equipo necesario para conseguirlos), así como algunos puzles de luz que debemos resolver, lo que alimenta aún más la atmósfera del Zelda. A favor del título cabe decir que aunque se basa en mecánicas nuevas, parece una entrega de Zelda, por lo que los creadores tienen mucho mérito.

En nuestro viaje por Hyrule nos enfrentamos a bestias conocidas, como los bokoblins, pero también hay muchos enemigos que recuerdan a criaturas contra las que hemos luchado en Crypt of the Necrodancer. Aunque puedan tener un aspecto diferente, son bastante similares. Cada tipo de enemigo tiene un estilo de combate, y parte de la experiencia del juego consiste en aprender los patrones de movimiento de cada uno y actuar de una forma u otra dependiendo de la situación. La mayor parte del tiempo esto es bastante sencillo, pero de vez en cuando la pantalla se llena de poderosos enemigos y puede resultar complicado estar al tanto de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

Con el tiempo podemos desbloquear más corazones para aumentar nuestra vida y conseguir armas que modifican el efecto de los ataques, como un sable que asesta tres golpes a la vez. También hay una amplia selección de objetos que podemos atesorar en nuestro inventario y equiparnos si queremos, los cuales aportan más opciones tácticas con las que experimentar. Hay un sinfín de objetos con detalles especiales, desde anillos que reflejan el daño hasta botas para andar por el aire,

Una vez que llegamos al mundo de Hyrule al comienzo del juego (aunque empezamos jugando como Cadence, que aparecía en CotN) tenemos que elegir entre despertar a Link o a Zelda de un profundo sueño (nosotros probamos con Zelda en el modo de un jugador y con Link en el cooperativo), pero no parece haber una gran diferencia entre ambos. Tras elegir el personaje llega el momento de explorar el mundo en busca de cuatro mazmorras antes de dirigirnos al castillo para enfrentarnos con el villano principal, Octavo. Independientemente de quien elijamos, exploramos el mismo mundo repleto de localizaciones conocidas, luchamos contra enemigos típicos cada zona y escuchamos la música que evoca lo mejor tanto de Necrodancer como de Zelda. Sin duda los fans disfrutarán mucho de este trabajo que ha conseguido dar vida a un mundo pixelado totalmente nuevo a la vez que familiar.

El cooperativo local se ha implementado muy bien, pero puede resultar difícil controlar lo que ocurre cuando juegan dos personas a la vez. Si uno de los dos jugadores sale de una zona arrastra al otro a la siguiente pantalla sin importar lo que esté haciendo en ese momento, algo que resulta un poco molesto. Pese a todo, disfrutamos de las opciones tácticas que ofrece tener un compañero, y gracias al uso libre del escudo, un jugador puede acorralar a los enemigos mientras el otro los derriba con un golpe bajo en el costado.

En definitiva, Cadence of Hyrule es una excelente recreación de la fórmula de Crypt of the Necrodancer y creemos que ha sido una buena decisión hacerlo más accesible. No solo permite acercar este original sistema de juego roguelike rítmico a un público más amplio, sino que al ser menos exigente resulta más fácil avanzar en el juego y explorar todos sus matices sin importar nuestra habilidad. El énfasis en la resolución de puzles y el recorrido del mapa ayudan a diferenciarlo del resto de entregas y a asimilar los posibles patrones de enemigos tomados del original. Por otra parte, si vamos a copiar los movimientos de cualquier juego, debería ser del marchoso Crypt of the Necrodancer. Cadence of Hyrule, al igual que el título en el que se ha inspirado, es adictivo, cautivador e increíblemente divertido. Y si no nos crees, pruébalo gratis.