El partido de ayer entre Cleveland Cavaliers y Oklahoma City Thunder no parecía un partido normal de mitad de la temporada regular. Tenía un aire de playoff o incluso de final, porque enfrentaba a los dos líderes indiscutibles de la temporada. Los locales, Cleveland, ganaron 129-122, y ampliaron su récord de 32 victorias y 4 derrotas, líderes de la Conferencia Este. A nivel local, sólo han perdido un partido, y han ganado 19.
Por su parte, los Oklahoma City Thunder, a pesar de sumar otra derrota, también son líderes de la Conferencia Oeste: 30 victorias y 6 derrotas. Según los registros de la NBA, éste fue el primer partido de la NBA de la historia en el que se enfrentaron un equipo con una racha de 15 victorias consecutivas (Oklahoma) y un equipo con una racha de 10 victorias consecutivas (los Cavs). A principios de temporada, los Cavs también tenían su propia racha de 15 victorias consecutivas, que rompieron los campeones del año pasado, los Boston Celtics.
También fue la tercera vez en la historia de la liga que equipos con un porcentaje de victorias de 0,850 o superior se enfrentan a estas alturas de la temporada. El ajustado resultado, 129-122, también habla de la calidad de ambos equipos: ambos equipos intercambiaron posiciones en el marcador 30 veces, con los Thunder por delante tras el primer cuarto, 25-32.
Al final, con los tiros de Jarrett Allen (25 puntos), Evan Mobley (21 puntos) y Darius Garland (18), compensando la mala noche de Donovan Mitchell (11 puntos), los Cleveland Cavaliers destacaron y ampliaron a 11 su racha de victorias. Veremos cuánto dura esta vez...