Análisis de Clair Obscur: Expedition 33

Clair Obscur: Expedition 33 es uno de los mayores ejemplos de un juego que cumple y supera fácilmente las expectativas de los últimos tiempos. Alrededor de treinta personas hicieron este juego. Una pequeña fracción del número de empleados que ves trabajando en la mayoría de los juegos AAA de hoy en día. Podrías esperar atajos y muchas licencias, pero Sandfall quería demostrar que no necesitaba nada de eso, y que desafiaría nuestras percepciones sobre lo que puede lograr un equipo más pequeño.

A base de puro trabajo y ambición, Clair Obscur: Expedition 33 lo consigue. La premisa, la historia, los extraordinarios efectos visuales que se funden con la inquietantemente bella banda sonora, todo ello con un bucle de juego que mezcla Sekiro con los JRPG clásicos, y que resulta tan satisfactorio como parece en los tráilers. Es un juego que parece haber saltado de los sueños de una demo tecnológica a nuestras vidas, y que me ha sorprendido constantemente en las horas que he pasado con él.

La primera vez que probé este juego, el año pasado y sin poder estar a los mandos, lo que me hizo cuestionar el bucle basado en esquivar y parar, algo en gran medida trivializado por la pericia del jugador de la demo. Este es el pan de cada día de una batalla en Clair Obscur: Expedition 33, ya que aunque puedes ganar en una guerra de desgaste en dificultades más fáciles, te estás perdiendo lo que realmente hace brillar el combate si renuncias a su elemento activo. Pocos juegos se acercan a la satisfacción de convertirse en un dios del parry en Sekiro: Las sombras mueren dos veces, pero Clair Obscur: Expedition 33 está orgullosamente a su lado. Las animaciones de combate son espectaculares en todos los sentidos, dinámicas y fluidas, con suficientes efectos para hacerte sentir como si no hubieras pulsado un solo botón para crear semejante carnicería.

Pero, cuando el tiempo se ralentiza, y consigues un gran contraataque gracias a tu propia habilidad y sincronización, el impacto se siente mucho más pesado, permitiendo momentos en los que sientes que realmente has trascendido a la humanidad al salir de un encuentro con un jefe sin un rasguño. La profundidad del combate va mucho más allá de pulsar el botón correcto en el momento adecuado, ya que con los Pictogramas, atributos y puntos de Lumina eres libre de construir cada miembro de la Expedición 33 a tu antojo. Los árboles de habilidades te orientan en ciertas direcciones, para que no te quedes rascándote la cabeza. Lune puede especializarse en el uso de cierto tipo de hechizos elementales, por ejemplo, o Sciel puede funcionar como amortiguador del grupo. La variedad es muy divertida, aunque a veces parece que hay demasiados Pictogramas, con unos pocos que ganan claramente a otros.

Aparte de acabar con los diversos ejércitos de Nevrons creados por la Pintora, hay mucho que explorar en Clair Obscur: Expedition 33. El mundo está dividido en dos mapas. El sobremundo es enorme y te permite recorrer grandes distancias con la ayuda del enorme hombre globo Esquie, que te transporta a las zonas más pequeñas y detalladas, donde no hay mapa ni brújula y tienes que confiar en tu propio ingenio. La exploración es increíblemente gratificante en Clair Obscur. Siempre hay un rincón o un camino al lado que merece la pena mirar, con puzles, diarios de otras Expediciones y mucho más que encontrar. Siempre es una delicia perderse tanto en el mundo exterior como en los niveles, en gran parte debido a los impresionantes efectos visuales repartidos por todo el juego. Una vez más, parece como si una magnífica demo técnica o una pieza singular de arte conceptual se hubieran convertido en una aventura completa, y me cuesta comprender cómo un equipo tan pequeño lo ha conseguido. El estilo visual mantiene un realismo mezclado con la extrañeza del mundo de Clair Obscur que resulta simplemente fascinante. Una y otra vez observaba el entorno en un nuevo nivel, recorriéndolo lentamente como si estuviera jugando a una demo en el escenario del E3.

La excelencia de los efectos visuales es igualada y quizás incluso superada por el sonido en Clair Obscur: Expedition 33. La banda sonora es como la dulce miel que se derrama en tu oído -sin la pegajosidad- y el reparto de voces repleto de estrellas lo da todo a esta historia para darle el peso y la emoción que necesitaba para triunfar. La narrativa de Clair Obscur: Expedition 33 se siente como el corazón de todo el juego, y afortunadamente está a la altura de la intriga planteada en un principio por su concepto. Sandfall Interactive se ha atrevido sin complejos con esta historia, manteniéndose firme en su visión y ofreciendo algo que parece totalmente único. Lo que comienza como una simple misión para acabar con una entidad opresora que obliga a todo el mundo a morir joven, se desvía en direcciones que nunca se te habrían ocurrido, manteniendo la historia en primer plano, en lugar de ser algo a lo que vuelves de vez en cuando tras eliminar todo el contenido secundario cercano.

Eso no quiere decir que el contenido secundario sea aburrido. Es todo menos eso. Esperaba un par de jefes adicionales, quizá algún nivel nuevo por aquí y por allá. No esperaba una serie de minijuegos de playa, una misión secundaria para encontrar a unos muñequitos perdidos llamados Gestrals y una torre infinita. Son esas cosas, combinadas con la excelente experiencia del resto del juego, las que elevan a Clair Obscur: Expedition 33 fuera de las saturadas aguas de los lanzamientos de juegos actuales y lo elevan a terreno sagrado. Es para su propio estilo de RPG lo que Baldur's Gate III fue para los CRPG. Si tuviera que señalar algunos puntos problemáticos menores, sólo podría destacar que los enemigos menores se vuelven triviales a medida que avanzas, y que a medida que las batallas contra los jefes se vuelven más épicas y grandiosas, matar gruñidos empieza a parecer cada vez más, bueno, trabajo de gruñidos, supongo. Por lo demás, no se puede pedir más a Sandfall Interactive.

Clair Obscur: Expedition 33 es un juego tremendo que ha establecido un nuevo estándar para los RPG, las ambiciones de los equipos más pequeños y las experiencias AAA en general. Es un candidato fácil a juego del año si alguna vez he visto uno. Una historia magistral nacida de un concepto excepcional. Un combate tan épico y gratificante como su aspecto visual, con el telón de fondo de una de las bandas sonoras más memorables de los últimos años, hacen de Clair Obscur: Expedition 33 un juego que no puedo dejar de recomendar. Sandfall Interactive ha creado algo realmente especial, que esperemos provoque un estallido de inspiración en toda la industria.