Creature in the Well - impresiones E3

Entre tanto anuncio de consola de nueva generación, plataforma de suscripción, superproducciones de la casa y third party, exclusivas de siempre, de un día y de cualquier etiqueta posible, Microsoft dejó un pequeño hueco en su larga conferencia para algunos juegos indie auspiciados por su programa ID@Xbox, aunque también llegará a PC y a Nintendo Switch. Hubo uno que llamó la atención especialmente, Creature in the Well, y por eso nos fuimos después a buscarlo entre las consolas y a charlar con su creador.

¿De qué va? Creature in the Well es un juego que combina acción, aventura y exploración con puzles de pinball. A primera vista tiene pinta de ser una paranoia oscura, pero una vez que lo pruebas comprenden cómo encajan las piezas. La demo arranca con unas pequeñas plataformas enlazadas por puentes y debajo se aprecian los tentáculos de un monstruo, el que le da título. Al empezar a mover al personaje nos encontramos con una especie de palo de golf. Sirve para golpear a unas orbes y lanzarlas a unas estructuras como de mesas de pinball, que cargan un medidor de energía utilizado para abrir portales.

Seguimos avanzando un poco más y nos encontramos con una espada mágica. Este arma no sirve ni para hacer daño ni para cargar una barra de energía, es para detener proyectiles enemigos o disparar más orbes de una vez. La mecánica básica de este juego de Flight School es poder detener los ataques enemigos con tu espada y contragolpear con golpes que carguen energía. Es muy simple y muy efectiva, tanto como la intención de este estudio de producir algo confuso o profundo. Al contrario, tienen una idea fija que funciona y van a tratar de perfeccionarla al máximo.

No sabemos demasiado de quién es ese personaje que estaba en nuestras manos, ni de su vida, ni por qué está empezando una guerra contra una criatura terrible. Ya descubriremos más sobre él y comprobaremos si la trama importa algo o si está a la altura del gameplay.

Ahí estaba esperando al final de la demo el monstruo. No es habitual enfrentar una jugabilidad de puzles con una ambientación de supervivencia con tan buen tino. Sin necesidad de herirlo, lo que tenemos que hacer es superar una serie de retos en formato pinball y, al mismo tiempo, esquivar sus ataques. Volved a pensar en la escena: una batalla no letal contra un jefe en la que un robot juega al pinball con una espada gigante que lanza orbes a máquinas raras mientras planta cara a un demonio. Poesía. Tanto como te todo esto funcione tan bien.

Por cierto, no sabemos qué pasa después de este enfrentamiento, pero si el personaje da nombre a Creature in the Well, suponemos que volverá a aparecer de alguna forma.

Visualmente, no solo destaca porque tenga un aspecto y un estilo único, es que te quedas mirando con aprecio. Está claro que no es una postal de belleza tradicional, y mucho menos con ese esquema de color tan limitado y sus niveles escenarios minimalistas, pero la clave está en los detalles, en cómo te vas fijando a medida que juegas de la forma en la que combinan por simbiosis las mecánicas y los gráficos. Lo que sí pedimos es que haya más variedad en la versión final, algo que no podemos valorar solo por una partida.

Una primera toma de contacto en la que nos lo pasamos muy bien. Creature in the Well innova con su gameplay y sabe pegar con el diseño, para que juntos formen un concepto que rompe con lo común. Nos recuerdo a no hace tantos años, cuando se asociaba lo indie a lo rompedor y vanguardista, la energía vibrante del sector que se pierde en los grandes proyectos temerosos al riesgo. Si Flight School consigue que esta píldora sea un juego completo al mismo nivel, el éxito está asegurado.