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Dark Souls III

Dark Souls III - impresión final

Hemos muerto decenas de veces con una versión casi final de la nueva entrega en la durísima serie Souls.

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Lentamente subo la escalera de piedra de un color amarillo desvaído. Tras de mí, los restos de las sombrías notas de un órgano; por delante, unos pasos más abajo, unos susurros distantes recorren cada recoveco de la iglesia. Con cuidado, voy subiendo los escalones, y mi corazón se acelera a cada paso. A mitad de camino, me detengo a leer lo que está escrito en una de las piedras bajo mis pies: "El tesoro está más adelante". Me pregunto si es un tesoro de verdad o si no es más que una forma de atraerme hacia una trampa. Aun así, sucumbo a la tentación y me aventuro a continuar el camino. Tras diez largos escalones me encuentro frente a una puerta de grandes placas de madera de roble. En el suelo hay otro mensaje, pero esta vez es mucho más inquietante: "Prepárate para el jefe". Unas gotas de sudor me recorren la frente. Respiro hondo y, con manos temblorosas, abro la pesada puerta, la atravieso, y llego a un balcón que da a la nave central de la iglesia. Bajo mis pies se sienta una congregación, como si fuesen muertos vivientes sobre bancos de madera, con los ojos clavados en un montón de pantallas planas. Una voz se dirige a mí y penetra a través de las oscuras notas del órgano y de los gruñidos de los zombis: "Si espera un momento, Miyazaki estará listo para la entrevista".

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Fui a Hamburgo a morir... y morí, y morí y, cuando acabé de morir, morí un poco más. Gamereactor recibió la invitación a un evento en Alemania para ver el nuevo Dark Souls III. Cuando nos encontramos en un bus abarrotado de periodistas dirigiéndonos al lugar donde se llevaría a cabo, empezamos a parlotear con nerviosismo. Todos habíamos escuchado los rumores, pero, aun así, nos quedamos sorprendidos cuando el bus se detuvo en frente de una iglesia. Enormes antorchas ardían a los lados de la puerta principal y los estandartes ondeaban en las paredes. Las puertas se abrieron lentamente y unos hombres vestidos de negro salieron a recibirnos y nos guiaron al interior. El órgano empezó a sonar por encima de nosotros, enviando notas espeluznantes cual Fantasma de la ópera, y había estatuas del juego y gigantescos carteles flanqueando las paredes. En los bancos de la iglesia, el estudio dispuso veinte pantallas que actuaron como portales de las visiones infernales que nos mostraron posteriormente. Puede que algunos de vosotros consideréis blasfemo disfrutar de un juego de muerte y destrucción en terreno sagrado, pero no podréis negarnos que la estética cuadra perfectamente: Bandai Namco ha clavado el lugar del evento. De hecho, si habéis visto algunas de las pinturas renacentistas acerca del Purgatorio, sabréis que las ideas cristianas sobre la muerte pueden ser bastante desagradables. De esta manera, jugar a un título de Dark Souls puede ser como una experiencia interactiva del infierno. No obstante, antes de bajar al mismísimo averno, nos hicieron una pequeña presentación.

Comienza un nuevo tráiler con una versión un tanto siniestra de la canción True Colors, de Phil Collins. "Don't be afraid to let them show" (No tengáis miedo de verlos) canta una voz femenina mientras una serie de demonios enormes aparecen y nuestro héroe intenta desesperadamente cargárselos a todos. "Find the darkness inside you" (Encuentra la oscuridad que hay dentro de ti), nos dicen... Tenemos que asumir, pues, que el único color verdadero de la experiencia (en relación a la canción que suena) es el negro. El tráiler termina y todos aplaudimos; a continuación, Atsuo Yoshimura, productor internacional, aparece en el estrado del fondo de la iglesia y nos da la bienvenida. Promete ser breve, ya que sabe que esperamos "al otro". "El otro" es el productor Hidetaka Miyazaki, que, poco a poco, se ha ganado su propia fama en el mundo de los videojuegos. Debo admitir que no sabía demasiado de él antes, pero la fama que le precede y el respeto con el que se refieren a él (además de que fuimos una de las pocas revistas en poder entrevistarle) hicieron que me emocionase mucho. Miyazaki nos explica, con un intérprete, las nuevas iniciativas de Dark Souls 3: mundos más grandes, un sistema de combate mejorado, un modo multijugador más amplio y mejores jefes, entre otros.

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Con las nuevas consolas, From Software ha conseguido crear mundos más grandes, que funcionarán como intrincados laberintos en los que siempre tendrás algo que explorar y un camino por el que aventurarte. Efectivamente, así es como lo viví cuando, por fin, me senté en uno de los bancos de la iglesia y me acomodé con el mando. En términos generales, Dark Souls III pinta como cualquier otro título de la franquicia, pero, lógicamente, mucho mejor. Las armaduras brillan mucho más al sol, los monstruos están más detallados, etc. Todo pinta genial. No obstante, me pasó lo que me ha pasado con muchos otros títulos al adaptarse a las nuevas consolas: no parece haber un gran salto en el ámbito gráfico. Quizás hayamos alcanzado un punto en las técnicas gráficas en el que lo adecuado son las pequeñas mejoras y no los grandes cambios. De todas maneras, ¿qué más da? Si no está roto, no hace falta arreglarlo. Como ya dije, el juego está genial con ese estilo malvado y espeluznante, y los puntos fuertes gráficos de Dark Souls se basan principalmente en la creatividad del diseño de pesadillas con el que nos entretienen. Personalmente, creo que todo brilla mucho y tiene un toque líquido.

Nos encontramos en la tierra de Luthric, como uno de los "Unkindled": una persona que ha permanecido en estado no muerto durante tanto tiempo que hasta el recuerdo de su nombre se ha desvanecido. Esta persona intentó matar a todos los Lords existentes, pero no lo consiguió y ahora, en la muerte, sigue intentándolo. La historia de Dark Souls III, como en los títulos anteriores, es difícil de entender. De hecho, le pedí a Miyazaki que nos hablase un poco más de ella. Miyazaki es un tipo agradable, que sobresale por encima de muchos otros diseñadores que he conocido. Incluso él mismo reconoció que es difícil explicar de qué va la historia, pero sí dijo que todos los personajes y criaturas tienen un toque de tristeza melancólica y la soledad campa a sus anchas por la experiencia, afectando incluso a los personajes más siniestros. Sin embargo, en medio de toda esa pena apocalíptica se encuentra un rayo de esperanza. Miyazaki pretende contar la historia a nivel temático y emocional, y no tanto como una trama, y creo que queda igual de bien que de costumbre. Ahora bien, aunque estemos en una antigua iglesia, Miyazaki no es creyente, por lo menos no en cuanto a antiguas leyendas y mitos, pero sí se inspira en ellos y le fascinan sus rituales e historias. Además, el desarrollador reconoce que la gran mayoría de las ideas que utiliza para el diseño las saca de la literatura. Personalmente, creo que la mezcla de leyendas tradicionales medievales de Europa con la creatividad de un diseñador y fabuloso cuentacuentos japonés ha dado a luz un universo único que tenemos la fortuna de disfrutar en los títulos de Dark Souls.

El primer encuentro del estudio con las consolas de nueva generación fue con Bloodborne, que se publicó el año pasado. Durante el desarrollo de este juego, aprovecharon para replantearse la serie entera de Dark Souls y, como es lógico, han trasladado partes de la experiencia de Bloodborne a Dark Souls III. Lo que más se nota es la experiencia técnica, pero hablaremos de un par de cosillas más concretas. Primero, el estudio ha decidido limitar la cantidad de equipamiento que puedes llevar, pero la inspiración se ve sobre todo en el control del personaje, como que, ahora, la velocidad con la que ataca tu personaje es un poco más rápida. Por otra parte, el sistema de combate ha recibido una gran mejora, pero sigue siendo el mismo de siempre. Es decir, que si eres un veterano de la franquicia, podrás meterte directamente y morir una y otra vez, como me imagino que ya estarás acostumbrado a hacer. No obstante, hay que mencionar las incorporaciones de las nuevas habilidades a las armas. Sabes que puedes pasarte Dark Souls con una única arma y, para hacerlo más interesante, ahora han añadido habilidades para profundizar en las estrategias de cada una y con el objetivo de que cada objeto tenga una función distinta. Por ejemplo, un caballero que utilice una Espada Larga puede usar la Postura Preparada, que le permitirá lanzar ataques más fuertes. Así, cada personaje y cada arma que este utilice tendrán habilidades especiales. Estamos seguros de que esto satisfará a muchos de los fans que quieren pasarse la experiencia con diferentes estrategias. Puede que se deba a que me falta habilidad, o quizás fuese por el poco tiempo que nos dejaron, pero no probé muchas habilidades, así que tendremos que esperar al análisis final para ver si es tan interesante como parece.

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La demo que nos mostraron parece estar bastante cerca de ser la versión final y, de hecho, al comenzarla, empezamos justamente donde lo haremos todos tras el lanzamiento. Al principio, podrás escoger y diseñar a tu personaje, como ya pasaba en los títulos anteriores. Personalmente, escogí al caballero y, tras la escena introductoria, surgí lentamente de mi tumba en el Cementerio de Ceniza. En este nivel, repasé los controles, exploré un poco y me cargué a unos cuantos esqueletos. Todo va bien, así que me confío: quizás tengo más habilidad en el título de lo que recuerdo o será el tiempo que me va dando sabiduría. En cualquier caso, prosigo mi aventura y asciendo por un camino que rodea las colinas. Al poco, aparece ante mis ojos un paisaje hermoso, con un monasterio misterioso recortándose en el horizonte. Lo mejor de Dark Souls es que sabes que acabarás llegando a ese lugar en algún momento y tendrás que cargarte a algún horror indescriptible. Al final del camino, me encuentro unas ruinas y avanzo hasta un patio abierto. Allí me espera una gigantesca criatura embutida en una gigantesca armadura de caballero, arrodillada y con un hacha también gigantesca en la mano. Me muevo lentamente hacia la criatura, pero no ocurre nada. Cuando me acerco, me doy cuenta de que tiene una espada clavada en el pecho y en la pantalla me indican que puedo sacarla. Sé perfectamente lo que ocurrirá si lo hago, pero, muy a mi pesar, tengo que hacerlo... Y, efectivamente, cuando lo hago la criatura se levanta rápidamente. Su nombre es Ludex Gundyr y empiezo a moverme en círculos a su alrededor. Hago una voltereta y le pego por detrás. "Puedo hacerlo", me digo a mí mismo, momentos antes de que el bicho salte directamente hacia mí y me tire al suelo. Antes de poder ponerme en pie, Gundyr me ha golpeado ya varias veces y el conocido texto de "Has muerto" me anuncia lo que ya sé.

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Y vuelta a lo mismo. Siempre fiel a la tradición, visité la última hoguera y volví a luchar contra él. Gundyr ya me espera preparado y antes de que pueda decir "hombre alto con un hacha", vuelvo a estar muerto. Bueno, a la tercera va la vencida, como se suele decir. Pero esto es Dark Souls III. Así que a la tercera, el monstruo me destroza de solo tres espadazos, qué ironía. Poco a poco empiezo a notar esa frustración tan familiar y empiezo a ponerme tan nervioso que no consigo ver más del juego antes de que se me acabe el tiempo. No puedo derrotarlo. "¡Síííííí!", grita un alemán cerca de mí. O sea, que se puede hacer. Lo intento una y otra vez y, por fin, hacia la sexta o séptima vez empiezo a darme cuenta de la estrategia. Consigo bajarle la vida a la mitad y sucede algo verdaderamente espeluznante: salen un montón de tentáculos negros de su cuerpo y de su garganta surge una cabeza serpentina. Me recuerda al concepto que nos describió Miyazaki durante la presentación (ahora lo entiendo mejor). En las batallas contra los jefes, vivirás el llamado momento álgido: cuando todo parece irte bien, de repente la criatura cambia y se convierte en un monstruo infernal. Así pues, volví a morir 4 ó 5 veces antes de poder vencer a la bestia y entonces recordé por qué me encanta Dark Souls. La felicidad que se siente al derrotar a un enemigo complicado es incomparable. El juego es difícil, sí, pero solo si no eres lo suficientemente bueno y, si no eres lo suficientemente bueno, tienes que aprender. En Dark Souls, la experiencia te recompensará por tus habilidades como jugador, de forma que, cuando mejoras un poquito, te sientes un poquito mejor y más sabio.

Tras mi pequeño enfrentamiento con Gundyr, llego a un castillo. Consigo entrar en la sala del trono, que tiene cinco asientos, aunque cuatro de ellos están vacíos. Aquí es donde deberían estar los cinco Lords de Cinder, pero han abandonado sus tronos, y parece que es mi deber traerlos de vuelta. Por supuesto, no me da tiempo a hacerlo, pero después de esta pequeña prueba lo cierto es que estoy deseando que salga el título.

El modo multijugador sigue presente en Dark Souls 3. Funciona exactamente igual que antes, pero ahora es más amplio y soporta hasta seis jugadores. Por otra parte, puedes tener dos espectros blancos y uno rojo, pero, si te apetece, también puedes convocar a otro más de cada tipo. Creo que esta modificación le da un plus al juego porque abre muchas opciones nuevas y divertidas. Ahora se pueden unir a tu aventura todavía más amigos.

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Por lo general, cuando pruebas estas primeras versiones, piensas: "No está mal, pero ojalá cambien esto un poco o mejoren la calidad de esto otro". Sin embargo, en este caso me dio la sensación de que estaba jugando un título completo, muy bien acabado. No tuve que pasar nada por alto con la esperanza de que lo arreglasen después, y me tranquiliza pensar que, en principio, parece que el juego funciona perfectamente poco antes de su lanzamiento. Además, los desarrolladores afirmaron que habían disminuido la dificultad de la demo para que pudiésemos explorar algo más en ese poco tiempo que teníamos. En ese caso, me temo (en el buen sentido) que la versión definitiva de Dark Souls III será tan exigente, frustrante y desesperante, como el resto de los títulos de la serie, pero también seguirá siendo mágica y cautivadora. El juego tiene muy buena pinta y, aunque no podemos decir que sea mucho más elegante que sus predecesores, sí es cierto que las nuevas iniciativas abren un gran abanico de posibilidades y permitirán que los usuarios se pasen el juego de múltiples formas distintas. Si eres fan de Dark Souls, creo que tendrás que hacer un gran hueco en tu agenda cuando salga el título, el 12 de abril, y aventurarte en este mundo lleno de todo tipo de horrores infernales. No me importaría en absoluto volver a la iglesia, si es con este juego. Así que ya sabes: "¡Prepárate a morir!".

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