Cuando se estrenó Monster: Hunter World el año pasado, convirtiéndose en el título de Capcom que más rápido ha vendido en la historia, quedó más que claro que hay muchísima gente aficionada a matar bichos enormes como si no hubiera mañana, recolectar recursos y 'grindear' para mejorar el equipamiento dentro de un universo online inolvidable. Y ahora, poco más de un año después del estreno de aquel y con la expansión Iceborn en camino, Phoenix Labs nos propone Dauntless, un título multijugador free-to-play que se inspira en la conocida franquicia de Capcom y lo hace con la cabeza bien alta. A grandes rasgos, Dauntless da la talla al hacer de aniquilar bestias pardas una experiencia algo más intuitiva, si bien no exenta de defectos.
Para quien no haya jugado a Monster Hunter, lo cierto es que su nombre, algo así como "cazador de monstruos", no deja mucho margen de error. En Dauntless te unes a un grupo de cazadores, más conocidos como 'Slayers' dentro del juego, con los que partes en busca de aventuras para dar caza a los enemigos. Tras cumplir vuestro cometido y ganaros el jornal, te encontrarás de vuelta al hub social, donde tendrás que encargarte de tus quehaceres. Es el momento de reclamar tu parte del botín, personalizar tu avatar, mejorarlo y prepararte para la siguiente cacería. Estos juegos suelen basarse en este tipo de bucle, y Dauntless no iba a ser menos, aunque lo principal no dejan de ser las misiones por el mundo.
Cazar en Dauntless resulta la mar de sencillo: todo gira en torno a la duradera pelea contra el jefe, con especial énfasis en la recogida de los materiales y recursos necesarios para las mejoras. Si sabes en qué parte del coloso centrarte al atacar, podrás embolsarte lo necesario para forjar nuevas armaduras o potenciar un arma, así que nunca está de más ir probando con las diferentes zonas de cada enemigo para hacer acopio de cuantos más materiales, mejor. Lo más fácil es trabajar en equipo, hasta tal punto que el juego nos anima en todo momento a conectar un micro y unir fuerzas. Dicho esto, nosotros le estuvimos dando un buen rato a Dauntless sin interactuar con nadie y nos las apañamos para contarlo, aunque no sin sudar la gota gorda al acabar con las bestias más imponentes de una manera poco elegante. Prefieras lo que prefieras, te dé corte o no hablar con otros (lo que cuenta es llenar de tajos a los monstruos), cazar en Dauntless se convierte en toda una experiencia colaborativa.
Las cacerías se clasifican en varios tipos elementales: Incendio, Escarcha, Choque y Terra. También hay mastodontes de tipo Neutro, carentes de un elemento en concreto, pero solos nos las veremos con ellos en los niveles más bajos. Cada elemento determinará el tipo de enemigo al que te enfrentarás, así como la variedad de sus ataques, pero lo que más nos ha gustado es el despliegue visual resultante. El elemento de cada cacería se refleja no solo en el entorno donde tiene lugar, sino también en el diseño de la propia bestia. Nos alegramos al ver desfilar ante nuestros ojos paisajes como el ardiente desierto del elemento Incendio y la helada tundra de Escarcha.
Y ya puestos a hablar de lo estético, el juego se aleja de Monster Hunter, con el que lo comparábamos antes, al contar con un estilo visual más animado, si bien algo genérico. No tardarán en venirte a la mente títulos con un estilo similar, tales como Fortnite, Realm Royale o Paladins, todos ellos con un aspecto que podría considerarse una seña de identidad de los free-to-play. La verdad es que le sienta bastante bien, pero nos habría gustado que el estilo de Dauntless tratara de marcar la diferencia un poco, ya que no supone ningún cambio con respecto a otros referentes actuales del panorama f2p.
Pero los gráficos no son lo único que huele a free-to-play. Tras cada batalla, una vez de vuelta al hub, te estará esperando todo un comité de mercaderes y vendedores para que hables con ellos. Aquí podrás ver si el botín que has amasado durante la caza te sirve para llevar a cabo las mejoras, o si por el contrario necesitas más recursos. Las mejoras de armas y blindaje se basan en el mismo sistema de elementos que las bestias, por lo que, para sacar el máximo partido a tus incursiones, tendrás que escoger el equipo que comparta elemento con tu presa. No obstante, Dauntless también cuenta con un amplio abanico de divisas y tipos de materiales, algo que puede llegar a resultar confuso (e incluso rozar lo enervante en ciertos momentos). Aparte del típico oro, que se obtiene jugando, hay por encima otras monedas 'premium' que nos obligan a pasar por caja, así como materiales y recursos para recoger y orbes elementales repartidos por los rincones más dispares. Por si fuera poco, estas divisas quedan reflejadas únicamente en forma de icono en varios menús del juego, algo que puede hacerte resoplar cuando tienes que pararte a pensar qué necesitas para realizar las mejoras y si cuentas con la moneda necesaria para hacerte con ese arma tan chula.
Esto también nos lleva a plantearnos la posible llegada del pay-to-win una vez hayamos completado los diferentes niveles que componen el endgame. No nos costó mucho superar la barrera del nivel 10 como Slayers, lo que puso a nuestra disposición unos cuantos recursos y materiales nuevos para mejorar al personaje. Una vez alcanzado ese nivel, no vimos nada que apuntara al pay-to-win de momento, pero sí que hay habilidades con límite de tiempo, como los ataques aéreos y las granadas, que no se alejan de ese enfoque, ya que puedes adquirir más unidades a través de la divisa de pago, lo que facilita sobremanera los encuentros contra los jefes de nivel superior. Estas mejoras de nivel 10 también se suman al ya de por sí confuso sistema de materiales, con aún más objetos que recoger y maneras de potenciar los atributos. En líneas generales, al juego le sentaría bien algún tipo de simplificación o al menos un tutorial, sobre todo si tenemos en mente a quienes se enfrenten a esta suerte de economía in-game por vez primera.
Aparte de nuestros quebraderos económicos, en el hub también hemos observado caídas notables del rendimiento. Habiendo probado el juego en PS4, Xbox One y Xbox One X, la consola más potente de Microsoft parece ser la única capaz de mover todo este entorno social algo por encima de los 20 fps. La cosa mejora un poco en las zonas de caza, pero una vez más vuelve a ser Xbox One X la plataforma que nos ofrece una experiencia más fluida mientras nos adentramos en lo desconocido. Dejando a un lado el rendimiento, los servidores apenas dan abasto, con multitud de jugadores en cola, caídas y cierres por mantenimiento en los primeros días tras el estreno, sobre todo en las horas punta. Puede que el juego se haya hecho más popular de lo que sus creadores habían imaginado, pero tras un año en fase beta en PC, confiábamos en que fueran menos los problemas sin solucionar de cara al lanzamiento. Y a ver cómo se las apañan para llevarlo a Nintendo Switch, pues el port ya está en marcha.
En definitiva, los seguidores de los RPG cooperativos encontrarán en Dauntless horas y horas de diversión free-to-play, por mucho que al juego le cueste quitarse de encima las inevitables comparaciones con Monster Hunter. Sin duda tiene mérito el que hayan simplificado la caza de las bestias para poner el foco en jugar con amigos y acabar con los enemigos juntos. El hub y las opciones relativas a los recursos también se habrían beneficiado de un carácter más sencillo, ya que, en su estado actual, desplazarse por ambos no es tan intuitivo como debería. Así y todo, hemos de romper una lanza en favor de Phoenix Labs, ya que han logrado que quienes busquen una alternativa free-to-play a lo que ya existe en el mercado puedan disfrutar exterminando criaturas imponentes. Crucemos los dedos para que los problemas con los servidores se solucionen por fin dentro de poco.