Cuando toca hacer una adaptación de videojuego a película o serie, sobre todo si emplea los mismos personajes del juego, es muy importante clavar el casting. Habrá fans cabreados con las elecciones hagas lo que hagas (nosotros por ejemplo entendemos que el parecido físico no es primordial), pero si consigues un reparto acertado, siempre se reducen las reacciones negativas.
Para un título tan popular en la última década como The Last of Us, es evidente que este proceso de selección de actores tuvo que ser harto complicado. Y si bien parece que la inminente serie de HBO ha hecho un buen trabajo (algo que procuraremos confirmar o desmentir con nuestra crítica muy pronto), la película de Sam Raimi que nunca despegó llegó a tener a dos candidatas para el papel de Ellie. Una era Maisie Williams, de sobra conocida por su papel de Arya Stark desde que debutara con Game of Thrones con 13 añitos. La otra, Kaitlyn Dever (Viaje al paraíso, Súper empollonas), de edad similar y que curiosamente hizo de Cassie Drake, hija de Nathan Drake y Elena Fisher en el epílogo de Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón (un personaje que podría seguir las aventuras en el futuro).
Según recoge ahora The Hollywood Reporter, Williams estuvo hablando con Neil Druckmann en las primeras fases, mientras que Dever llegó a participar de una sesión de lectura del guion. Sin embargo, como el proyecto se vino abajo y la serie de HBO empezó a tomar forma, ambas actrices empezaban a ser demasiado mayores para el papel de Ellie (hoy en día cuentan 25 y 26 años respectivamente).
Tampoco es que Bella Ramsey se acerque demasiado a los 13-14 años que tiene Ellie en las primeras historias; más bien cuenta las 19 primaveras que el personaje tiene en su versión más madura ya en The Last of Us: Parte II.