Dead Space 3 - Impresiones Gamescom

La nave de Isaac Clarke ha visto mejores días. Sus dispositivos electrónicos están explotando, el techo se derrumba y las gruesas ventanas que le protegen del gélido y oscuro espacio exterior están comenzado a resquebrajarse. De repente, la gravedad simulada falla y nuestro héroe tiene que atravesar los corredores de la arrugada nave antes de que se parta en dos. Es como el Titanic, solo que en el espacio. Isaac ha pasado por mucho en las anteriores entregas de Dead Space, pero a juzgar por mi tiempo con Dead Space 3 durante la Gamescom 2012, parece batir alguna especie de récord al infortunio. Y esto tan solo en los primeros minutos de la demo.

Tras guiar a Isaac entre los escombros de su nave, me encontré en otra abandonada durante siglos. Una ubicación mucho más añeja a las que Dead Space acostumbra, con paredes erosionadas, tuberías oxidadas y mecanismos de puerta que no funcionan. No hay duda de que el sitio es una gigantesca trampa mortal y que mejor hubiese sido no abandonar la nave que acabo de abandonar a su suerte.

No pasa mucho hasta que la pantalla se llena de asquerosas vainas de carne que cuelgan del techo. Vuelven los necromorphs, esa suerte de zombis del espacio exterior que han de ser desmembrados antes de enviarlos al infierno. Afortunadamente, Isaac está armado con su cortador de plasma y, aunque los desarrolladores insistan en que Dead Space 3 primará la acción en mayor medida, este sigue siendo el Dead Space que recuerdo. Los angostos corredores, los fantásticos efectos de iluminación y el fantásticos diseño de sonido me mantuvieron al borde de mi asiento durante toda la demo. ¿Y los necromorphs? Bueno, son aún más horripilantes que de costumbre, algo que ni siquiera creía posible.

Para aquellos que pensasen que la nueva modalidad cooperativa restaría pavor a vuestra experiencia: no debéis preocuparos. La forma en que las secuencias intermedias y la jugabilidad se adaptan tanto al juego solitario como junto a un amigo es admirable. Durante mi sesión de juego experimenté justo lo que espero de toda aventura a lo Dead Space.

Al igual que en anteriores entregas, Isaac puede usar los módulos de su traje mientras combate a los necromorfos, mecánicas que también entran en juego durante algún que otro puzzle de fácil resolución. Sin embargo, Visceral Games ha cambiado por completo la forma en que gestionamos el armamento. Olvida los nodos de poder o las monedas que invertirías en expandir y actualizar tu arsenal; en Dead Space 3 diseñarás tu propio armamento desde cero.

Recopilando toscos materiales, como metales raros, Isaac puede generar nuevos componentes con los que forjar impresionantes armas de destrucción. Todas las armas pueden albergar hasta dos modos de disparo, a escogerse de una inmensa lista. Esto significa que por fin podrás crear ese lanzallamas/lanzacohetes con el que siempre soñaste. ¿Qué tal una pistola que también pueda disparar hojas de sierra? Tambien podrás, así como modificar tu arma para que dispare munición de fuego u otra que ralentice a tus enemigos durante un breve periodo de tiempo.

En un área cerrada, diseñada por Visceral para la Gamescom, pude dar buena cuenta de la horda de monstruos que me aguardaba. Explorar las múltiples opciones de personalización fue divertido, sobre todo al gritarles a los necromorphs "¡Decid hola a mi pequeño amigo!" mientras les presentaba mi última creación.

Mis expectativas para con Dead Space 3 estaban bajo mínimos antes de la Gamescom, pero Visceral consiguió elevarlas durante la pasada semana. La creación de armamento, el inteligente sistema cooperativo y la angustiosa atmósfera han hecho que no pueda esperar por el retorno de Isaac. Si lo que he jugado es indicativo, disfrutaré como un loco de cada momento que me conduzca a otra horripilante muerte...