Análisis de Dreame A2

Hace algo menos de un año examinamos más de cerca el primer robot cortacésped de nuestra historia, el salvaje A1 de Dreame, pero al final no pudimos reseñarlo debido a las opciones bastante específicas que deben estar absolutamente disponibles para poder echar un vistazo más crítico a un producto de este tipo.

Dicho de una forma mucho más sencilla: no tuvimos acceso a un césped del tamaño adecuado y en las condiciones adecuadas, pero eso no ocurre esta vez con su sucesor directo, el A2, que acaba de aterrizar en el mercado a un precio disparatado de más de 2.000 euros.

Por eso no tenemos una reseña a la que remitirnos o comparar, pero es una mejora bastante significativa respecto a la A1 de la que ya tuvimos una primera impresión positiva en 2024.

En primer lugar, el modelo es más pequeño, mucho más pequeño. Sigue siendo grande y pesado, no te equivoques, y no está diseñado para ser levantado, pero sigue siendo impresionante que hayan hecho sitio para las nuevas cuchillas de corte EdgeMaster (ya hablaremos de ellas) y todos los demás artilugios que hacen de este un robot cortacésped de última generación con una forma que parece haber perdido un buen 30% de su longitud.

Pesa poco más de 16 kilos y, como el A1, se aparca en una estación de carga y, de nuevo como el A1, no es necesario que entierres un engorroso cable que ayuda al cortacésped a definir el límite exterior de la zona que debe cubrir. Tiene certificación IPX6, por lo que resiste sin problemas la lluvia, el viento y las inclemencias del tiempo. En general, no hay mucho de lo que quejarse de su construcción; incluso el nivel de ruido se mide en unos 50 decibelios, por lo que no va a despertar a los vecinos.

Se configura mediante la aplicación Dreame, bastante agradable, que conocemos bien de los robots aspiradores, y en realidad siega en la misma forma de U que esos mismos aspiradores, es una forma agradable y uniforme de mantener el jardín, e incluso si tienes pendientes puede manejar hasta 50 grados, lo que, aunque no es pronunciado, permite al A2 mantener distintos tipos de jardines, y no solo los fijos que aparecen en el material de prensa.

En muchos aspectos, el A2 funciona igual que un X50 Ultra, vuelve a su base con un 15% de batería, utiliza un sistema LiDAR 3D en la parte superior para mirar hasta 70 metros de distancia y 360 grados a su alrededor para orientarse, e incluso tiene instalada una cámara HDR de 1080p para que pueda ver objetos en el césped o simplemente para que puedas espiar a tus hijos mientras juegan. Al igual que el aspirador, el A2 se da cuenta si hay secciones diferentes y hace una división preliminar a través de Dual Fusion en el primer escaneado, que luego puedes corregir tú mismo, y en total puede cubrir más de 3.000 metros cuadrados de césped tomando estas secciones individualmente.

¿Cómo funciona todo esto? Sin demasiado contexto, ya que solo ahora hemos podido probar realmente estos cortacéspedes, una de las mayores experiencias frikis fue ver cómo el A2, durante un par de días, se ocupaba del césped bastante grande de mi madre, que debido a una enfermedad se había vuelto salvaje y descuidado durante el último año. Sí, la altura de corte es solo de entre 3 y 7 centímetros, así que no puedes ajustarla para que corte una selva, pero durante 24 horas se ocupó de esos 800 metros cuadrados de forma bastante convincente, y el nuevo sistema EdgeMaster incluso identificó ciertos caminos y se movió en paralelo a ellos para un "corte" más cercano, y eso sin que nosotros interfiriéramos en absoluto. No prestamos demasiada atención a todas las funciones de IA de las que presume Dreame, pero para ser sinceros, citando a Jeremy Clarkson; "no te preguntas cómo hace lo que hace, solo te maravillas ante el hecho de que pueda hacerlo todo". No hay que recomendar el A2 solo porque pueda afeitar un césped bastante crecido, pero sí porque esto ha ocurrido sin ninguna experiencia con robots cortacésped, sin preparar el césped de antemano y sin ningún tipo de mantenimiento o solución de problemas. Es caro, demasiado caro para revolucionar el mantenimiento del jardín, pero la tecnología que ha ideado Dreame es realmente única en su clase.