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Squirreled Away
DESTACADO: Cobertura Gamescom 2024

Duelo de ardillas en Gamescom 2024: Squirreled Away vs. Squirrel with a Gun

La ardilla de Squirreled Away se enfrenta a una rival armada hasta los dientes, que parece tener todas las de ganar. En esta encrucijada entre creatividad y acción desenfrenada, ¿será la astucia capaz de superar al poderío? ¿Vencerá la pluma o la pistola?

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Ya hemos hablado en otros dos avances (este y este) sobre el efecto manada que se produce en eventos de este tipo (y que nos hemos tomado la libertad de designar como "síndrome del zombie"). En el bullicioso ambiente de Gamescom 2024, entre títulos llenos de acción y gráficos deslumbrantes, un juego pequeño puede pasar a primera vista desapercibido. Instintivamente, tus piernas te llevan hacia los stands más repletos, y como un zombie descerebrado en busca de carne, vas donde más gente y bullicio puedes ver.

Pero como se suele decir en mi tierra, "de donde menos se piensa, salta la liebre". Durante estos días de evento hemos tenido la suerte de cruzarnos con unas cuantas. Solo que esta vez no fueron liebres, sino ardillas. Aunque muy distintas...

Squirreled Away

Squirrel with a Gun es el típico juego que capta la atención de inmediato con su propuesta absurda y su humor desenfrenado. Más aún en eventos como Gamescom, donde tus piernas te llevan hacia esa acción desenfrenada, casi instintivamente. Es el juego del que todo el mundo habla. Una ardilla con una pistola, causando estragos en un barrio tranquilo mientras roba bellotas doradas y se enfrenta a agentes del gobierno. Sin duda, este es el tipo de juego que arranca curiosidad solo con su premisa. No es difícil ver por qué muchos asistentes de Gamescom se sintieron atraídos por el stand de este juego, pues tiene todo lo que podría hacer que un título sea el centro de atención en un evento tan abarrotado: acción, humor y una pequeña dosis de locura.

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En lo que respecta a la dinámica de juego, Squirrel with a Gun se presenta como un sandbox en el que puedes explorar y causar caos a tu antojo. La ardilla, armada hasta los dientes, utiliza una variedad de armas que incluyen pistolas, rifles y lanzacohetes para sembrar el pánico entre los viandantes y agentes de seguridad. El juego ofrece la posibilidad de utilizar el retroceso de las armas como una herramienta de movilidad, permitiendo a la ardilla realizar acrobacias y alcanzar plataformas.

El humor de Squirrel with a Gun es un claro homenaje a juegos como Goat Simulator, donde el objetivo es, básicamente, causar el mayor desorden posible mientras disfrutas de situaciones ridículas. Sin embargo, una vez que la broma se ha asentado, el juego comienza a perder su frescura. Los enemigos, que en su mayoría son agentes del gobierno, no ofrecen mucho desafío, y las mecánicas de combate, aunque inicialmente emocionantes, se vuelven repetitivas con el tiempo. El encanto absurdo de las primeras horas se diluye rápidamente, y aunque el juego logra arrancar unas cuantas carcajadas, su duración y falta de variedad le juegan una mala pasada.

A pesar de todo, Squirrel with a Gun tiene momentos brillantes, como los encuentros con jefes y las animaciones especiales en las que la ardilla ejecuta movimientos espectaculares al estilo John Wick, pero estos momentos son muy parecidos entre sí y repetitivos y no logran sostener el juego por completo. Además, los problemas técnicos, como los congelamientos de pantalla y algunos glitches, afectan negativamente a la experiencia, lo que suma frustración a una propuesta que ya de por sí depende en gran medida de que todo funcione fluidamente. Todo esto lo convierte en un juego muy bueno para las primeras horas (o primeras impresiones), pero a medida que avanza el tiempo, ese encanto se diluye rápidamente.

Squirreled AwaySquirreled Away
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Squirreled Away

En el otro extremo del espectro tenemos a Squirreled Away, una propuesta mucho más tranquila y acogedora. No es un juego con grandes florituras, ni gráficos ultrarrealistas. A primera vista puede pasar desapercibido. Es todo lo contrario a Squirrel with a Gun. Aquí no hay armas ni agentes del gobierno persiguiéndote, solo un parque urbano repleto de oportunidades para explorar, recolectar y crear. Desde el primer momento, el juego te envuelve en una atmósfera serena, con un estilo gráfico dibujado a mano que evoca la nostalgia de los libros infantiles. En lugar de caos y destrucción, Squirreled Away te invita a relajarte y disfrutar de la vida sencilla de una ardilla.

En este título, el objetivo es recolectar materiales para construir una casa en el árbol mientras interactúas con otros animales del parque. A diferencia de la violencia desenfrenada y sin sentido de su competidor (por llamarlo de alguna forma), Squirreled Away se enfoca en la creatividad y la colaboración. Las misiones, aunque simples, están llenas de pequeños momentos de ingenio, como tratar de no ser detectado por un perro para completar una misión (o lanzarle bombas fétidas en caso de que te detecte) hasta ayudar a otros animales con sus propios problemas. No hay humanos tratando de cazarte ni situaciones de vida o muerte (salvo algún perro puntual u otros animales que quieren devorarte); todo está diseñado para que te tomes tu tiempo y disfrutes de la exploración y la construcción.

El corazón del juego radica en su capacidad para hacer que cada pequeña tarea se sienta gratificante. Escalar árboles, saltar entre ramas y descubrir nuevos secretos en el parque es una experiencia que, aunque relajada, nunca se siente monótona. La sensación de construir tu propio refugio con los materiales que encuentras te da un sentimiento de progreso constante, y el hecho de que el mundo esté lleno de pequeños detalles y animales con los que puedes interactuar añade una capa de profundidad emocional que, sorprendentemente, termina siendo más memorable que cualquier escena de acción en Squirrel with a Gun.

La belleza de Squirreled Away está en su capacidad para transmitir paz y tranquilidad. La música suave y los paisajes cuidadosamente diseñados invitan a la reflexión y al disfrute pausado, ofreciendo un respiro en medio de la vorágine de títulos frenéticos que suelen dominar eventos como Gamescom (y también en general). Mientras otros juegos buscan impresionar con sus gráficos ultrarrealistas y sus mecánicas complejas, Squirreled Away recuerda a los jugadores que, a veces, menos es más.

Squirreled AwaySquirreled Away

A primera vista, Squirrel with a Gun parece tener la ventaja en este enfrentamiento. Su premisa divertida y absurda, junto con la promesa de caos y destrucción, lo convierten en una propuesta llamativa para los amantes de los juegos estilo sandbox. Sin embargo, tras pasar un tiempo con ambos juegos, es evidente que la broma de la ardilla armada no logra sostenerse a lo largo del tiempo. Aunque ofrece momentos entretenidos, la repetitividad de las mecánicas y los problemas técnicos hacen que la experiencia se desgaste rápidamente.

Por otro lado, Squirreled Away demuestra ser una experiencia mucho más duradera y emocionalmente gratificante. Aunque a primera vista puede pasar desapercibido, a través de su sencillez, consigue conectar con el jugador de una manera que Squirrel with a Gun nunca llega a lograr. La sensación de calma y creatividad que ofrece Squirreled Away, junto con su hermoso diseño visual y su enfoque en la exploración y la construcción, hacen que sea un título memorable.

En última instancia, nos decantamos por Squirreled Away, ya que es una muestra perfecta de cómo los videojuegos no necesitan grandes florituras ni gráficos ultrarrealistas para ser memorables. A veces, lo que más resuena es la simplicidad bien hecha, la conexión emocional con un mundo cuidadosamente diseñado y la sensación de paz que aporta explorar y crear sin prisas. En un evento como Gamescom, lleno de propuestas llamativas y frenéticas, Squirreled Away brilla por recordarnos que un juego, con un enfoque más modesto pero cargado de corazón, puede ser más memorable que el más grande de los títulos de acción.

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