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El 'Armagedón del silicio' y los chips caídos por la borda

La escasez de silicio se agrava y la demanda masiva de productos que requieren de transporte marino hace que cada vez más contenedores acaben en el fondo del mar.

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El material con el que se fabrican los chips escasea y se suma la alta carga de transporte mercantil por mar que provoca que muchos contenedores se caigan por la borda. La falta de stock de tarjetas gráficas, e incluso la ausencia de suficientes unidades de consolas de nueva generación, evidenciaron que las empresas tecnológicas tiene problemas para producir toda la demanda de productos que requieren de chips. Si sumamos que muchos de los contenedores que transportan dichas mercancías pueden acabar en el fondo marino, la mezcla parece una bomba a punto de explotar.

El 'Armagedón del silicio' y los chips caídos por la borda
Imagen de Freepik.com

En lo que llevamos de 2021,más de 1000 contenedores han acabado en el mar. En 2020 cayeron una cantidad superior a los 3000, y las pérdidas ya suman millones. ¿Por qué pasa esto? Los buques mercantiles tienen tal carga de trabajo que, cada vez, tienen que transportar más mercancías y los accidentes están a la orden del día.

Es más importante acelerar las entregas que invertir tiempo en revisar todos los protocolos de seguridad. Además, se conoce que muchos capitanes tienen la orden de seguir navegando en su ruta pese a que haya riesgos de tormenta. Prima llegar a tiempo y gastar menos combustible a garantizar un transporte seguro.

Casi todos los accidentes se producen en la ruta marítima que conecta Asia con América del Norte. El Océano Pacífico es un lugar muy transitado y se caracteriza por tener el peor clima.

Cada contendor puede albergar una media de 50.000 € en mercancías. Podéis imaginar lo que implica fabricar 100 PS5 y que todas las consolas acaben en el fondo del mar. También hay que tener presente que cada chip implica un granito de arena en la montaña, ya convertida en toda una sierra, de la escasez del silicio. Ahora sumadle factores como la obsolescencia programada, el poder del e-commerce y que vivimos en una sociedad líquida donde todo requiere de un cambio constante.

¿Tendremos un consumo responsable algún día o dejamos que todos los factores se vayan tejiendo hasta la explosión del 'Armagedón del silicio'? ¿No os hace sentir como si fueseis Marla y estuvieseis en la escena final del Club de la Lucha cogida de la mano del caos?



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