El arte ancestral Sheikah de Zelda: BotW viene de la cerámica prehistórica japonesa

Nintendo difundió ayer mismo media hora de vídeo para documentar cómo se hizo The Legend of Zelda: Breath of the Wild, una nueva obra maestra en la serie que están disfrutando estos días cantidad de usuarios de Nintendo Switch y Wii U.

Uno de los aspectos analizados en los comentarios del equipo de desarrollo es la inspiración artística de la tecnología Sheikah, una serie de artilugios denominados en el juego "ancestrales" pero que con sus posibilidades punteras (robótica, láseres, dispositivos casi informáticos) suponen un llamativo contraste frente al mundo salvaje del resto del juego. Paralelismos del desarrollo, resulta que estos ingenios que tienen miles de años de antigüedad en el juego se inspiran en los utensilios también milenarios procedentes de la edad de piedra nipona.

"Nos decantamos por la estética de este período y la utilizamos como base para expandir las civilizaciones antiguas del juego", explica sobre la tecnología Sheikah Satoru Takizawa, jefe de gráficos de Breath of the Wild. "Y elegimos el período Jōmon porque es relativamente desconocido para gran parte del público. Tiene ese matiz de misterio y maravilla que nos pareció realmente atractivo. Buscábamos algo que fuera único, y eso nos llevó al período Jōmon de Japón".

Las constantes referencias a las cerámicas marcadas del neolítico japonés son del todo evidentes en las decoraciones de los Santuarios, Bestias, Torres y otros elementos Sheikah del juego, si bien con un toque futurista metálico añadido para algunos inventos.

Para el caso de los Guardianes, unos de los grandes enemigos de Link en Breath of the Wild y probablemente principales exponentes de estos diseños, la clara inspiración en el arte del período Jōmon se apoya en otra idea mucho más desenfadada y relacionada con la dinámica de juego: lo mal que lo pasaba su productor con los pulpos escupe-rocas del primer juego de Zelda, hace ya 30 años. Eiji Aonuma reconoce cuánto le inquietaban los octorok en cuanto a tamaño y movimiento ya por entonces, y de ahí el estilo de amenaza de los Guardianes, que si bien "no esperaba que acabasen disparando rayos", "han acabado siendo una especie de personaje emblemático".