Alemania se prepara para una decisión crucial sobre su política climática, y la tensión aumenta a medida que los conservadores y los socialdemócratas se preparan para elaborar una agenda conjunta para el próximo gobierno (vía Reuters).
Alemania, antaño líder en objetivos climáticos progresistas, se enfrenta ahora a la incertidumbre, ya que la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) pretende reducir los objetivos ecológicos, culpando a las ambiciosas políticas climáticas de los problemas económicos.
A pesar de su compromiso con la neutralidad climática a largo plazo para 2045, el enfoque de la CDU en soluciones pragmáticas está haciendo saltar las alarmas, ya que pretenden hacer retroceder las restricciones al uso de combustibles fósiles y a la calefacción de combustibles fósiles.
Mientras tanto, el debilitado Partido Socialdemócrata (SPD) puede tener dificultades para impulsar sus promesas ecológicas, lo que hace temer a los activistas del clima que el país no alcance sus ambiciosos objetivos medioambientales.
Con una mezcla de presiones políticas internas, retos económicos y una creciente apatía pública hacia las cuestiones climáticas, el camino a seguir para la agenda climática de Alemania no está claro. Por ahora, queda por ver cómo las conversaciones de la coalición darán forma al futuro climático de Alemania.