En una nueva medida, el Reino Unido ha anunciado la suspensión de ciertas ayudas bilaterales a Ruanda y ha impuesto una serie de sanciones diplomáticas por el supuesto apoyo del país al grupo rebelde M23 en la vecina República Democrática del Congo (vía Reuters).
El grupo M23, que se ha hecho con el control de importantes zonas del este del Congo, incluidas ciudades importantes como Goma y Bukavu, ha desatado la preocupación mundial. A pesar de que Ruanda niega respaldar al grupo, argumenta que sus acciones militares son puramente defensivas, destinadas a contrarrestar a las fuerzas hostiles del Congo.
En respuesta, el gobierno británico se ha comprometido a retener la participación de alto nivel en actos ruandeses, restringir los compromisos comerciales y suspender la ayuda económica directa, salvo la destinada a los más vulnerables.
Ante el aumento de las tensiones diplomáticas, el Reino Unido sigue abogando por una solución política en lugar de militar, señalando la suspensión del apoyo relacionado con la defensa y una revisión de las exportaciones de armas. Por ahora, está por ver cómo afectarán estas medidas a la postura de Ruanda y al conflicto en general.