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La nueva película de fantasía de Paul W. S. Anderson, con Milla Jovovich y Dave Bautista en los papeles principales, ha tenido una acogida cuando menos tibia. La película, basada en una de las historias de George R.R. Martin, apenas consiguió recaudar alrededor de un millón de dólares en taquilla durante su fin de semana de estreno, y ha recibido críticas abrumadoramente negativas.
Un desastre absoluto, dado su presupuesto de 55 millones de dólares. A pesar de tener un estilo visual distintivo, parece haber sido simplemente insuficiente para atraer a un público amplio. En este caso, ni siquiera el nombre de Martin ha podido servir de reclamo para lo que bien puede ser uno de los mayores fiascos comerciales del año.