F1 2013 - primeras impresiones

Como fan de la Formula 1, es fácil olvidarse de lo rápido que los avances y el desarrollo van ampliando los límites de lo que es posible en su circo. Aunque van reduciendo constantemente la potencia del motor, los tiempos de vuelta se mantienen muy similares porque la aerodinámica de los monoplazas de hoy permite a los pilotos tomar las curvas a velocidades mucho más altas. Las máquinas explotan la energía de frenada para cargar baterías que luego pueden emplear como impulsos turbo, y por lo tanto corren aún más tiempo que antes con los neumáticos asignados.

Pero el mayor avance es uno que suele pasar desapercibido. A más de 300 km/h, sobra decir que los accidentes están a la orden del día. Nicolas Kiesa, comentarista y piloto de la Formula 1 danés, dijo una vez que bastaba con un pequeño despiste en plan "¿me acordé de poner el cepillo de dientes en el vaso esta mañana?" para que todo salga fatal cuando estás sentado en un bólido de la F1. Y aun así, hoy vemos menos accidentes que nunca con consecuencias catastróficas en este deporte.

El desastre era algo casi esperable de forma regular en el deporte durante la década de los 80, y te das cuenta por qué cuando pruebas el nuevo Modo Clásico F1 Classics del F1 2013 de Codemasters. Toda la tecnología y electrónica que pueden emplear los Formula 1 actuales para mantenerse sobre el asfalto, ni siquiera aparecía en las películas de ciencia ficción de hace 30 años. En lugar de estos avances, había que correr con lo que se parecía más bien a un cajón de madera 'tuneado', con un motor empeñado en llevar a los pilotos en un frenético viaje... hasta el infierno.

Mientras corría las primeras vueltas con el nuevo juego, me preguntó un amable relaciones públicas si me esperaba que el Modo Clásico F1 Classics apareciera en esta entrega, y, para su sorpresa, le dije que sí. Seamos sinceros: tampoco están reinventando la rueda, valga la redundancia. Lo que está claro es que muchos fans de la Formula 1, entre los que me incluyo, darían lo que fuera por poder intentar dominar viejas glorias como el clásico Williams FW14b por las curvas de Silverstone.

Sin embargo, tras charlar con varios miembros del equipo responsable del juego, por desgracia descubrí que no será posible revivir todas las temporadas de los 80 y 90. Del mismo modo, tampoco se podrá disputar una carrera con los viejos coches contra los nuevos, aunque sí parece posible echar un duelo de tiempos de vuelta con máquinas de distintas décadas.

Al código que probamos todavía le queda bastante desarrollo, y se nota. Mientras que los clásicos Williams recuerdan a los originales de forma impresionante, todavía se comportan demasiado controlados y sujetos sobre el asfalto. De hecho, todo resultaba un poco decepcionante hasta que me puse al volante de un Lotus 100T, de la época cuando los motores propulsados por turbo empezaban a introducirse en el deporte. Como en la vida real, al turbo le hace falta algo más de un segundo para activarse, y casi siempre me quedaba largo. Cuando recibes el empujón, es como si le dieran una patada en la entrepierna a un león salvaje y luego te soltaran a pelear contra él, pues está recreado como una potencia casi incontrolable. La bestia ruge, da zarpazos y no quiere que la domines, lo que hace todo el proceso mucho más divertido e interesante.

Con todo y por suerte, no sólo ha sido el nuevo Modo Clásico el que se ha llevado toda la atención del tiempo de desarrollo, y el estudio británico promete que el resto del juego también está recibiendo cantidad de ajustes, refinamientos y mejoras. La sofisticada inteligencia artificial, con la que los pilotos lucharán por su puesto de forma mucho más activa contra los humanos, se subrayó en varias ocasiones como una de las novedades destacadas. Lamentablemente sólo pudimos correr contrarreloj, completamente solos en el circuito, por lo que habrá que esperar a la versión review de F1 2013 para valorar si de verdad se nota el cambio.

Por lo demás, el impresionante motor gráfico Ego que Codemasters emplea para todos sus juegos de coches debería contar con más margen para sacar músculo este año, pero más allá de unos cuantos efectos de iluminación muy resultones, también es complicado notar una diferencia evidente a estas alturas.

Está claro que esta versión de F1 2013 que hemos podido probar es todavía temprana, pero aun así parece que Codemasters ha sido capaz de seguir trabajando en lo que en mi opinión convirtió a F1 2012 en el mejor de la serie hasta la fecha. Sigue ofreciendo una barbaridad de contenido, todos los aspectos muy pulidos y por encima de todo, como gran novedad, aporta la fiereza de los monoplazas clásicos, pero la jugabilidad, que es lo que más importa, ya está ahí, y combinada con el gran potencial del Modo Clásico podría conseguir que el de este año sea otro juego obligatorio para los fans de la Formula 1.