Esperar en los semáforos con el pie preparado para soltar el embrague y salir disparados con la luz verde y límites de velocidad en carretera que cambian más que la normativa de F1 esta temporada. Si circular con tu coche te parece un Gran Premio de F1, ya verás cuando pruebes la nueva entrega del juego oficial.
El próximo Gran Premio se celebra en tu casa
Como ya es costumbre, un año más llega una nueva entrega del videojuego oficial del campeonato de Formula 1. Y nuevamente, las manos expertas de Codemasters se encargan de dar vida a este título. Gracias a la larga experiencia de la compañía con títulos de conducción (Grid, el brillante Dirt Rally) y su propio motor gráfico bautizado como EGO, podemos estar seguros de que el aspecto visual y jugable va a estar dentro de los parámetros deseables.
El mundo de la F1 es tremendamente competitivo, con unas escuderías que aprovechan cualquier laguna en la normativa para desarrollar sus monoplazas al límite y así convertirse en los líderes indiscutibles del campeonato, como ahora es el caso de Mercedes. Por ello, el secretismo en pretemporada está a la orden del día y los desarrolladores no tienen antelación como para preparar los sonidos de motores, los chasis de las escuderías, su decoración y los propios pilotos justo a tiempo para el inicio de la temporada.
Es por ello que, tradicionalmente y a diferencia de otras sagas deportivas, F1 solía recibir su entrega correspondiente casi al final del campeonato en liza al tener que preparar todos los datos sobre la marcha. Esto afecta claramente al interés del juego para los fans: ¿por qué jugar al juego de un campeonato que ya ha terminado y ya se sabe quién ha ganado? Por segundo año consecutivo, Codemasters ha hecho un esfuerzo especial y nos ha traído un nuevo F1 a tiempo para la mitad del campeonato; todavía lejos del estado deseable, que es recibirlo al inicio de la temporada, pero claramente mejor que encontrarnos con el juego una vez la temporada ha terminado.
Mejorando lo presente
Las franquicias deportivas se enfrentan a un peculiar reto en el mundo de los videojuegos. Cada año hay una nueva temporada y, por tanto, cada año lanzan un nuevo juego. Con sólo un año de diferencia entre cada lanzamiento, los desarrolladores de este tipo de videojuegos no tienen demasiado tiempo para innovar, por lo que las evoluciones entre entregas suelen ser poco destacadas y los cambios progresivos, poco a poco.
En F1 2016 nos encontramos con la segunda entrega, y por tanto segundo año, en el que la franquicia ya no se lanza en PS3 y Xbox 360, por lo que debíamos en esta ocasión deberíamos encontrarnos con un juego más digno para la actual generación. Esto quiere decir que deberíamos ver evoluciones que el año pasado no pudieron llegar dado el limitado tiempo de desarrollo disponible y las ventajas que ofrece programar usando como base PS4 y Xbox One. Y en este aspecto, F1 2016 no solo no decepciona, sino que supone un gran cambio respecto al año pasado.
Novedades en la F1
Entre temporadas, e incluso entre carreras, la F1 experimenta cambios en normativa, interpretación de la misma... siendo un mundo tan dinámico, de su juego oficial esperamos lo mismo. Y así ha sido. Este año vemos cómo se incorpora al gameplay, entre otras novedades, el Virtual Safety Car (VSC), que nos obliga a mantener un tiempo delta específico en caso de incidente en pista sin necesidad de que el Safety Car se incorpore al circuito para retener a los corredores. Si superamos el tiempo, recibiremos una penalización ya que, al igual que en la realidad, este tiempo marcado por vuelta debe respetarse de la misma manera que se respeta y no se adelanta al coche de seguridad.
Otra de las características que vuelve este año, y que echamos de menos en entregas anteriores, es la vuelta de formación previa a la carrera. Tanto en la realidad como en el juego, la vuelta de formación nos permite calentar los neumáticos, frenos y el motor a la temperatura idónea para la salida. Ser estrictos y conseguir la temperatura oportuna nos dará una ventaja competitiva frente a los demás competidores, por lo que los deslizamientos de neumáticos, frenadas y revisión de temperatura del motor serán nuestras herramientas para conseguir que nuestro monoplaza esté en el mejor estado antes de que el semáforo se ponga en verde.
Controlando las salidas
Y hablando del semáforo, aquí llega otra de las novedades importantes en jugabilidad: la salida manual. En la salida de cada gran premio, el juego que el piloto haga con el embrague del monoplaza marca la diferencia entre una salida estelar... o marcarse un fiasco y perder un buen puñado de posiciones en apenas unos segundos. En este caso, Codemasters ha incorporado este pequeño pero importante detalle jugable de manera simple pero efectiva.
Durante el semáforo, deberemos pulsar el botón del embrague y acelerar para llegar a un nivel óptimo de revoluciones del motor mientras mantenemos el embrague pulsado. Tan pronto como el semáforo se ponga en verde, debemos soltar el embrague... ¡y a correr! Si lo hacemos bien, mantendremos nuestra posición en la salida o incluso adelantaremos a otros competidores. Si no, veremos que hasta pilotos de otras escuderías menores nos adelantan sin remedio. Un detalle que nos sumerge todavía más en la experiencia F1.
Labrándose el camino en la F1
Otra de las reincorporaciones en cuanto a características es el modo Carrera o campaña. Y es que, desafortunadamente, el año pasado Codemasters se dejó este modo por el camino. Lo positivo es que vuelve cargado de novedades que harán que nos sintamos como unos auténticos pilotos que realmente se están ganando la vida dentro del gran circo de la Formula 1. Una vez creemos nuestro perfil y elijamos cuál de los avatares predefinidos queremos que se convierta en nuestro alter-ego dentro del juego, tendremos la opción de escoger con qué escudería queremos vincularnos.
Aunque el primer pensamiento sea irnos con la escudería líder del momento para que ganar sea más sencillo, tendremos que elegir con cabeza. Cada escudería tiene unos objetivos muy diferentes, que los desarrolladores han marcado en base al potencial de cada una de ellas. Si, por ejemplo, decidimos incorporarnos a Toro Rosso, no nos pedirán que consigamos el título de campeones de inmediato. Tendremos tiempo para ello, aunque sí será el objetivo tras 3 o 4 temporadas. Y hay que tener en cuenta que el juego nos permitirá disputar un máximo de 10 temporadas con nuestro avatar.
Lleva tu escudería al estrellato
Decíamos que al inicio del modo Carrera puedes escoger entre cualquiera de las escuderías, desde las grandes campeonas hasta las más modestas. Pero en cualquiera de ellas, tu objetivo final es ser campeón. ¿Cómo? ¿Campeón con un Haas F1? Pues sí, ya que otra de las grandes novedades dentro del juego es el apartado del desarrollo del monoplaza.
Los entrenamientos de cada Gran Premio ya no son sólo un puñado de minutos que usaremos para familiarizarnos con la pista y los reglajes. Como ocurre en la vida real, tendremos una serie de objetivos y programas de mejora del monoplaza que deberemos completar para obtener puntos de desarrollo. Estos puntos de desarrollo, como si de un RPG se tratara, los podremos utilizar para comprar mejoras para nuestro monoplaza, como un chasis más ligero, un motor menos "gastón" o evoluciones que ayuden a un menor desgaste de los neumáticos.
La genialidad es que estos entrenamientos, aunque totalmente optativos, se convierten en obligatorios si queremos ser campeones cuanto antes. Además, nos proporcionan un conocimiento tremendo del circuito como puntos de trazada, consejos indirectos de cómo conservar nuestros neumáticos y no desgastarlos innecesariamente en las curvas... Es casi como tener un ingeniero que te ayude a optimizar tu conducción para cada gran premio y, sin duda, te ayuda a sumergirte en tu papel como piloto de F1.
Más y mejor
Otros pequeños detalles que ayudan a que F1 2016 se convierta en, sin duda, el mejor juego oficial de F1 que hemos podido disfrutar hasta el momento, son la gestión de los neumáticos, un control más optimizado (tan realista o arcade como queramos configurarlo), la mejora en los gráficos (aunque el modelado de los personajes deja bastante que desear), la inclusión de la zona del hospitality de nuestra escudería como punto en el que gestionamos nuestra carrera y mucho más.
No podemos olvidarnos de la gran mejora en el modo multijugador, que nos permitirá jugar online con 22 plazas en pista. Es decir, podremos jugar un gran premio totalmente realista con 22 jugadores compitiendo por primera vez en la saga. ¡Es genial! El juego ya no utiliza monoplazas controlados por la IA como truco para "rellenar" la parrilla.
Como contrapartida, tenemos ciertos puntos negros como la ausencia de los desafíos que sí estaban presentes en entregas anteriores, en los que nos encontrábamos en situaciones predefinidas y reales que debíamos superar usando nuestras habilidades al volante y la estrategia. El hecho de que entre la vuelta de formación y el inicio de la carrera haya una pantalla de carga en negro (a nuestro parecer, inexplicable) rompe con el realismo conseguido y nos recuerda nuevamente que estamos ante un juego. El mejorable modelado de los personajes que comentábamos anteriormente tampoco ayuda, aunque hay que entender que lo importante en este juego son los monoplazas y no los pilotos.
Pero, en cualquier caso, hay que quedarse con lo importante. Definitivamente estamos ante el mejor F1 que hemos jugado hasta la fecha. El completísimo modo carrera es definitivamente el mejor de la franquicia, y nos mantendrá horas y horas pegados al mando (o volante). En lo que más percibimos la mejora de este modo es en lo gratificante que resulta. Al terminar cada Gran Premio, especialmente cuando ya hemos participado en varios y hemos desarrollado nuestro monoplaza en varios aspectos, sentimos como nuestro esfuerzo realmente ha servido para algo. Nuestra contribución, nuestro pilotaje, nuestras decisiones han contribuido al resultado obtenido. Y esa sensación se incrementa temporada tras temporada.
En este aspecto es la primera entrega en la que el modo Carrera logra atraparnos de esta manera, y es sin duda el modo estrella de F1 2016. Pero, como decíamos antes, el resto de aspectos positivos, aunque pequeños, terminan de perfilar la que se encumbra como el mejor juego de F1 que hemos podido disfrutar. Si te gustan los juegos de conducción, caerás rendido a F1 2016. Y si eres seguidor de la F1, acabas de dar con la entrega que devorará sin piedad tus horas de juego en los próximos meses.