Análisis de F1 2019

Hace apenas diez meses que se estrenó un F1 2018 sobresaliente y ya tenemos aquí otra entrega. Codemasters ha adelantado la fecha de lanzamiento para coincidir durante más meses con el Mundial real, así que el desarrollo de esta entrega ha sido más corto de lo habitual. ¿Lo acabará pagando? ¿Será demasiado parecido? No, lo tenían todo pensado y se habían guardado la F2 para marcar la diferencia.

En el nuevo modo historia (Carrera) tienes que empezar desde más abajo todavía. Debes completar una temporada en la F2 2018, aunque no entera, solo los mejores momentos. Es aquí donde conocerás a un par de pilotos ficticios integrado en la parrilla oficial, aunque son lo más típico que te puedas esperar. Lukas Weber, el compañero más amable y educado que ha pisado la pista (¿será por Mark Webber?) y Devon Butler, el rival, un tontaco. El trío que dará el salto a la F1 al año siguiente, a esta temporada, cada uno con un equipo y un contrato en función de sus resultados.

Podría decirse que son las versiones ficticias de Alex Albon, George Russel y Lando Norris, pero usarlos a ellos no hubiera funcionado porque los novatos del paddock actual no dan tanto juego como los bocazas del ficticio. Porque las entrevistas siguen siendo una parte de peso de este modo de juego o incluso más, porque han añadido preguntas que pueden acentuar la rivalidad y calentar el ambiente.

La F2 es distinta por concepción, ya que todos los coches comparten chasis, motor y neumáticos, así que las diferencias de presupuesto no se notan tanto. También cambia el fin de semana, porque después de la clasificación hay dos carreras: una más normal y otra muy corta, casi un sprint, en el circuito inverso. Son experiencias más intensas, con luchas por la posición más duras. Además, la temporada 2019 de la F2 llegará más tarde como DLC y, en ella entre otros Mick Schumacher y Tatiana Calderón.

Otra medida real que afecta a nuestra forma de correr y de afrontar las partidas es el punto extra por la vuelta rápida. Hace que nos preocupemos de la distancia con el de delante con gomas nuevas por si podemos rascarlo. También hay que conocer la nueva nomenclatura de ruedas que usa Pirelli este año, con blandas, medias y duras independientemente de lo que signifiquen esos conceptos para cada circuito.

F1 2019 vuelve a ser un simulador en el que se mide todo si quieres, pero también se puede jugar con ayudas y con las sugerencias de la IA para no tener que pensar mucho en estas cosas. Esta puesta al día en contenidos también aplica al gameplay. El manejo se parece bastante al del año pasado, pero con ciertos retoques y al final es la configuración la que va a decidir cómo vas a tener que pilotar. Con todas las asistencias activadas puedes tomártelo casi como un arcade, pero si haces simulación empezarás a patinar a la mínima, sobre todo en mojado.

Con tan poco tiempo de trabajo y una base de tanto nivel cabría pensar en que no habría mucha evolución gráfica, pero afortunadamente hay bastante. Comenzando con las cámaras, con unos puntos de vista más televisivos para escoger con los que se ve genial, y sin miedo a que el halo tape la visión. Detalles como las gotas de lluvia o la suciedad aportan un extra de realismo simbólico del nivel de detalle.

La parte más espectacular está en las nuevas mecánicas de iluminación nocturna. Circuitos como los de Bahrein y Singapur han quedado fantásticos, y hasta se aprecia cómo cada punto de luz emite su propio destello y provoca sus propias reacciones. Después están esos detalles minúsculos que comentábamos, desde el efecto lluvia en spray y los charcos que van quedando al secarse la pista (y que pueden provocar una salida porque cambia el comportamiento físico del vehículo por unos segundos) a la degradación del neumático con el paso de las vueltas o la suciedad por un paseo por la arena.

El nivel visual de F1 2019 y su realismo en la producción de cámaras hacen que haya repeticiones en las que pueda llegar a confundirse con una carrera real retransmitida. Lo pagamos, sin embargo, en tiempos de carga, porque algunos son largos. Pero en este caso somos de la opinión que merecen la pena.

Hemos hablado de contenido y hemos pasado por alto un aspecto que, dicen en Codemasters, gustó mucho en las ediciones anteriores cuando se introdujo, los coches clásicos. Ahora que hay rumores de la vuelta de Fernando Alonso a Ferrari, el suyo es uno de los viejos bólidos en volver a la pista, aunque lo más interesante el pack DLC Leyendas con Ayrton Senna y Alain Prost, desde su primer desencuentro en McLaren Honda a la lucha encarnizada de los 90 McLaren vs Ferrari. No son mundiales, son eventos independientes y pruebas, como puede ser una persecución o restos de adelantamiento. Para el público más joven y para los nostálgicos hay un museo virtual que cuenta brevemente sus historias.

La mayor sorpresa que nos hemos encontrado ha sido ver que F1 2019 no es solo un juego, también es una app de información sobre los torneos oficiales de eSports. Ofrece un menú entero en el que leer noticias, clasificaciones y las reglas, ver repeticiones y cosas así. También para participar en lo que se pueda, porque las opciones multijugador competitivo y no competitivo son enormes. Por desgracias, no hemos encontrado gente de sobra para jugar en estos días previos al lanzamiento.

Estábamos preocupados de que F1 2019 no hubiera tenido el tiempo que necesita un juego de este nivel para crecer. Es cierto que hay aspectos como el control que apenas han variado, pero Codemasters ha logrado meter bastantes mejoras técnicas y contenido como para justificar algo más que el cambio de pilotos.