Ha sido un largo y arduo viaje el de Final Fantasy XV y el equipo liderado por Hajime Tabata. Tras el anuncio de su retraso no hace mucho y desde el momento de escribir estas últimas impresiones ya solo nos queda ¡un mes! para la salida del juego en las tiendas. Probablemente ya habréis leído más de uno o dos avances en este tiempo y en esta ocasión queremos centrarnos en las partes a las que pudimos jugar en nuestra sesión más reciente en Londres. Los acontecimientos siguen a lo que se ha llamado Capítulo 2.
No podemos contaros nada nuevo sobre la historia más allá de lo que ya se conoce, pero Noctis, Prompto, Ignis y Gladiolus van camino de una boda cuando las cosas toman un giro inesperado. La conversación entre los personajes es un poco informal y desenfadada, y es fácil cogerles cariño aunque al principio parezcan superficiales y algo estereotipados. Después de unas horas, ellos crecen con nosotros y sus historias personales, así como las motivaciones que tienen, llegan a ser interesantes. En general la narrativa del juego empieza a despegar tras la introducción y estamos con muchas ganas de pasarnos el juego final en un mes.
Final Fantasy XV parece bastante grande en términos de mundo de juego; el mapa es inmenso y está lleno de actividades. Durante una visita a la estación de servicio aprendimos que había que hablar con el chico que lleva el restaurante para conocer los alrededores y también aceptar misiones como acabar con un enorme monstruo que ronda por las cercanías. Algunos de los encargos caen en las estructuras genéricas de los MMO/RPG en los que hay que ir a un sitio, matar a un enemigo y volver a por la recompensa. Los contratos de monstruos pueden compararse a lo visto en The Witcher 3: Wild Hunt, aunque aquí es un poco más sencillo. Tan solo hay que ir al lugar indicado en el mapa y cumplir con la misión.
Los encargos a los que jugamos en Londres nos llevaron un par de horas de juego. Durante una de ellas seguimos a un tipo misterioso con el coche y acabamos en lo que parecía a primera vista un lugar abandonado por completo, pero algo desagradable estaba al acecho. Caminamos hacia adelante lentamente y apareció de la nada un monstruo enorme que no parecía feliz de vernos. Fue de lejos una batalla épica y tuvimos que estar concentrados para derrotarlo.
La variación y variedad de entornos era absolutamente imponente (al menos en las partes que probamos). Hay de todo, desde amplios desiertos a bosques húmedos, pasando por playas con turistas donde Noctis puede pescar. El juego también cuenta con un ciclo día-noche en tiempo real y si te atreves a salir cuando está todo oscuro aparecen monstruos realmente peligrosos. En una ocasión salimos a explorar los escenarios y antes de que nos diésemos cuenta apareció una gigantesca criatura que tenía ¡30 niveles! por encima nuestra. No hace falta decir que salimos por patas de aquel encuentro.
El sistema de combate se siente cómodo, aunque quizás un poco caótico. Cuando hay múltiples enemigos en pantalla a la vez, a menudo es difícil orientarse y en ocasiones terminamos pulsando el botón de ataque esperando que ocurra lo mejor. Siempre es aconsejable intentar atacar de lado a los adversarios, preferiblemente junto con alguno de nuestros aliados para hacer daño adicional. Un poco más adelante en el juego, cuando surge una mayor resistencia, es importante encarar los enfrentamientos con cabeza y priorizar ciertos enemigos antes que otros para tener una mayor oportunidad de salir de la batalla con vida.
Puedes hacer uso de los compañeros y enlazar ataques con facilidad, algo que no solo luce genial, sino que te da una clara ventaja para inmovilizar a los enemigos durante unos segundos críticos, lo que te permite reducir su salud de forma gradual con relativa seguridad. Además, puedes utilizar habilidades especiales para hacer los combates más interesantes. Después de cada encuentro obtienes una puntuación que te dice cómo lo has hecho, haciéndote pensar sobre qué puedes mejorar y aprender de cara al siguiente enfrentamiento. Los retrasos parecen haber sido muy beneficiosos para el juego y el tiempo extra de desarrollo se ha traducido en un aspecto mucho mejor ahora que cuando lanzaron la última demo a principios de este año.
Final Fantasy XV apunta a convertirse en una aventura épica que nos llevará horas y horas de juego para completar. El comienzo quizás toma prestados demasiados elementos genéricos de los MMORPG y queda por ver si esto mejora más adelante. Noctis y su pandilla forman un grupo de personajes muy majo y si te preocupa que pueda tener un enfoque muy japonés, rápidamente sentirás que creces junto a ellos. El mundo, su ambientación, la música y la atmósfera... Cada elemento brilla desde el principio, por lo que todo indica que este puede ser el juego que de verdad signifique el mejor retorno de Final Fantasy. Si es el caso, no puede llegar antes.