Análisis de Fit For a King

Es evidente que no muchos juegos abordan el período Tudor, y aún muchos menos te permiten ponerte en la piel del mismísimo monarca Enrique VIII. Por eso, Kitfox Games se ha encargado de crear un juego de estas características y que comercializan como un simulador de este rey. Sin embargo, su temática no es lo único que hace de este juego un viaje al pasado en toda regla.

Todo el formato reproduce el estilo de antaño, y no hablamos del típico juego de plataformas retro a lo 16-bit. Estamos hablando de una analepsis en toda regla, con personajes bastos y poca variedad de píxeles, en la que debes mover a tu personaje a través de un mundo vertical construido por bloques. Tienes que usar los comandos del teclado para interactuar con las cosas, incluso puedes entablar alguna conversación rudimentaria con alguna que otra palabra, (nos recuerda a Zork, aunque no sea exactamente lo mismo).

Es una fusión estrambótica, pero este sistema de juego antiguo encaja perfectamente con lo que Kitfox intenta plasmar. Esencialmente, los comandos varían desde "reforma" (asignado a la letra R) a "matrimonio" (asignado a la M) y todo lo que puedas imaginarte entre medias. Experimentar con todos ellos tiene unos resultados bastante cómicos. Por ejemplo, puedes casarte con quien quieras e incluso "bendecir" (B) a un fantasma para despejar tu camino.

Pero, ¿qué pasa cuando quieres casarte con más de una persona? La Iglesia no te lo permitirá, en absoluto (si no sabes de lo que hablamos, infórmate sobre Enrique VIII). Solo tienes que coger la biblia y reformarla, así puedes convertirte tú mismo en el jefe de la Iglesia. De esta manera, Kitfox mezcla acontecimientos reales de los Tudor con un juego absurdo y obtiene unos resultados realmente divertidos. Solo depende de ti si quieres hacer experimentos en primera persona.

El objetivo final es conseguir suficiente dinero para ser los anfitriones de una ceremonia en nombre de tu rival, otro rey al que puedes llamarle como te dé la gana, como en los primeros juegos de Pokémon. Por elegir, también puedes elegir el nombre de tu mujer, aunque como ya hemos dicho, igual no te interesa perder mucho tiempo con ella si te hace mucha gracia el botón M.

Existen muchas maneras de ganar dinero, pero, desafortunadamente para ti, los fondos públicos están cerrados a cal y canto. Tendrás que subir los impuestos y tasas (T) de tus súbditos, mientras buscas cofres en zonas recónditas en las que hay oro a tutiplén. Lo que ganes puedes gastarlo en las mejores de las fiestas, en las que puedes servir tejón o alguna que otra comida deliciosa para atiborrarte. Tu mayor trabajo será vaciar el sandbox de todo objeto valioso, aunque no siempre sea sencillo.

Dentro de este mundo hay un montón de personajes con los que puedes interactuar. Algunos de ellos son útiles y te darán todo lo que necesites, mientras que otros solo están ahí por puro entretenimiento. Repetimos, la manera que elijas interactuar con ellos es tu elección. En algunas ocasiones tendrás que acordarte de lo que necesitan para poder regresar y ayudarlos cuando tengas todo lo necesario.

Lleva un tiempo acostumbrarse a Fit for a King, si deambulas sin rumbo fijo un poco verás que, una vez que sabes orientarte, es una experiencia única tan divertida para perder el tiempo como parar tomártelo en serio y completarla. Hay muchísimo que ver y hacer, y aunque tenga una apariencia simple, le sobra la profundidad e ingenio. De verdad que no hay límite para lo que puedes hacer como monarca de este reino.

A Fit for a King su nombre le queda que ni pintado, ya que es una temática antigua con una capa superficial más que engañosa. A los seguidores de los juegos retro les encantará el desafío que supone, incluso sus retazos de historia tienen unos momentos que rozan lo entrañable y cómico. En cierta medida, incluso es un juego educativo, aunque lo destacable es la mezcla de lo ridículo y entretenido que puede llegar a ser. No podemos decir otra cosa, nos ha encantado tener por unos días todo el poder que conlleva un trono.