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Fortnite - impresiones

Epic Games se ha tomado su tiempo con este sandbox de supervivencia, pero el título parece haber adquirido una profundidad que hace que la espera haya merecido la pena.

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Fortnite, de Epic Games, lleva en desarrollo la tira de tiempo, desde el año 2011, para ser precisos, pero en el E3 de este año pudimos disfrutar por fin de una versión completa del juego, algo comprensible si tenemos en cuenta que saldrá en acceso anticipado el mes que viene. Dos redactores de GameReactor cogimos el mando en Los Ángeles para adentrarnos en el mundo del juego, completar un rápido tutorial en el que se nos explicaba cómo funcionan las mecánicas y sumergirnos de lleno en la acción, y tenemos que decir que, en términos generales, nos quedamos muy sorprendidos con la profundidad que ofrece este título.

Nada más empezar, un tutorial nos guía por la que es la premisa básica del juego. Fortnite nos pone en la piel de un superviviente que intenta... pues eso, sobrevivir a hordas de zombis. En el tutorial, se nos enseña a disparar, luchar, rebuscar por los escenarios en busca de objetos, construir y a coordinarnos, es decir, nos proporciona todas las herramientas que necesitaremos para mantenernos con vida y proteger a nuestros aliados. Eso sí, estos no son más que los fundamentos básicos, ya que las mecánicas ganan en profundidad a medida que las vamos explorando.

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La misión tutorial era guiada, en el sentido de que se nos indicaba el camino que debíamos seguir y había un argumento que acompañaba a la acción, pero cuando nos dejaron solos, lo que nos encontramos fue más bien una experiencia de supervivencia cooperativa en un mundo abierto. En realidad, estas palabras describen mucho mejor la esencia de Fortnite. Cada vez que empezamos una partida, aparecemos en un mapa generado de forma aleatoria en el que tendremos que defender nuestro fuerte de los zombis durante 14 días (de ahí el título del juego, que significa "quincena" en inglés), pero además de este, habrá otros objetivos, de los que nos puso al corriente Zak Phelps, el productor ejecutivo del juego.

"Básicamente te juntas con tus amigos y apareces en una misión [que se desarrolla en] un mundo generado de forma procedimental, y luego exploras y buscas los objetivos. Una vez que encuentras el objetivo principal, construyes tu fuerte alrededor de él y colocas trampas impresionantes. Puede que quieras dejar a uno de los soldados de avanzadilla para meterlo en el juego y que te ayude a defenderte, le fabricas un arma y así serás capaz de protegerte y hacer retroceder a la horda de monstruos que viene a por ti".

No obstante, esperamos que en la versión final del juego se expliquen todos estos objetivos de una forma mucho más clara. Nosotros nos topamos con algunos de ellos por casualidad, pero la verdad es que no tenemos ni idea de cómo los encontramos ni de para qué los teníamos que utilizar, especialmente la misteriosa "lanzadera" que nos mandaban activar.

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En cuanto a los enemigos a los que tendremos que matar en Fortnite, Phelps nos explicó que habrá "varios tipos diferentes de monstruos, que van desde los básicos cáscaras, que son como la infantería del juego, hasta los enormes 'smashers', que son capaces de hacer pedazos nuestro fuerte como si nada". Pronto nos dimos cuenta de que no nos costaba mucho despachar rápidamente a los monstruos más débiles, pero los más poderosos, sobre todo si estaban cerca de puntos de generación, podían quitarnos la vida en cuestión de segundos. En Fortnite, por tanto, no nos limitaremos a luchar contra los típicos zombis que son como carne de cañón, sino que tendremos que elegir bien nuestra estrategia en vez de tirarnos de cabeza a por los enemigos. Al fin y al cabo, contamos con un número limitado de vidas y, en caso de que caigamos, serán nuestros compañeros quienes tengan que revivirnos.

Para derrotar a los monstruos, contamos con una serie de armas. Por suerte, cuando nos aventuramos en la demo las almas caritativas de Epic Games nos equiparon con un arsenal de bastante alto nivel, que incluía una escopeta automática y un fusil de asalto, así como una katana, pero a lo largo del juego podremos elegir entre una amplia selección dependiendo de nuestras preferencias. Además, todas ellas se pueden fabricar utilizando partes que nos encontraremos por el mundo del juego. Nos imaginamos que también podremos desbloquear más armas, o al menos más partes para construirlas, a medida que avancemos.

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Si sois de los que prefieren mantener las distancias a la hora de matar malos, también tendréis acceso a trampas que harán el trabajo sucio por vosotros. Estas van desde las opciones más básicas y rudimentarias, como los pinchos que salen del suelo, a las más elaboradas, como las que tiran al enemigo por los aires para luego caer con fuerza contra él. Utilizadas en combinación con las armas, pueden causar efectos devastadores. El lugar donde las colocamos también es de vital importancia, pues de nada sirve llenar un pasillo de trampas si luego los zombis deciden ir por otro camino.

Los zombis, por otro lado, no son estúpidos. Vale, tampoco es que sean unos genios, precisamente; de hecho, más de una vez pasarán felizmente por encima de las trampas, pero Phelps nos explicó que son capaces de detectar puntos débiles en nuestros fuertes y centrar en ellos sus ataques. Esto implica que necesitaremos reforzar todas las zonas del fuerte y tapar todos los agujeros que aparezcan. Como ocurre en otros juegos de zombis, como el modo Zombi de Call of Duty, cuando se abre una grieta, una pequeña gota puede transformarse en una inundación y dejarnos con el agua al cuello.

A juzgar por lo poco que pudimos ver del sistema de construcción, parece que contará con la profundidad suficiente como para permitirnos defendernos de distintas maneras. Aunque el menú rápido solo cuenta con unas cinco opciones referentes a elementos básicos, como muros, suelos, escaleras, etc., existe además un menú radial más amplio con varias categorías, entre las que se incluyen las trampas, que nos abrirá todo un abanico de posibilidades una vez nos acostumbremos a usarlo. A esto hay que sumarle que, cuando levantamos un muro, podremos modificarlo para que tenga puertas y ventanas, aunque este proceso nos pareció un poco lioso cuando lo probamos. Sea como sea, el hecho de que se puedan personalizar todos los elementos tan rápido hizo que este proceso nos resultase un poco más atractivo. Nos imaginamos que las creaciones de la comunidad de jugadores serán uno de los principales ganchos comerciales de Fortnite, tanto que esperamos que se incluya una función que nos permita descargar o, al menos, admirar los fuertes creados por otros usuarios.

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Para construir, necesitaremos suministros y materiales, recursos que obtendremos destruyendo prácticamente todo lo que se nos ponga por delante con nuestro fiel pico. Coches, árboles... no habrá nada que se salve cuando nos apetezca construir algo. Así, iremos dando forma a los paisajes que nos rodean, de ahí que no nos sorprenda que se haya comparado a este título con Minecraft, aunque lo que hacemos en Fortnite es levantar estructuras artificiales en los escenarios en vez de dar forma nosotros mismos a nuestro entorno.

Al final, la partida de Fortnite se nos hizo muy corta. Hay tanto que hacer, tanto que explorar y descubrir que nos habría encantado que nos diesen algo más de tiempo que la media hora escasa que pasamos con el juego. Sí, podéis tomároslo como una buena señal. Aún ansiamos descubrir qué más cosas podremos hacer, pero, por lo que hemos visto hasta ahora, podemos confirmar que el sistema de construcción tiene una gran profundidad, las armas son muy variadas y el concepto del juego parece fascinante. Esperemos que todo esto sea suficiente para proporcionarnos una experiencia positiva cuando salga en acceso anticipado el mes que viene.

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