Roguelike parece un término bastante nuevo, pero el género se ha ido construyendo lentamente desde hace mucho tiempo, y en los últimos años se ha visto una explosión de los juegos en los que te arriesgas en cada vuelta, aumentando tus posibilidades de éxito hasta que finalmente consigues una clara, para volver a hacerlo todo de nuevo. Estos juegos son adictivos en su sencillez aleatoria procedimental, y han dado lugar a algunos de los éxitos más destacados de los últimos años, especialmente de estudios independientes que consiguen retorcer la fórmula de la forma adecuada para que resulte totalmente refrescante.
Una vez más, como ocurre con todas estas guías esenciales, no tenemos espacio para poner todos los juegos que nos encantan, y en su lugar intentamos centrarnos en los puntos clave del género. No puede faltar aquí un constructor de mazos de cartas, ni tampoco un juego cooperativo, pero no llenaremos la lista con uno u otro.
Hablando de constructores de mazos, ¡mira! Aquí tienes uno. Empezando en una húmeda y oscura cabaña en el bosque, sentado en una mesa desvencijada frente al que quizá sea el hombre más espeluznante que he visto en mi vida, es difícil no sentirse inmediatamente inquieto por Inscryption. El juego te pone los pelos de punta desde el primer minuto y, sin embargo, como todo buen roguelike, es casi imposible dejarlo. No podemos decir mucho más sin estropear el misterio que esconde Inscryption, y como vale más que el precio que pide, lo único que podemos recomendarte es que lo juegues cuando puedas.
Imágenes nostálgicas y pixeladas. Combate trepidante. Jefes contra los que no puedes evitar luchar incluso después de morir cincuenta veces ante ellos. Eso es Dead Cells. En parte metroidvania, en parte roguelike, el clásico moderno de Motion Twin y Evil Empire llevó el género a nuevas cotas, proporcionando una experiencia llena de adrenalina que nos hace preguntarnos si la vida es realmente tan genial como una masa de células apoderándose de un cadáver incorpóreo.
FTL salió en 2012, una época en la que el roguelike no se utilizaba tanto como ahora, pero si lo analizas de nuevo, es en gran medida un roguelike. El juego se basa en que lleves una nave por las estrellas, la mejores e intentes mantener con vida a tu tripulación a través de una serie de eventos generados aleatoriamente. Requiere muy poco compromiso, pero una buena cantidad de poder mental para mantener todo en orden mientras juegas, y muy pronto puedes encontrarte perdiendo horas con el FTL y a punto de ser un gestor de naves desprovisto de todo sentimiento mientras eliminas el oxígeno de todos los lugares excepto de los más necesarios.
Os dije que tendríamos una entrada cooperativa en la lista, ¿no? Aunque Risk of Rain 2 puede jugarse y disfrutarse en solitario, no hay nada como derribar jefes mientras tú y tus amigos reunís la mayor cantidad posible de mejoras para hacer que vuestras pantallas sean interminables oleadas de rayos láser y balas. Al principio, Risk of Rain 2 puede resultar un poco abrumador. Hay un montón de objetos que hacen cosas diferentes, y también distintos personajes entre los que elegir, pero con el tiempo le cogerás el truco y podrás disfrutar con tus amigos de un shooter en tercera persona que se hace aún más grande gracias a una banda sonora estelar y a los mods que te permiten jugar como Goku (sí, en versión superpoderosa).
Para muchos aficionados a los juegos indie, Supergiant Games habrá estado en el radar durante algún tiempo antes de 2020. Sin embargo, cuando se lanzó Hades 1.0, fue como si las compuertas se abrieran para Supergiant y la gente se diera cuenta de lo increíble que ha sido este estudio. Ningún roguelike se ha sentido tan pulido y se ha convertido en un clásico instantáneo como Hades, y aunque tenemos una secuela que pretende lograr incluso más que el original, ahora mismo nada supera escapar del inframundo como Zagreo. Tiene combate para los puristas de la jugabilidad, historia para los que buscan perderse en un relato digno de los mitos griegos en los que se basa (con una narrativa innovadora en roguelike), y aleatoriedad para los que adoran tirar los dados. Un auténtico rey de su género.