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Gears of War 4: Guía del modo Horda 3.0

Una serie de cinco trucos y consejos para que sobreviváis con valentía a las 50 oleadas de enemigos.

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Gears of War 4 es la última entrega de la aclamada serie de shooters en tercera persona de la generación anterior. Está desarrollada por The Coalition y con ella el estudio quiere volver a convencer a los fans de la trilogía original. Hace unos días publicamos nuestro análisis de Gears 4 para que tengáis una buena recomendación y ahora os ayudamos a completar las 50 oleadas del modo Horda 3.0 con unos sencillos consejos.

La ya clásica modalidad multijugador se ha actualizado ofreciendo todo un sistema de mejoras y clases con los que aumenta el factor estratégico en los enfrentamientos, por lo que os recomendamos leer nuestra guía esencial antes de ir con la Retro Lancer aniquilando todo lo que se cruce a vuestro paso.

1. Elige tu clase con cabeza

Con las novedades introducidas en las mecánicas de juego es más importante que nunca seleccionar al personaje que mejor puede rendir en las batallas. Gears of War 4 coge las clases de Gears of War: Judgment y las lleva a un nuevo nivel. De las cinco disponibles, recomendamos llevar siempre en el equipo al menos un ingeniero y un explorador por el gran peso que tienen en este modo.

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En las 50 oleadas a las que estaremos expuestos, la habilidad del ingeniero es muy útil ya que permite reparar lo que construyes. De esta forma nos puede salvar de más de un apuro durante las rondas y aunque luego otros personajes pueden desbloquear esta herramienta, el ingeniero es el único que la tiene de forma permanente aunque muera.

La clase explorador por su parte cuenta con una bonificación que multiplica por dos las monedas obtenidas durante cada oleada, lo que lo convierte en un personaje imprescindible de cara a comprar equipo y construir fortificaciones lo antes posible. En el Fabricante todo estará al nivel 1 nada más empezar la partida, pero ahorrar las monedas es crucial para mejorar los elementos que compramos.

2. Recoge todo lo que encuentres

En todo juego en el que los enemigos dejan objetos tras ser fritos a balas hay una regla no escrita que también se aplica en Gears of War 4: no dejes nada en el suelo. A riesgo de acabar padeciendo el síndrome de Diógenes, todo lo que no recojáis desaparecerá al final de cada oleada. A lo mejor pensáis que no os hace falta el arma tan mediocre que ha 'dropeado' un Juvies, pero os arrepentiréis más adelante.

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Como los objetos y energía que estén en el escenario se pierden si no te haces con ellos, lo mejor es dejar a un enemigo vivo al final de la ronda para dar un paseo por el mapa en busca de todo aquello que nos pueda interesar. En este sentido, las taquillas de armas disponibles en el Fabricante son muy útiles. Gracias a ellas puedes guardar todo aquello que no utilices para más adelante y además recarga la munición. ¿Se puede pedir más?

Y aunque recoger armas es la mejor forma de evitar situaciones complicadas, otra manera de acabar con ingentes cantidades de enemigos es mediante las torretas tripuladas disponibles en el Fabricante. Son caras y fáciles de destruir en un inicio, pero si las colocáis en sitios estratégicos mejorándolas hasta que lleguen al nivel 3 o 4, su poder es muy elevado y un aliado que siempre conviene tener cerca.

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3. Planta cara a los jefes finales

Al igual que en anteriores entregas, cada 10 rondas toca hacer frente a una oleada de jefe en las que decenas de enemigos y un jefe final nos pondrán las cosas difíciles. Aquí os detallamos sus patrones de ataque y consejos para vencerlos:

• Swarmak: Cuenta con dos ataques de gran impacto, por lo que antes de nada lo mejor es cubrirse. Las minipistolas no resultan un peligro y son fáciles de esquivar, pero cuidado cuando se queda parado para usar el lanzamisiles. Para acabar con él hay que dispararle en las zonas de color naranja con forma de sacos que tiene en la boca, piernas y estómago. Las armas explosivas son muy eficaces contra él.

• Kestrel: Es un helicóptero que sobrevuela disparando con una torreta y en ocasiones con cohetes. No es un rival difícil y con disparar a los motores que se encuentran a los lados podemos derrotarle. En este caso lo más adecuado son las armas a distancia para poder apuntar con precisión.

• Snatcher: Quizás uno de los jefes más complicados de vencer, pues no solo hace daño si estamos próximo a él, sino que también puede comerse a los aliados. La única forma de liberarlos es disparando al estómago antes de que acabe con nuestros compañeros. La estrategia que os recomendamos es que uno del grupo haga de cebo dando vueltas mientras el resto aprovechan para disparar.

• Carrier: Aquí se premia la paciencia. Al ser una armadura gigante, lo adecuado es esperar para atacarle cuando abre el pecho. Los misiles que lanza pueden ser un auténtico problema porque dejan fuego en el suelo, pero prestando atención a sus movimientos no hay por qué tenerle miedo.

Gears of War 4

4. Las habilidades marcan la diferencia: aprovéchalas

Como comentábamos antes, cada clase cuenta con su propio nivel y bonificaciones exclusivas en forma de cartas que podemos equipar al personaje en distintas ranuras. Al comienzo solo hay espacio para una, pero al subir de nivel aumentan en número. Se trata de uno de los puntos más innovadores de Gears of War 4 y al que hay que sacar partido por las ventajas que reporta. Puede sonar a perogrullada, pero es recomendable echar muchas horas de juego si queremos ver realmente estas mejoras.

Con las cartas todo cambia en el modo Horda 3.0. Su aplicación en las partidas va desde añadir más munición a ciertas armas a obtener descuentos en el Fabricante. Todo depende de factores como el nivel al que se encuentren y el grado de rareza, de forma que algunas épicas o legendarias nos otorgarán habilidades como que los enemigos exploten al dispararles en la cabeza. Para aumentar sus efectos basta con tener repetida una misma carta cierto número de veces o destruirlas para obtener recursos que sirvan para crear otras.

Por supuesto para tener mejores cartas hay que invertir mucho tiempo. Las monedas doradas que ganamos en las partidas pueden usarse en la tienda para comprar paquetes con nuevas cartas para cada clase. Una vez más lo más recomendable es ahorrar (aunque a veces sea difícil) y elegir con cabeza en qué queremos invertirlo, ya que su efecto en las oleadas es determinante.

5. Juega en la dificultad adecuada

Dejamos lo más obvio para el final. Quizás parezca que jugar en nivel casual es una deshonra y que mereces ir a por todas, pero si estás empezando nunca viene mal familiarizarse con el entorno y los cambios introducidos en el nuevo modo Horda. Incluso en la dificultad más baja es fácil encontrarnos en un apuro conforme avanzan las oleadas hasta el punto en el que un enemigo puede acabar contigo de un par de disparos.

No está mal recordar que la diversión es el factor más importante que prima en esta modalidad. Estudiad bien vuestras posibilidades y la de vuestros amigos de grupo para elegir con cabeza qué reto está a vuestro nivel. Más adelante habrá tiempo de ir a por desafíos mayores, pero el objetivo inicial debe ser conocer las habilidades de cada clase, obtener monedas y adquirir nuevas cartas hasta estar suficientemente preparados.

Por último, es importante estar siempre alerta. En ocasiones aparecerán objetivos extras en las partidas que al completar nos darán recompensas en forma de energía, munición o armas. Completar todo se traduce en más cajas de reabastecimiento que podemos guardar para situaciones en las que sean necesarias o en las oleadas de jefes en las que la dificultad sube considerablemente.

Con estos consejos ya tenéis todo lo necesario para reventar enemigos y sobrevivir a las 50 oleadas del modo Horda 3.0. ¡Nos vemos en el campo de batalla!

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