Cuando en la pasada feria Gamescom se anunció Get Even con un escueto tráiler poco podíamos intuir sobre el juego desarrollado por The Farm 51, un estudio polaco de poco menos de 100 personas que ha trabajado con Bandai Namco para su distribución. Si bien ya conocíamos la existencia del título, su desarrollo ha pasado por varias fases en las que ha abandonado la premisa inicial de shooter que mezclaría el modo multijugador e individual para inclinarse por elementos propios del thriller psicológico.
Esta semana hemos tenido acceso a una demostración jugable en la que durante 40 minutos hemos conocido algunas de sus mecánicas y características, y ya convierten a Get Even un título a tener en cuenta para 2017. Tras varios años de incertidumbre por la ausencia de noticias, el proyecto regresa al primer plano con cambios más que notables que lo alejan del FPS convencional. Todo comienza con Cole Black, un agente especial que debe robar los planos para la fabricación de 'corner gun', un arma que permite disparar sin exponer al tirador.
La trama juega con la percepción de la realidad y lo que en los primeros compases parece una historia arquetípica pronto deriva en un escenario en el que abundan las visiones en un tétrico manicomio que será la base sobre la que se cimente la obra. La narrativa, al menos en el segmento que hemos jugado, sugiere una extraña mezcla entre Outlast y películas como Shutter Island. Desde el estudio quieren que la experiencia con Get Even plantee siempre al jugador qué es real y qué no, al igual que le ocurre al protagonista. De hecho, aseguran que las localizaciones son recreaciones de entornos reales para lograr una inmersión mayor en las partidas.
Una chica con una bomba es lo que desencadena todos los sucesos que ocurren más adelante. En la demostración teníamos que salvarla y para ello introducirnos por túneles subterráneos hasta dar con ella. Cole Black cuenta con una pistola con silenciador y más adelante probamos la 'corner gun', pero solo utilizamos las armas en dos ocasiones muy concretas durante el tiempo que jugamos. The Farm 51 quiere transmitir la sensación de angustia que producen escenarios angostos y en los que sentirse indefenso teniendo como único instrumento un teléfono móvil que es el eje sobre el que giran todas las mecánicas jugables.
Sin el móvil no se entendería Get Even. Gracias al dispositivo podemos escanear pistas, usar luz ultravioleta para seguir rastros de sangre, detectar emisiones de calor y situarnos en el mapa. Su importancia es tal que todos los puzles están pensados para exprimir cada una de sus características y, en cierta forma, es el único elemento que hace las veces de HUD en pantalla. Su aplicación puede tener ciertos paralelismos con Daylight, pues en este caso también dependemos del móvil para orientarnos y avanzar.
El trabajo del estudio para construir una atmósfera de tensión es realmente notable gracias a un sistema de sonido 3D que introduce con acierto al jugador en cada situación que se plantea. Todo apunta a que la música y los sonidos tendrán un papel destacado en el juego, dando pistas conforme nos acercamos a un objeto de interés o exploramos los escenarios. La inmersión mediante recursos sonoros y visuales sirve para generar incertidumbre en la partida, pero al contrario de lo que pudiera parecer en un primer momento, Get Even rehuye de sustos fáciles. El trabajo de The Farm 51 apuesta por un terror psicológico en el que importa más lo que sugiere que lo que muestra.
Bandai Namco ha anunciado el lanzamiento del juego para primavera de 2017 y por ahora solo está confirmado en formato digital (PS4, Xbox One, PC). Aún queda por saber qué camino tomará la historia más allá del factor sorpresa con el que juega la amnesia del protagonista y si a nivel gráfico se percibe una mejoría a tener cuenta. En cualquier caso, hay que prestar atención a Get Even porque se perfila como una propuesta diferente al resto de títulos que se presentan para el próximo año.