Tengo la sensación de que probablemente no me gustaría trabajar con o para Hugh Grant, pero concede unas entrevistas memorables. Cada vez que está en una alfombra roja o en un encuentro con la prensa, no puedes evitar sintonizarlo, y lo mismo ocurre con un reciente artículo de Vanity Fair, en el que Grant se enfrenta al cuestionario Proust.
En la entrevista, Grant revela las respuestas a algunas preguntas importantes, con un irónico sentido del humor. Cuando le preguntaron cómo le gustaría morir, respondió: "Mi mujer ha accedido amablemente a acercarse sigilosamente por detrás y pegarme un tiro en la nuca", por poner un ejemplo.
También parece compartir el odio de Cate Blanchett hacia los sopladores de hojas, contestando que lo que más le disgusta "los sopladores de hojas. Las velas perfumadas. Borradores. Las mochilas. Las botellas de agua. Tejidos elásticos", y cuando le preguntaron quién le caía peor, también respondió: "cualquiera que trabaje en capital riesgo. O de tecnología. O de planificación del tráfico en Londres. O que utilice un soplador de hojas".
Grant también atacó a su colega Colin Firth durante la entrevista, describiendo su idea de la felicidad perfecta como "beber una pinta de London Pride mientras mastico Twiglets y leo sobre la catástrofe de crítica y taquilla de Colin Firth". Todo en tono de broma, estamos seguros.