Impresiones con Beyond Galaxyland: "Cariño, he agrandado a la cobaya"

Doug ha tenido un día bastante duro. De camino a casa de sus padres, sale corriendo para atrapar a su cobaya fugitiva Boom Boom, sólo para descubrir que la chica que le esperaba ha desaparecido, y una criatura aleatoria parecida a un zombi decide que le gustaría mucho despedazarle. Al atravesar un extraño portal, Doug (y nosotros, que jugamos como este chico) se encuentra en Galaxiland.

Salvado por una misteriosa empresa llamada Dreamcore, a Doug le dicen que la Tierra está perdida, y que tendrá que hacer su nueva vida entre las estrellas. Además, su cobaya ha sido evolucionada a la fuerza hasta el punto de que puede andar, hablar y disparar una pistola láser. Y así comienza el viaje de Beyond Galaxyland, un RPG espacial lleno de personalidad desde el principio.

El poco tiempo que hemos pasado con Beyond Galaxyland deja claro que es un homenaje a los RPG clásicos. Tiene combates por turnos, la exploración se realiza con entornos de desplazamiento lateral en 2D, y puedes esperar que te metan en el mundo a través de un montón de diálogos entre personajes cada vez más estrafalarios e interesantes. Sin embargo, decir que Beyond Galaxyland es solo un homenaje sería hacerle un flaco favor, ya que se siente lo suficientemente moderno como para estar a la altura de los RPG que amamos hoy en día.

Hay pocos ejemplos mejores de esta mezcla entre nostalgia y modernidad que los efectos visuales de Beyond Galaxyland. El juego tiene un aspecto magnífico y, aunque tiene gráficos pixelados que te transportarán a épocas más sencillas, cuando lo más importante del mundo era llegar al siguiente capítulo o enfrentarse al siguiente jefe, Beyond Galaxyland tiene un nivel de detalle y escala que solo crees que tenían aquellos juegos más antiguos. Cada entorno que vimos en nuestras aproximadamente tres horas de juego era un espectáculo para la vista, con su estética encapsulando perfectamente la atmósfera del último lugar al que Doug había sido arrojado.

El bucle de juego, como era de esperar, consiste en gran medida en la exploración mezclada con el combate, mientras te enfrentas a criaturas a las que nada les gustaría más que una comida combinada de humano y cobaya. El combate es en gran medida un buen momento, con ataques y habilidades especiales mezclados con criaturas invocables. En la línea de Pokémon, la mayoría de las criaturas que debilitas pueden capturarse mediante una de las habilidades de Doug. No todas las capturas salen a la perfección, pero una vez que tienes una criatura en tu equipo, se puede utilizar para potenciar a los aliados o para realizar algunos ataques devastadores adicionales, utilizando un recurso independiente de tus AP o puntos de habilidad. Añade otra capa de profundidad a un sistema de combate que, de otro modo, corría el riesgo de ser demasiado simplista. Algo que sí destaca en el combate es que tienes que pulsar un botón en el momento correcto para que tus ataques se disparen. Es difícil saber si hemos perdido el ritmo o no, pero durante nuestro tiempo de juego fue difícil saber por qué algunos ataques fallaban mientras que otros golpeaban como un camión.

Lo que resultó más gratificante e innovador en Beyond Galaxyland fueron las secciones de plataformas y puzles. Ambas eran sencillas durante las primeras horas que jugamos, pero muy divertidas de explorar, ya que te permitían dominar la verticalidad de algunas zonas y comprobar la suavidad del movimiento. Caminar y saltar de un lado a otro es sencillamente divertido y fue lo que más me arrastró a mis mejores recuerdos de RPG en Beyond Galaxyland.

Por lo que hemos jugado hasta ahora, hay mucha intriga en Beyond Galaxyland. Se introducen muchos misterios y se dejan en el fondo de la mente del jugador hasta que se produce un gran giro más adelante. Es un juego al que no puedes dejar de jugar, ya que esperas que la próxima misión sea la que te permita descubrir qué es realmente The End, y si Dreamcore está de tu parte o no. Pero, aunque la trama en sí sigue siendo intrigante, y algunos personajes son muy divertidos, algunos diálogos no acaban de enganchar. También hubo momentos repetitivos, sobre todo para Doug, y a veces daba la sensación de que nuestro protagonista era la parte menos interesante del juego, lo cual es comprensible si tenemos en cuenta que le han colocado en una galaxia llena de robots, alienígenas y demás.

En general, Beyond Galaxyland fue un momento estelar. Un montón de nostalgia salpicada con suficientes elementos modernos es una receta segura para atraer a los aficionados a los RPG de la vieja y la nueva escuela que buscan algo que les resulte familiar y nuevo al mismo tiempo. Crea intriga con su historia, y te mantiene empujando a través de esos momentos de la historia con un bucle de juego satisfactorio. Si puede mantener ambas cosas durante el resto del juego, entonces las cosas pintan muy bien para Beyond Galaxyland.