En el mundo de los videojuegos, no es raro ver cómo un tráiler espectacular puede inflar las expectativas de los jugadores, solo para que el producto final no esté a la altura. Ejemplos como Cyberpunk 2077 y Watchdogs son recordatorios de cómo, a veces, las promesas no se cumplen.
Cinemáticas asombrosas, mundos inmersivos y promesas de una revolución jugable han dejado a más de un jugador decepcionado cuando, tras la espera, el juego resultó estar plagado de problemas técnicos o, simplemente, no cumplió con su visión original. En este contexto, Exoborne, el nuevo título de Sharkmob, se presenta como una ambiciosa propuesta en el género de los shooters de extracción. Si estás aquí, seguramente ya hayas visto alguno de los espectaculares tráilers o gameplays del juego.
Durante Gamescom 2024 tuvimos la oportunidad de hablar con el productor ejecutivo y el CMCO de Sharkmob, quienes dieron una presentación que pudimos presenciar de primera mano un periodista italiano y yo. Siendo un juego de extracción, con mecánicas que recuerdan a títulos como Escape from Tarkov o Hunt: Showdown, Exoborne se perfila como uno de los lanzamientos más esperados del próximo año dentro de este género. Y entre tanto entusiasmo, creo que hay dos preguntas que persisten y merecen respuesta: ¿Será este juego capaz de cumplir con lo que promete? ¿O estamos ante un nuevo caso de desilusión en el horizonte? A continuación os lo contamos.
Para entender mejor lo que ofrece Exoborne, es necesario partir de su propuesta base: un shooter de extracción táctico ambientado en un mundo abierto postapocalíptico.
Los jugadores se ven inmersos en unos Estados Unidos devastados, no sólo por facciones enemigas y la escasez de recursos, sino también por la furia implacable de la naturaleza. Este no es el típico escenario de ruinas urbanas; es un entorno dinámico donde la propia madre naturaleza toma un papel protagonista, con tornados, tormentas eléctricas y fenómenos climáticos extremos que pueden cambiar el curso de cualquier partida en cuestión de segundos.
Uno de los puntos clave que diferencian a Exoborne de otros shooters de extracción es su apuesta por un entorno realmente vivo y peligroso. Durante la presentación, se hizo hincapié en cómo los fenómenos climáticos, como los tornados o las tormentas, pueden alterar drásticamente el curso de una partida. Quedó claro que no habrá dos partidas iguales; cada incursión en estos devastados Estados Unidos será distinta, no solo por las decisiones de los jugadores enemigos, sino también por los cambios imprevistos del entorno.
Y es que las condiciones meteorológicas no solo son un adorno visual, sino que afectan directamente a la dinámica de juego, introduciendo elementos impredecibles y peligros inesperados.
Esto aporta un nivel de tensión adicional que podría ser un diferencial clave respecto a otros títulos del género. En Escape from Tarkov, el jugador siempre sabe qué esperar: otros jugadores son la principal amenaza. En Exoborne, la naturaleza misma puede poner en jaque tus planes, lo que agrega una capa de imprevisibilidad muy interesante.
Aquí es donde creo que Exoborne puede alejarse de otras grandes promesas no cumplidas como Cyberpunk 2077. A diferencia de aquellos títulos que prometieron mundos vivos, pero que en muchos aspectos, resultaron ser estáticos o con poca interacción significativa, Sharkmob parece estar apostando por un entorno que reacciona a las acciones del jugador y a los cambios meteorológicos de manera genuina. Este tipo de diseño dinámico es uno de los pilares que podrían evitar que Exoborne caiga en los mismos errores.
El sistema de exo-rigs de Exoborne es otro de los aspectos destacables, por su enfoque en la verticalidad y la personalización. Estos rigs no solo aumentan la movilidad del jugador, sino que se integran de manera fundamental en la estrategia del combate. Desde usar ganchos para escalar edificios hasta lanzarse desde grandes alturas sin recibir daño. Sharkmob ha prometido una amplia gama de personalizaciones para estos rigs, permitiendo a los jugadores adaptar su estilo de juego según sus preferencias.
Partes de un rig base, y a medida que avanza la partida puedes ir mejorándolo. Desde rigs orientados a la velocidad y la agilidad, hasta aquellos más pesados, diseñados para aguantar castigos masivos y entregar golpes devastadores, la versatilidad en las opciones de personalización parece ser un punto fuerte del juego. Es un sistema que recuerda a las clases de The Division, donde las especializaciones y las builds eran cruciales para afrontar los desafíos del endgame, y parece que Exoborne sigue esa filosofía, permitiendo que los jugadores se sientan únicos en sus partidas.
Esta personalización también se extiende a las armas y módulos del equipo, que pueden ser creados a partir de los recursos que los jugadores logran extraer en cada incursión. Como en cualquier juego de extracción, el riesgo es inherente: si mueres en medio de una misión, lo pierdes todo. Esta mecánica de "todo o nada" es la que genera la intensa adrenalina que caracteriza al género, y que aquí se ve amplificada por las fuerzas naturales impredecibles y los jugadores enemigos.
Y es que Sharkmob ha dejado claro que Exoborne no será un juego para los débiles de corazón. El sistema de extracción, como en otros títulos del género, es el eje central del juego. Pero aquí es donde Exoborne se destaca: no solo se trata de escapar de otros jugadores o enemigos controlados por la IA, sino también de navegar las amenazas que el propio entorno te lanza. Las tormentas eléctricas pueden eliminar a tus enemigos, pero también a ti, y los tornados no solo son un espectáculo visual, sino que pueden reconfigurar completamente el mapa a mitad de una partida.
Por lo que Exoborne tiene un enfoque profundo en el equilibrio entre riesgo y recompensa. No se trata solo de sobrevivir, sino de maximizar el beneficio de cada incursión. ¿Vale la pena arriesgarse en medio de una tormenta para saquear un depósito lleno de recursos? ¿O es mejor retirarse y vivir para luchar otro día? Estas decisiones constantes son las que harán que cada partida se sienta única y mantendrán a los jugadores en tensión.
En comparación con títulos como Escape from Tarkov, donde el realismo y la tensión son clave, Exoborne parece ofrecer una experiencia más cinematográfica y dinámica, sin sacrificar la profundidad estratégica. Es un equilibrio difícil de lograr, pero si Sharkmob consigue que todo funcione como pudimos ver en la presentación, podríamos estar ante un shooter de extracción que marque un nuevo estándar en el género.
Y eso es todo por hoy: Exoborne no se limita a ser un shooter de extracción más; se basa en la verticalidad, la imprevisibilidad del entorno y una profunda personalización para ofrecer una experiencia que, si logra alcanzar su máximo potencial, podría ser realmente revolucionaria.
¿Se repetirá la historia de Cyberpunk 2077 o Watchdogs? Como ya hemos dicho, no pudimos probar con el mando entre las manos. Pero todo indica a que no. Si bien siempre existe el riesgo de que la ambición supere la realidad, el enfoque innovador de Exoborne y su atención a los detalles en el diseño del mundo y las mecánicas sugieren que este título podría superar esas comparaciones. Si Sharkmob consigue afinar los aspectos técnicos y entregar una experiencia sólida, Exoborne podría ser uno de los juegos más importantes del próximo año, y uno que los fans de los shooters de extracción no querrán perderse.