Aunque no se puede negar que el doblaje o los diálogos pueden hacer mucho por la narrativa y la inmersión en los videojuegos, tampoco son en absoluto cruciales. Los juegos pueden contar historias emotivas e impactantes sin decir ni una sola palabra, y eso es algo de lo que tendremos otro ejemplo en 2025 con Koira, de Studio Tolima.
Este proyecto indie es un juego de aventuras sobre un sprite al que se le encarga salvar y devolver a un cachorro que se ha perdido en un bosque antiguo y peligroso. Es una historia conmovedora sobre cómo crear lazos afectivos con este pequeño can, protegerlo de peligros como los cazadores y sus fieros sabuesos, y asegurarse de que está bien alimentado y feliz para que pueda hacer un buen uso de su asombrosa habilidad para iluminar la oscuridad del bosque, como Rudolf el Reno de la Nariz Roja.
He tenido la oportunidad de probar brevemente Koira en una breve demo que pronto estará disponible para todo el mundo. Esta prueba, de unos 25 minutos de duración, me presentó el mundo, el núcleo y las mecánicas básicas del juego, y también algunos de los peligros de los que el protagonista y su cachorro deben escapar y evadir en su viaje. Es una historia desgarradora y devastadora, con tanto carácter y encanto que, aunque cada interacción se realiza simplemente a través de animaciones menores, empiezas a conectar con el dúo protagonista y a desarrollar un vínculo y una conexión reales también con el cachorro.
Aunque la narrativa es claramente un área en la que Koira sobresaldrá, creo que es en la experiencia general y en la presentación donde este juego prospera más. Studio Tolima ha creado un mundo sorprendente y realmente magnífico que abarca múltiples biomas y entornos diferentes. Desde bosques densos e inquietantes, pasando por campos nevados abiertos y puros, hasta huertos ricos y coloridos, deambularás por este mundo y te quedarás boquiabierto con los lugares y vistas que visites. La banda sonora también contribuye a este ambiente con un tono adecuado y atmosférico que realmente aumenta la importancia y la intensidad de la aventura que te espera.
Pero todo esto está diseñado así, porque Koira pretende ser ante todo un placer para la vista y el oído. No hay mucha profundidad mecánica aquí, ya que lo más desafiante que suele llegar a ser Koira es cuando requiere que explores tu entorno para interactuar con criaturas y objetos y aprender sus notas musicales correlativas para resonar y armonizar con tótems o árboles moribundos para revivirlos. Si a esto añadimos la posibilidad de jugar con el cachorro, recogiendo y lanzando palos, encontrando manzanas para dar de comer al perrito o construyendo un muñeco de nieve, Koira no pretende ser una experiencia mecánicamente profunda y compleja.
Sin embargo, creo que esto estará bien para el juego en general. Por lo que he visto en la breve demo, Koira tiene un enorme encanto y profundidad emocional, y los momentos en los que el cachorro es perseguido por cazadores y sabuesos y no puedes hacer nada para protegerlo te pondrán al borde del asiento, mientras que los momentos más suaves y dulces te dejarán una sonrisa dibujada en la cara. Tendremos que ver si Studio Tolima puede seguir proporcionando momentos que generen estas emociones a lo largo de toda la experiencia, pero si esta demo sirve de algo, Koira está llamada a ser una aventura indie muy prometedora cuando llegue completa el año que viene.