Veo extraña la nueva moda de los PC gaming portátiles. Por una parte, tener acceso a tu biblioteca de Steam mientras estás por ahí es una premisa interesante pero, a su vez, siempre he pensado que esta tecnología lleva dos años de retraso para estar donde tiene que estar para atrapar al mayor número de público posible. La parte clave de esta opinión es el contexto temporal, ya que la Steam Deck debutó hace 18 meses, y desde su lanzamiento hemos visto más sistemas potentes como la ASUS ROG Ally y las unidades basadas en la nube como la Logitech G Cloud. Lenovo se está metiendo de lleno con su nueva Lenovo Legion Go, y yo he tenido la oportunidad de probar el sistema recientemente, y siendo sincero, parece que Lenovo ha identificado los puntos fuertes y flojos del dispositivo de Valve, realizando las mejoras necesarias.
A simple vista, la Legion Go no es nada del otro mundo. Está hecha de plástico de alta calidad y se ve enorme en una mesa o en las manos de alguien. Pero es cómo una ilusión óptica, porque la Go lleva su tamaño increíblemente bien. El sistema es sorprendentemente ligero, y cuando empiezas a indagar y a explorar lo que hace cada uno de los botones y elementos, le encuentras el sentido a su lógica.
La pantalla de la Go es bastante grande, de 8,8 pulgadas. Además, se trata de un panel QHD+ muy competente que resulta atractivo y claro a la vista, y que puede funcionar a distintas resoluciones, desde 800p hasta 1600p. En lo que respecta a cómo lo consigue la Go, el sistema operativo del dispositivo te ofrece formas reales para ajustar y modificar la resolución del panel, sin necesidad de hacerlo manualmente cada vez que inicies un juego. Puede que parezca una característica extraña de la que presumir, pero despeja el camino para permitir que el usuario tome su propia decisión sobre si prefiere el aspecto visual o el rendimiento por encima de lo demás. En este aspecto, el software de la Go permite incluso ajustar la potencia, la velocidad de los ventiladores, la frecuencia de refresco (hasta 144 Hz) y mucho más. Todo esto se combina para que decidas si prefieres imágenes de gran calidad cuando ves películas y cuando navegas por la web, tener altas tasas de fotogramas cuando juegues, o prolongar significativamente la duración de la batería haciendo que el sistema funcione en su potencia mínima.
La Go funciona con un chip AMD Ryzen Z1 y por lo que he visto y probado, es más que suficiente para jugar los juegos más nuevos con tasas de fotogramas decentes y para usar el sistema para cualquier otra cosa que necesites. Esta parte es clave, ya que el sistema cuenta con una pantalla táctil y funciona con Windows, lo que significa que también es una tablet. Bajo el armazón, hay 16 GB de RAM LPDDR5 a 7500 MHz, así como un mínimo de 512 GB de espacio de almacenamiento SSD PCIe Gen4, que puede duplicarse de manera intrínseca y ampliarse con una tarjeta MicroSD de hasta 2 GB. Es mucha tecnología para un solo dispositivo portátil, y Lenovo se las ha arreglado para hacerlo de forma que no haga ruido y se mantenga frío incluso bajo presión, algo en lo que no pueden insistir muchos de estos equipos portátiles. La única pega es que el Go es bastante grande en proporciones (aunque no pesa mucho), y también es difícil saber realmente cómo de efectiva será la batería de 49,2 Whr hasta que se ponga a prueba, pero esperamos que con la carga rápida esto no sea un problema.
Todo eso es sólo lo que tiene que ver con la parte gaming de la Go, ya que también cuenta con elementos que se parecen bastante a Nintendo Switch. Los mandos que están fijos a la consola se pueden extraer de manera agresiva (lo que requiere un poco de esfuerzo) y utilizarse para jugar a distancia. Cada mando cuenta con un joystick que emplea un nuevo sistema de control de respuesta que pretende eliminar cualquier indicio de desfase (el odiado drift), así como una gran cantidad de botones e incluso un pequeño trackpad en uno de ellos. El mando derecho incluye incluso una amplia gama de botones adicionales alrededor del dispositivo que se activan al pulsar en el modo FPS situado en la parte inferior, con los que se puede insertar el mando en un periférico plástico para que se asemeje a un joystick clásico (como el de las arcade) pero que actúa como un ratón. Dispone de botones para hacer clic con el botón izquierdo y derecho, una rueda de desplazamiento, botones para el pulgar y puede moverse físicamente para desplazar el cursor. No son mandos con control de movimiento como los Joy-Con, pero las funciones que ofrecen dan la sensación de ser muy complejas y estar muy bien desarrolladas.
Lenovo también quiere respaldar la Go con un paquete de software adicional que te permite reunir fácilmente los distintos servicios de streaming y tiendas de PC para que puedas acceder a tu biblioteca en un mismo lugar. Ya sea Steam, Xbox, Epic, Ubisoft, etc., el software es muy intuitivo y fácil de utilizar.
Además, la Go incluye una funda de transporte con una zona específica en la que se puede introducir y conectar un cable de carga a un puerto USB-C sin necesidad de extraer el dispositivo. La Go cuenta también con un segundo puerto USB-C en la parte superior que permite conectar fácilmente el sistema a un televisor o monitor para jugar en pantalla grande. Además presenta un conector de audio y una placa trasera que se puede ajustar para que la Go se sostenga como una Switch, por lo que la Go es una especie de multiusos, la navaja suiza de los PC portátiles gaming.
Por tanto, aunque es innegable que la Lenovo Legion Go no es la consola o PC formato consola portátil más atractiva, se comporta como una auténtica bestia. Todo lo que se puede pedir de una plataforma móvil para juegos de PC está incluido: potencia, opciones de personalización, mandos extraíbles y conectividad, entre otras cosas. Por supuesto, he notado algunos errores y problemas, como que uno de los mandos se desconectaba y no se volvía a conectar, y algunas caídas de fotogramas en ciertos menús, pero como el lanzamiento está previsto para finales de este año, es de esperar que unos cuantos parches y actualizaciones de software eliminen y solucionen estos fallos. Y por supuesto también hay que tener en cuenta el precio. La ROG Ally dejó alucinados a muchos cuando pidió a los fans que pagasen 700 libras (algo más de 800 euros), y dado que la Go aspira al mismo rango de precios, no hay duda de que algunas de las opiniones serán las mismas. Sin embargo, por lo que he visto, se trata de un dispositivo muy competente, y si no quieres aventurarte en el mundo de los portátiles para jugar en cualquier lugar, parece que esta podría ser una solución muy, pero que muy buena estas navidades.
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