Impresiones con Tekken 8: una secuela intensa, espléndida y muy prometedora

Cuando la popularidad de una saga de videojuegos comienza a decaer, resulta bastante complicado reavivar la chispa de interés en los fans. A menudo, los creadores tratan de añadir grandes cambios con la esperanza de atraer a nuevos jugadores, pero hay incontables ejemplos de situaciones en las que esta medida ha resultado contraproducente y les ha llevado a perder todo el apoyo que les quedaba.

Podía haber ocurrido lo mismo con el Tekken Tag Tournament 2 de 2011, un juego insípido que supuso el punto más bajo de la saga. Sin embargo, 4 años más tarde, Bandai Namco, con Katsuhiro Harada al mando, logró un gran éxito al sacar Tekken 7. Desde el comienzo pudimos observar que era un juego con un estilo espectacular y con mucha variedad de contenido, características que han seguido cuidando desde ese momento y que han permitido que este título suponga un renacimiento de la saga Tekken, además de su entrega más vendida, con más de diez millones de copias en circulación.

Desde que salió el juego han seguido sacando contenido nuevo constantemente, además de parches que demuestran que los creadores prestan atención al mundo de los esports y especialmente, nuevos personajes invitados relevantes. La otra saga superventas de Bandai Namco, Soulcalibur, suele introducir invitados más originales (como cuando Darth Vader peleó contra Yoda), pero en este juego tenemos a Akuma y Geese Howard, que encajan muy bien en el conjunto del título. Cuando se anunció Tekken 8 el pasado septiembre, el público mostró un gran interés. ¿Qué va a hacer Bandai Namco para darnos un juego aún mejor que Tekken 7?

Gamereactor acudió a Lyon la semana pasada, así que visité Bandai Namco y allí probé una versión inicial de Tekken 8 y conocí y entrevisté a Katsuhiro Harada. Antes de comenzar la lucha digital, recibí una breve presentación por parte del productor Michael Murray, que confirmó algunas de las cosas que ya me habían dicho. Lo principal es que Tekken 8 se centra en la ofensiva. Han tratado de llevar este enfoque a la práctica de diferentes formas, pero la que más destaca es el nuevo sistema «Heat». Los creadores se guardan todavía varios ases bajo la manga, como por ejemplo que la única forma de recuperar vida es realizar guardias perfectas o propinar golpes certeros.

Volviendo al sistema «Heat», se trata de un breve instante, 10 segundos de locura en los que tienes la oportunidad de ser más agresivo y causar un daño muy elevado. Está diseñado de una forma tan delicada que la cuenta atrás se pausa si derribas a tu oponente, así que puedes aprovechar al máximo esos diez segundos. La activación de «Heat» tiene dos variantes: «Heat Engager» te permite desestabilizar al oponente y lograr que pierda la concentración. Mientras tengas activado el «Heat», obtendrás ventajas de tiempo y nuevas oportunidades.

También resulta evidente que se han esforzado para ampliar la audiencia objetivo del Tekken, incluyendo elementos como una mejor clasificación por colores para indicar quién es quién y en qué postura se encuentra. También hay una nueva estrategia de control del tipo que muchos fans de los juegos de lucha desdeñan, «Special Style». Se trata de un combo automático que puedes controlar presionando los botones repetidamente. Aún así, como ocurrió en Street Fighter 6, los creadores aseguran que su sistema para principiantes es tan sofisticado que los profesionales también pueden usarlo con éxito. El tiempo dirá si esto es cierto, pero la verdad es que este sistema parece muy bueno.

Tuve la oportunidad de jugar durante bastantes horas y Bandai Namco nos permitió (a mi y a otros periodistas e influencers) probar diez personajes libremente. La intensidad que el estudio tanto menciona se hace presente inmediatamente desde el primer combate. En este título, ambos combatientes se acercan mucho y creo que es más difícil realizar movimientos o agarres avanzados en comparación con Tekken 7, aunque quizá sea sólo porque todavía no me he acostumbrado a esta nueva entrega.

Está claro que Tekken 8 ofrece más variedad. Entre los personajes a escoger se encuentran Paul, King, Jun Kazama y el campeón sueco Lars Alexandersson. Mi favorito en la saga de Tekken es Bob, pero no he visto ninguna señal de que vaya a aparecer en esta entrega, aparte de un vendedor en el nivel de Nueva York que vendía perritos calientes de Bob. Espero que este homenaje no implique que el personaje ya no está incluído en Tekken 8. Sea como sea, Lars fue el primer personaje que jugué, antes de descubrir que Paul y King eran más de mi estilo.

Ambos han formado parte de la saga desde sus comienzos y han sido de los personajes que más he jugado. Paul parece más poderoso que antes, además de más ágil, lo que parece un cambio necesario, en este título con combates mucho más intensos. Me gustaría señalar que su peinado es peor que nunca, pero eso ya es una opinión personal. Tekken sigue siendo Tekken, así que me resultó fácil calentar motores. Otra cosa en la que me fijé es que el personaje de Nina Williams sigue siendo muy difícil de jugar para mi y no fui capaz de conseguir nada con ella. Tendré que entrenar duro en cuanto salga el juego.

Aunque no pude cronometrarlos, me dio la sensación de que los ataques «Rage Art» (que funcionan igual que en Tekken 7) son demasiado largos. La saga Tekken no es la principal culpable, pero los combos automáticos están empezando a ser un poco molestos y me gustaría que se pudiesen saltar. Gráficamente son espectaculares, desde el amable y brillante ataque de palabras cálidas y palomas de la paz de Jun Kazama hasta el ataque cómicamente diabólico de Kazuya Mishima, todos están muy bien hechos.

El equipo de Tekken está muy orgulloso de los gráficos. En esta entrega han pasado de utilizar Unreal Engine 4 a Unreal Engine 5 y han vuelto a diseñar todos los personajes desde cero. La diferencia se nota mucho. El género de lucha siempre ha estado en la vanguardia en cuanto a gráficos, pero en los últimos 10 o 15 años se ha ido quedando atrás. A día de hoy, podría decirse que Mortal Kombat 11 es el juego de este género más agradable visualmente, pero Tekken 8 no decepciona. Más bien al contrario: es increíblemente bonito. Su aspecto resulta uno de los mayores avances de la serie, tanto por sus personajes detallados minuciosamente (ahora están tan bien hechos que sus cejas llaman la atención más que nunca), como por sus escenarios increíblemente espléndidos. Personalmente, mi nivel favorito fue el de Nueva York ambientado en Times Square, en el que la hora va cambiando desde la tarde y la puesta de sol hasta mostrar una ciudad ajetreada y plagada de luces.

Después de jugar durante 5 horas, lo que más me llamó la atención es lo completo que parecía ya el juego. No creo que vaya a haber grandes retrasos en su lanzamiento, pero sí que es cierto que es necesaria una puesta a punto para que todos los personajes estén bien equilibrados. Además, es imposible jugar a Tekken 8 sin notar su gran intensidad: las luchas ya te ponen en tensión por lo general, pero en este título lo hacen todavía más. Cuando tienes a tu oponente contra las cuerdas, está completamente expuesto a los ataques. Creo que esto se debe mejorar para que no de la sensación de que el enemigo está demasiado indefenso, pero es algo que se irá viendo más claramente cuando los profesionales hayan comprobado todas las posibilidades a fondo.

Por ahora, merece la pena recalcar que Tekken 8 promete. No cabe duda de que es un Tekken para las nuevas generaciones: espléndido, intenso y da gusto jugarlo. Si Bandai Namco acompaña el lanzamiento de este juego con campañas elaboradas, contenido adicional y una buena elección de personajes (como suelen hacer normalmente), es indudable que este juego llegará a ser muy especial.