Impresiones con The Plucky Squire: El Escudero Valiente ya es uno de los indies más encantadores del año

El encanto y el ingenio pueden hacer algo por sí solos, y sería decididamente injusto no darles la energía y la atención que merecen estos aspectos de una determinada experiencia de juego. No, no son un sustituto de una jugabilidad satisfactoria, pero con suficiente corazón, es más fácil pasar por alto algo que se siente simple, o que carece de la profundidad esperada.

Tomemos como ejemplo The Plucky Squire. Sí, el cambio entre perspectivas es técnicamente impresionante y encantador, pero más allá de estas pausas formulistas, no es que el combate, los puzles o la exploración ofrezcan nada que no hayas visto antes.

Pero lo que le falta al desarrollador All Possible Futures en el sobrio y cínico frente técnico se excusa con el derroche de tanto encanto, tanto corazón y tanta personalidad que sigue siendo una de las experiencias indie más sólidas del año hasta ahora, y este es un año en el que hemos jugado Hades 2, The Rogue Prince of Persia, Arco y muchos otros.

En The Plucky Squire (o El Escudero Valiente), juegas como Jot, un aventurero que se da cuenta de que en lugar de ser... bueno, su propia persona, es el héroe de una serie de cuentos infantiles. Pero un mago malévolo también se ha dado cuenta de este hecho crucial y está utilizando ese conocimiento para romper literalmente la cuarta pared y causar estragos. De ti depende no solo frustrar sus planes dentro de los confines del libro de cuentos, sino también salir de tu mundo y encontrar soluciones en la mesita donde se han inventado tanto Jot como todo su universo.

En la práctica, esto significa que ves tu mundo desde arriba, en un estilo ligeramente isométrico con la jugabilidad clásica de Zelda (con algunas transiciones al desplazamiento lateral en algunas secciones ingeniosas) y a veces incluso saltando del libro y moviéndote libremente por un mundo en 3D. Para los que necesiten una referencia más clara, Super Mario Odyssey lo hizo en algunos momentos, mezclando nostálgicas secuencias de desplazamiento lateral con un plataformeo más abierto y moderno de forma fluida y elegante, y no es difícil imaginar que fueron una fuente clave de inspiración.

Mecánicamente, el juego se desvía significativamente de las expectativas muy concretas y básicas que tienes para cada uno de estos distintos escenarios de perspectiva. Aplastas a simples enemigos con tu espada, recoges una única moneda que puedes utilizar para comprar nuevas habilidades que también se pueden mejorar, e incluso hay algo de sigilo rudimentario aquí y allá. All Possible Futures innova dentro de los dos marcos de género, utilizando principalmente el salto de uno a otro como un soplo de aire fresco, o por versatilidad.

Estoy haciendo que esta combinación suene básica, y aunque esto es parcialmente cierto en el caso de The Plucky Squire, no debería restar nada al encanto único del juego. En primer lugar, el desarrollador utiliza un perfil narrativo ligeramente irónico, casi sarcástico, que considera lo que supone para los personajes de ficción darse cuenta de que son... bueno, ficticios, pero esto se mezcla a la perfección con un montón de chistes y una autoconciencia general que realmente se adapta a la forma. Rezuma encanto, todo el tiempo, y también rezuma creatividad, quizá porque el juego trata en cierto modo de crear, imaginar y traducir tu imaginación en algo más tangible.

Da gusto jugar, incluso con toda su simplicidad mecánica. Los puzles de palabras parecen tener más libertad de la que realmente tienen en Scribblenauts, y los controles podrían haberse ajustado un poco para garantizar un perfil ligeramente más ligero, pero aparte de eso, The Plucky Squire es tan bonito de jugar como de ver. Es demasiado pronto para emitir un juicio sobre la experiencia de juego en general, pero hasta ahora estoy bastante seguro de que conquistará a muchos, tanto en PC como en consolas. Desgraciadamente, sale a la venta durante un periodo de mucho trabajo, por no decir más, pero deberías sacar tiempo para jugar a The Plucky Squire. Yo estoy completamente a bordo y pocas veces he experimentado un juego que mantenga una sonrisa en mi cara durante tanto tiempo seguido.