Impresiones de Exoprimal: Combinar nuestro futuro con nuestro pasado más lejano

El pasado mes de marzo pude hacerme mis primeras impresiones con Exoprimal. Pude jugar un poco al modo Dino Survival, probar todos los trajes mecánicos jugables y abatir hordas de raptores. Me divertí bastante con el juego, pero me dio la sensación de que le faltaba algo importante para que la experiencia fuera más completa.

Ahora, un par de meses después, he vuelto a probar Exoprimal, y esta vez Capcom no solo nos ha dejado jugar con el modo principal del juego, Dino Survival, sino que también nos ha mostrado buena parte de su historia y su sistema de progresión. Ahora que ya hemos echado un vistazo completo a lo que ofrece Exoprimal, lo mejor es volver a sumergirnos en otro avance de la extravagante lucha entre 'mechas' y dinosaurios de Capcom.

Antes de meterme de nuevo en la jugabilidad de Exoprimal, en esta versión del juego (que sigue siendo una versión muy temprana) nos explican un poco más en detalle cuándo tiene lugar el juego, por qué hay montones de dinosaurios en el mundo y qué vamos a hacer para detenerlos, usando estos exotrajes mechas tan molones. Sin entrar en demasiados detalles, ya que es mejor que lo descubras por ti mismo, la narrativa de Exoprimal gira en torno a una IA rebelde conocida como Leviatán. En la isla de Bikitoa, tres años antes de que tenga lugar el juego, Leviatán invocó una cantidad apocalíptica de dinosaurios en la isla, y desde entonces han ido apareciendo más dinosaurios por todas partes.

Al principio, nos encontramos en un equipo variopinto haciendo frente a estos ataques aleatorios de dinosaurios, pero pronto nuestra nave se estrella y nosotros, encarnando al silencioso protagonista Ace, acabamos en una extraña isla. Pero no solo eso, porque además somos transportados atrás en el tiempo, al incidente de la isla Bikitoa tres años atrás, donde nosotros y otros pilotos de mecha nos vemos obligados a matar dinos y competir en equipos unos contra otros en un maníaco juego diseñado por Leviatán.

Esto puede parecer excesivo para la premisa de Exoprimal, y en muchos sentidos, lo es. Sin embargo, si ves un juego de dinosaurios contra trajes mecánicos y no te apetece dejarte llevar por un poco de locura, probablemente estés buscando otra cosa. No es un juego en el que la narrativa brille con luz propia, pero la historia principal de Exoprimal es bastante divertida, con un elenco de personajes que no necesariamente se te quedarán grabados en la mente durante años, pero que son entretenidos por derecho propio. Lo curioso de la historia de Exoprimal es que está directamente relacionada con el modo multijugador. Jugando la campaña desbloqueas escenas y formas de derrotar al Leviatán. Parece una idea interesante y tiene sentido, pero si quieres que algo así funcione, lo primero y más importante es que el ciclo de juego sea muy entretenido.

Sin embargo, por mucho que me gustaría adorar este juego, con sus mechas y sus dinosaurios y su locura en general, no puedo evitar pensar que no se ha decantado por completo hacia la locura. En el modo Dino Survival, donde tienes que acabar con hordas de dinosaurios, algunos lagartos más grandes y, finalmente, enfrentarte al equipo enemigo, da la sensación de que Exoprimal no está a la altura de todo su potencial. Ahora bien, era difícil encontrar compañeros y oponentes humanos cuando estaba jugando, lo que afecta enormemente a la experiencia, pero aun así creo que se ha perdido aquí una gran oportunidad.

Disparar a hordas de dinosaurios carece de la garra que cabría esperar, ya que a menudo da la sensación de que no hay peso detrás de tus disparos o ataques cuerpo a cuerpo, independientemente del traje que pilotes. Esto no significa que el combate sea del todo insatisfactorio, pero en el tiempo que pasé con Exoprimal no pude meterme de lleno en el modo para un jugador cooperativo y de destrucción de hordas, como sí pude hacer con otros juegos más destacados de este género, como Left 4 Dead y Vermintide 2. Aunque muchos de estos juegos te lanzan los mismos enemigos una y otra vez, la idea es que la experiencia no resulte repetitiva. Aquí seguía siendo plenamente consciente de que corríamos a la siguiente parada para disparar a más dinosaurios. Ni siquiera el hecho de cambiar a qué reptiles ancestrales hay que disparar hace que el juego sea más atractivo, pero donde Exoprimal consiguió atraerme más fue cuando entró en esa explosión final de duelo por equipos multijugador.

Además de disparar contra manadas de raptores y alguna que otra bestia, en Dino Survival te enfrentarás a otro grupo de 5 humanos, ya que Leviatán está probando qué equipo es el más adecuado para sobrevivir. Tendrás que enfrentarte a enemigos reales que intentarán acabar contigo y a más dinosaurios. Aquí Exoprimal es más caótico. En cierto modo, es como ver un coche desmontado en un taller, ya que no todas las piezas funcionan a la perfección, pero es un batiburrillo que resulta más que entretenido de ver y de jugar.

No he visto todo lo que hay que ver en Exoprimal, pero después de dos períodos de prueba sigo teniendo la sensación de que, a pesar de contar con una premisa intrigante y la promesa de toda la diversión que pueden aportar la lucha entre mechas y dinosaurios, todavía le falta mucho para convertirse en algo más que una experiencia multijugador del montón.