Impresiones de Fretless: Vivir para destrozar

La música puede ser una herramienta muy poderosa. La talentosa gente de Ritual Studios lo sabe y ha decidido crear un RPG por turnos en el que tendrás que hacer shred y riff para derrotar a poderosos enemigos y salvar la tierra de los monstruos. Este título se llama Fretless, y como parte de mi estancia en Alemania para la Gamescom 2023, tuve la oportunidad de sentarme y jugar una parte de este proyecto para ver cómo se está desarrollando antes de su lanzamiento el año que viene.

Fretless se desarrolla en un mundo pixelado definido por el ritmo y la música. La idea es que los jugadores se pongan en la piel del músico Rob en su búsqueda para impedir que el malvado jefe de Super Metal Records, Rick Riffson, utilice el emocionante concurso Battle of the Bands para hacerse con el control de la música y de los mejores artistas del país con contratos devastadores. Ni que decir tiene que es una caricatura bastante clara del estado de la industria del entretenimiento. Para completar esta misión, Rob se adentra en el mundo armado con su fiel guitarra, y poco después acaba visitando varias ciudades y lugares importantes, donde puede mejorar su guitarra o sustituirla por un instrumento totalmente distinto (como un bajo o un keytar).

Por lo que he visto de Fretless, el mundo es un lugar entretenido pero no especialmente complejo de explorar. El estilo artístico es impresionante y está bien detallado, pero el diseño de los niveles en sí es bastante sencillo y no está construido de tal manera que te encuentres perdido o confundido. Puedes encontrarte con los lugareños y charlar con ellos, o incluso acariciar al simpático perro, y puedes visitar tiendas y vendedores para conseguir objetos útiles que usar en el camino. Además querrás hacerlo, porque en la naturaleza te enfrentarás a todo tipo de criaturas peligrosas, como arañas y setas, y tu única defensa será tu habilidad para destruír.

Aquí es donde Fretless realmente destaca, ya que el combate está diseñado como un sistema de estrategia por turnos con elementos de construcción de mazos. Básicamente, configuras tu guitarra con un número específico de riffs que puedes usar en una batalla (que actúan de forma similar a las cartas de los típicos creadores de mazos) y, cuando llega el momento del combate, tienes que seleccionar tres de tu mazo para lanzarlos en un turno. Así, puedes decidir usar un riff de ataque de área, seguido de un escudo, seguido de un ataque individual, pero el truco está en que los riffs y el instrumento elegido, bueno... se rifan entre sí, lo que significa que puedes combinarlos estratégicamente para conseguir movimientos de gran daño o efectos interesantes.

Uno de los que más me llamó la atención fue el bajo. A diferencia de la guitarra normal, este instrumento requiere daño de salud para usar sus movimientos, todo a cambio de ataques más devastadores. Descubrí que la mejor forma de hacerlo era crear un escudo y combinarlo con un ataque que inflige daño adicional en función del tamaño del escudo, ya que no recibes ningún daño al tocar el bajo, pero sigues recibiendo ataques masivos gracias al efecto intrínseco del instrumento. Los desarrolladores de Ritual Studios me prometieron que los demás instrumentos abrirán la puerta a más opciones de estilo de juego, al igual que los diversos complementos y habilidades físicas, que allanan el camino para añadir puentes o cambiar las cuerdas de tu instrumento.

Como se trata de un juego sobre música y ritmo, no estaría completo sin algunos elementos de juego rítmicos, ¿verdad? Correcto. En combate, después de usar suficientes riffs en cualquier número de encuentros, tendrás la opción de usar un potente efecto de crescendo que aumenta el daño dependiendo de cómo lo hagas durante un minijuego rítmico en el que tienes que tocar botones al ritmo correcto. Es un añadido divertido y entretenido que hace que el juego sea un poco más emocionante.

Fretless no me ha parecido un título que cambie las reglas del juego, pero sí me ha cautivado por su encanto y su combinación de elementos rítmicos y de RPG. Independientemente de si eres músico o no, este título indie tiene algo que engancha, ya que cuenta con un montón de opciones personalizables, tiene una suite de construcción de mazos intuitiva, un mundo colorido y vibrante para explorar, y una banda sonora y una oferta de audio pegadizas. Creo que Fretless tiene mucho a su favor cuando llegue en algún momento de 2024.